Día 12.

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El imbécil de su jefe, decidió darle otro descanso. Si fuera cualquier día normal, no lo aceptaría, pero carajo, estaba realmente agradecido.

Salió de su oficina luego de hacer algunos informes, preparado para empezar su bello día.

Fue en camino a la plaza, con algo en mente, algo que quería hacer hoy. (Aprovechando que tenía descanso)

Y eso era.. invitar al cine a Edgar.

Él definitivamente no era de invitar a nadie, así que era la primera vez en veinte años que por fin quería pasar tiempo con alguien, estaba muy feliz por ello.

Fue camino a la plaza, ya era muy se costumbre ir y sentarse ahí con Edgar, apesar de que ninguno de los dos acordaron con verse, allí iban todo el tiempo, a la misma hora, al mismo lugar.

— Hola Edgar — Saludó Byron sentándose y cerrando su paraguas.

Edgar dió un pequeño salto, Byron había sido muy ruidoso.

— Deberías ser más cauteloso — Dijo Edgar con mueca de enojo.

Byron se dió cuenta de su error — Lo siento, debí venir con más tranquilidad supongo

— ¿Por qué llegaste tan temprano?— Preguntó Edgar

— Mi jefe me dió otro día libre — Dijo con emoción

— Oh, eso es genial — Sonrió Edgar

— Y.. quería invitarte a salir-

Byron se calló, sin terminar la frase.

Edgar lo miró confundido.

— ¿A salir?..

— Disculpa, soy un imbecil. — Dijo derrepente Byron, después de haberse quedado en silencio por unos segundos.

— ¿Qué? — Preguntó confundido Edgar

Byron, ahora que lo pensaba bien, ¿Como carajos iba a invitar a Edgar al cine? Era realmente un idiota. Se dejó llevar tanto por la emoción, que olvidó algo tan.. obvio.

— Iba a decir algo totalmente estúpido.

— ¿Que cosa? Me dejaste con la intriga.— Dijo Edgar confundido, pensó que se había arrepentido.

— Iba a invitarte al cine.

Edgar se quedó en silencio por unos segundos mientras Byron se moria de vergüenza.

— Eso sí que es muy estúpido, Byron — Comenzó a reír Edgar, en vez de tomárselo como una ofensa, se lo tomó como algo gracioso.

Byron le contagió su risa, y comenzó a reír el también.

— Tener tanto trabajo me quema la cabeza. — Dijo entre risas.

Al final, sin querer queriendo, terminaron riendo los dos por algo tan estúpido.

— Podemos volver a almorzar algo, o cenar sin quieres, no tiene por qué ser ahora mismo. — Propuso Byron.

— ¿Otra vez vas a gastar dinero en mi? Me siento mantenido. — Dijo con tono de burla Edgar

— Me da igual el dinero mientras pasemos un momento de calidad.

— Me gustaría escuchar algo de música.

— ¿Pasear en mi auto mientras escuchamos música? Suena bien.

— Definitivamente suena mejor.

Días de lluvias y ceguera | Byron x Edgar | Brawl StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora