Días de lluvias y ceguera | Byron x Edgar | Brawl Stars

Día 9.

Byron salía del trabajo para hacer su monótona vida.
Hoy si estaba lloviendo nuevamente, llegó y se sentó otra vez en la banca de siempre.

Se quedó quieto y pensante, pensaba en algo u más bien en alguien.

Escuchó pasos y giró su rostró para ver a quien estaba esperando.

— Hola Edgar, buenos días.

Edgar sonrió

— Hola señor Byron — Respondió el pelinegro para luego sentarse al lado de Byron.

Byron lo miró, y su rostro demostraba felicidad pura. — ¿Como has estado? — Preguntó para cortar el silencio.

— Muy bien, realmente feliz — Dijo Edgar entusiasta.

— ¿Puedo saber el por qué?

Edgar giró su rostro hacia el de Byron y con una sonrisa en su cara le respondió.

— Mis padres fueron a hacerme estudios el día de ayer, no sé si te diste cuenta pero.. ayer no vine. Y pues, fue por ello — Dijo algo avergonzado

— Si lo noté.. — Pensó Byron. — ¿Y de qué fueron los estudios?

— ¡Pueden hacerme una operación en mis ojos.. que puede lograr que finalmente vea lo precioso que es el mundo! — Dijo Edgar con muchísima felicidad

Byron lo miró con cara de sorpresa, aún que Edgar no podía percibir esto.

— !¿Enserio?! Eso es demasiado genial — Sonrió Byron, contagiandose de la felicidad de Edgar.

— El único problema es que.. cuesta muy caro. — Dijo Edgar mientras su sonrisa disminuía.

— Oh.. ¿Tus padres no pueden pagarlo?

— Vivimos bien económicamente, pero la operación realmente es muy cara. Nos tomará meses ahorrar el dinero, pero aún así, estoy muy feliz. Veintiséis años esperé, no me será nada esperar solo unos meses — La hermosa sonrisa de Edgar volvió.

— Me alegro mucho, Joven Edgar — Respondió Byron con felicidad en su interior, era una noticia muy linda.

Se quedaron callados unos momentos, un silencio para nada incómodo.

Byron vió su reloj

12:00 PM.

Ya debía irse.

— Creo que me voy despidiendo señorito Edgar — Dijo Byron levantándose de la banca, mientras acomodaba su traje.

Edgar reaccionó con un sustito
— E-está bien señor, suerte en su trabajo — Le sonrió.

— Ojalá poder verte mañana Edgar, hasta luego.

se fué caminando a su trabajo, sin apuros.