¿Cᴜᴀɴᴛᴏ ᴄᴜᴇsᴛᴀ ᴍɪ ʟɪʙᴇʀᴛᴀᴅ? / 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕠 𝕋𝕠𝕕𝕠𝕣𝕠𝕜𝕚 𝔽𝕒𝕟𝕗𝕚𝕔

PRÓLOGO

Mi hermana Cristal acababa de cumplir sus 10 años, mis padres habían decidido no hacerle algo grande porque, bueno mi madre estaba muy enferma y sus medicamentos no eran muy baratos. Habían venido nuestros amigos y algunos amigos de mis padres. Todo iba tan normal, pero como dicen por ahí todo lo bueno se acaba.
Mi padre nos despertó en la madrugada, éramos unas niñas y si él decía que nos fuéramos con ese señor, lo haríamos, era nuestro padre que mal nos podría hacer.

Grave error

Llegamos a un pueblo un poco alejado de dónde nosotros vivíamos, tocaron la puerta y una señora nos abrió, nos volteo a ver con cara de pocos amigos y entro a la casa dejándonos ahí afuera junto con aquel señor.
De nuevo salió y le dijo algo a aquel extraño sujeto; de un momento a otro siento como se llevan a mi hermana de mi lado, llore y patalee pero nada de lo que hice logro pararlos.

La señora, que después llamaría Madre, me arrastró hacia una habitación y me explicó todo.

—

Estás aquí porque la señora Hershberger te compró, te educaremos y enseñaremos el arte de ser una dama - ¿aquella señora me había comprado? - Sé lo que piensas, la señora no es mala, está invirtiendo en ti, te tienes que sentir muy afortunada - aquella señora hizo una pausa - Me llamo Clara pero puedes llamarme Madre, a partir de hoy harás lo que la señora Hershberger te pida si no quieres un castigo.

Aquello sonó tan increíble, mis padres me habían vendido, tan solo tenía 6 años ¿Para que podía serles útil? Seguramente para nada  y según lo que me dijo madre tenía que portarme bien y hacer caso a todo lo que ellas dijeran.

Unos días después conocí a la señora Hershberger que como suponía tenía pinta de ser una mujer rica, ella también me explico cómo debía comportarme, me dijo que cuando cumpliera 18 me "lanzarían al mercado"  para ser solo dama de compañía, y si a los 20 nadie se ofrecía a comprarme me iba a ir muy mal.

Era obvio que yo no quería eso y créanme que trate de escapar pero...nunca lo conseguí.

Al cumplir los quince años, más nerviosa que nunca por las visitas de todos esos hombres que según madre y la señora Hershberger eran compradores potenciales. Me dejaron salir a hacer los mandados, iba tan en mi mundo cuando choque con alguien, un poco cliché «como dicen todos esos libros».

— Perdona, no te vi - le digo a aquella persona, volteo a verlo y es un chico de aproximadamente mi edad, le doy un escaneo rápido.

Ojos de distintos colores «heterocromía», un poco alto incluso sentado por el leve tropezón que nos dimos, una marca en su ojo izquierdo y el cabello de dos distintas tonalidades: una mitad roja y la otra parte blanco, casi platinado.

— No es todo tu culpa, yo venía un poco distraído - me miró a los ojos, Dios ¿Cómo se respira? Esa mirada me hizo temblar y si no fuera porque ya estaba tumbada me hubiera caído.

— Digamos que fue la culpa de ambos, ¿Esta bien? - le sonreí un poco

— Culpa de ambos, entonces – se levantó y me tendió su mano, dude un poco pero accedí, su mano estaba tibia y contrasto perfecto con mi mano que estaba fría.

— Fue un gusto chocarme contigo - me di cuenta de  lo que dije y me ruboricé – es decir – titubee un poco al no saber que decir, a lo que él se rio de mi, una risa muy linda a mí parecer.

— Igual fue un gusto chocarme contigo, espero verte pronto y que sea en otras circunstancias –me dio una sonrisa rápida y volvió a su semblante serio –¿Puedo saber tu nombre? - era demasiado respetuoso, si fuera rico a Madre le encantaría.

– Me llamo Kira, un gusto –alcé mi mano para que la juntara y se hiciera un saludo, pero él la agarró y le dio un suave beso en el centro.

— Todoroki Shoto – siento que ya había escuchado ese apellido, sin embargo le reste importancia y mucho más al ver qué era demasiado tarde y si llegaba un minuto más tarde de lo acordado no volvería a salir.

– El gusto es mío Shouto, debo irme - dije un poco rápido recogiendo todo lo que tire – espero volver a verte - me acerque a él, le di un beso en la mejilla y salí corriendo, como una dama claramente.

Desde ese día todo cambio, el hecho de conocer al joven Todoroki me hizo ilusión y mucho más el hecho de que me lo pudiera volver a encontrar.