Prólogo

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El joven poeta de ojos chocolate nunca había experimentado antes esos tan extraños pero a la vez agradables sentimientos por nadie en su joven vida; sentimientos latentes, acelerados e indescriptibles que hacían que los latidos de su corazón acele...

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El joven poeta de ojos chocolate nunca había experimentado antes esos tan extraños pero a la vez agradables sentimientos por nadie en su joven vida; sentimientos latentes, acelerados e indescriptibles que hacían que los latidos de su corazón acelerarán de forma incontrolable.

Se encontraba completamente confundido, porque esa era la primera vez que Mariano Guzmán sentía esa clase de sentimientos por alguien.

No sabía en qué momento había comenzado a sentir aquello por esa bella chica de lentes.

Tal vez había sido su sonrisa, su forma de ayudar a su familia sin importar qué, su torpeza, posiblemente su forma de afrontar las cosas, o el simple hecho de que ella se hubiera hecho tan cercana a él; cualquiera de esos simples factores habían logrado lo que nunca antes nadie había conseguido: ganar de verdad el corazón del atractivo joven Guzmán.

¿Pero por qué ella? Su madre siempre lo había emparejado con Isabela porque decía que Mirabel no tenía un don con el cuál servir a su familia de la misma forma en la que los demás miembros de los Madrigal lo hacían.

Seguramente estaría muerto si ella se llegara a enterar de sus sentimientos hacia la tan llamada "Sin don".

Aún así, no podía hacer nada; era lo que sentía, y no podía controlarlo o pararlo.

Mariano siempre había tenido miedo a ser rechazado, un miedo bastante oculto del cuál nadie sabía por miedo a recibir burlas.

¿Por qué Mirabel conseguía lo que nadie más podía?

Por una parte, aquella Madrigal de redondos lentes le daba una calidez excepcional e incomparable, sin embargo, la otra parte pedía que los sentimientos pararan.

No sabía con quién hablarlo, y tampoco quería guardárselo para sí mismo como lo había hecho miles de veces anteriores con sus problemas.

No quería sufrir.

Por lo cuál, el joven de cabello negro decidió dejar sus pensamientos plasmados en una hoja de las pocas personas en las que confiaba. O mejor dicho, objetos.

Su querido diario.

Su querido diario

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Querido diario ; {MariMira}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora