Falling Into Black

Capítulo 44: La despedida es tan dulce.

Capítulo 44: La despedida es tan dulce.

Después de la cena subimos a todos a los vehículos y nos mudamos a una casa en el vecindario de al lado. Y por todos me refiero a todos. Incluso Rick y Lori llegaron refunfuñando.

Bueno, Lori vino quejándose de que somos un montón de traidores que les están haciendo mal. Los comentarios mordaces no han parado todavía. Rick simplemente se negó a mirar a nadie.

Aunque no duró mucho. Sirius y yo tuvimos guardia durante la noche. Así que fue muy fácil ver a Rick y Lori saliendo a escondidas de la casa. Sobre todo porque Carl estaba clavando sus talones en silencio.

Los vimos ir por el camión, sabiendo que las llaves siempre se guardan adentro. Supongo que escogió el camión por la cesta de Moisés visible, la plétora de suministros para bebés y la pila de bolsas. Pero no recolectamos esos suministros para ellos.

Una ballesta vibra, la flecha pasa muy cerca de la cara de Rick. Tanto Sirius como yo nos ponemos de pie, observándolo con cautela mientras nos apunta con su arma. Sin embargo, el cuadro solo se mantiene por un momento.

"¿Vas a mantenernos prisioneros?" Rick grita enojado.

"Nop", Sirius arrastra las palabras, burlándose del acento de Rick, "pero ustedes tampoco aceptarán nuestra mierda".

"La minivan fue elegida para ti", le recuerdo intencionadamente. "Tiene un tanque lleno de gasolina y suministros dentro que ya han sido reservados para ti de lo que recolectaste con nosotros y lo que te donamos".

Sirius sonríe, mostrando dientes afilados y agrega: "Tienes el hábito de tratar de tomar más de lo que te corresponde. Pensando que tienes derecho a ello por alguna extraña razón. Pero no vamos a darnos la vuelta y jugar a la pelota". ."

"Saben lo que se ha reservado para ustedes", les recuerdo de nuevo. Especialmente teniendo en cuenta la tensión que han provocado desde que aceptaron a regañadientes venir con nosotros. No haremos que se vayan sin nada pero tampoco dejaremos que nos roben.

Lori se burla acusadoramente: "¿De verdad vas a echarnos sin nada?".

Sirius resopla, "Mujer, ya tienes nuestras balas, una camioneta que recolectamos, ropa en esos paquetes que llevas que provienen de nuestros suministros. Podríamos dejarte con eso y sería más de lo que te mereces".

"¡Pero estoy embarazada!" Ella responde bruscamente, de repente sonando desesperada.

Sirius se encoge de hombros, "No es nuestra culpa. Por lo que recuerdo, tampoco es culpa de tu esposo. Y no somos responsables de tus decisiones, aunque me da pena ese bebé".

Lori agarra el brazo de Rick, susurrando lo suficientemente estridente como para que su voz se transmita: "Entonces, volvamos adentro".

"No se puede hacer", grita Merle en voz alta, encendiendo un cigarrillo mientras sale de la casa rodante. Saca su arma, apuntándola perezosamente mientras les dice: "No se puede confiar en ustedes, así que no se quedarán con nosotros. Mejor tomen la minivan y sigan su camino".

"¿Nos abandonarás para morir?" Lori grita acusadoramente. "¿Condenarás a mis hijos a morir?"

Merle pone los ojos en blanco, "Ustedes mismos lo han hecho. Les dimos una oportunidad y nos la escupieron en la cara. Les dimos suministros suficientes para que les durara un mes y tienen el descaro de tratar de robar más".

"Es mejor que te vayas ahora", gruñe Sirius en advertencia. "Y sé que si nos volvemos a encontrar no será como amigos".

Todavía dudan. Lori sostiene a Carl, mirando de un lado a otro de nosotros en el RV a los demás saliendo lentamente de la casa. Sin duda escucharon su último comentario y está confundida por qué todos no corrieron en su defensa.

Parece pensar que estar embarazada la convierte en una prioridad. Como si hiciera que su vida valiera más que la de los demás. Y no sabe por qué la gente no se apresura a defenderla, a rogarle que vuelva al grupo. Merlín, me recuerda a la tía Petunia.

Un arma ladra fuertemente en la noche, el sonido resuena. Salto, desacostumbrada a las armas no hechizadas. El humo se eleva del arma de Rick, identificando la fuente.

Sirius suelta una carcajada, "¿Honestamente me disparaste? ¿Con las balas que te di?"

Miro por encima, incapaz de ver una herida en la oscuridad. Sirius dispara de vuelta, el sonido más suave. Pero Rick tropieza con el golpe. La oscuridad se extiende desde su hombro izquierdo.

Lori empieza a gritar que lo hemos matado. Ella nos maldice y le ordena a Hershel que venga a salvarlo. Él también lo habría hecho si alguien más que Beth lo hubiera llamado para que se detuviera.

"Déjalos ir, papá", dice Beth con calma, de pie en la entrada de la casa rodante detrás de Merle. "Él mismo se lo buscó y todos pueden ver que no es fatal. Pero no los quiero cerca de mi familia".

Los pasos de Hershel vacilan, su mirada fija en su hija menor. Después de un momento asiente con la cabeza. Todavía se ve dolido, más aún cuando Lori grita traidor y trata de ordenarle que lo ayude. Incluso trata de rogar, pero cuando eso no obtiene una respuesta inmediata, lanza insultos.

Merle ordena a los demás que empaquen rápidamente. Todo este ruido atraerá a los caminantes y no queremos que se nos acerquen sigilosamente. Se apresuran a obedecer, encendiendo faroles para ver dentro de la casa.

Además de la minivan que preparamos para los Grimes, también tomamos dos SUV. Las nuevas incorporaciones se dividen equitativamente entre el camión y ellos, cada uno se proporciona en caso de que deseen dividirse. Un SUV va para Hershel, Maggie y Glenn. El otro va con Carol y T dog mientras que el camión va con las cuatro personas nuevas; Nichelle, Brently, Jag y la pequeña Tinashea, apodada Tiny.

Cargamos a todos. Merle sube a la camioneta mientras Sirius y yo subimos a la casa rodante. Las motocicletas están en un remolque de metal tirado por el camión porque sus motores son demasiado ruidosos.

"Vienen caminantes", grita Merle mientras nos alejamos. Embiste a tres, desorientando a la manada a su paso. Seguimos su ejemplo. Miro inquisitivamente a Sirius, quien resopla: "Sabía que intentarían algo, así que mantuve el escudo".