Capítulo 12.

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15 años después.

Harry se despertó por el sonido de su celular, abrió los ojos percatándose que aún era de noche, hizo una mueca y se removió en la cama, otra vez había tenido una pesadilla, más bien nuevamente recordaba la imagen de Niall temblando en una esquina.

El ahora adulto extendió su brazo hacia la mesilla de noche y tomo su celular, entrecerró los ojos por la molesta luz del aparato.

Era una llamada, de su trabajo. Sin dudarlo más respondió.

—¿Qué pasa? Son las 3 de la mañana.

—Jonhson de nuevo... se escapó. Ya lo encontramos, pero no entiende razón, se encuentra en una situación peligrosa ¿Puede venir? Ya le envié la ubicación.

—Voy para allá.

Harry colgó de inmediato, se levantó de un brinco, se puso la ropa que encontró y salió corriendo de su apartamento, bajo por el elevador y llego hasta su auto. Entro en él y se puso en marcha.

Después de media hora de conducir Harry finalmente llego a su destino. Desde su automóvil pudo percatarse de la situación.

Un hombre de edad madura, se encontraba arriba de un edificio de 6 pisos amenazándose con aventarse. Harry bajo a toda prisa del coche, entro en aquel edificio viejo y subió las escaleras, al llego a la azotea se encontró con los enfermeros quienes estaban realmente preocupados.

En cuanto Harry los vio les hizo señal para que se mantuvieran en silencio, no quería poner en alerta el señor Jonhson, pues estaba muy alterado.

Harry se acercó muy lentamente hasta que quedo en el campo visual del hombre.

—¡Doctor Harry! —chillo el hombre al verlo—No se me acerque. ¡Voy a saltar!

—¡No lo hará! ¡Baje de ahí ahora! —ordeno Harry.

—¡Quiero morir! ¡Lo hare! ¡Lo juro!

—Tranquilícese. ¿De acuerdo? Hablemos... si se lanza de esta altura, solamente se hará daño, no morirá y entonces lo volverán a encerrar y no podrá salir ni siquiera a ver la luz del sol—amenazo Harry.

El hombre dudo por algunos segundos, los segundos perfectos para que los enfermeros actuaran y bajaran al sujeto quien se resistía.

—¡Por favor! ¡Déjeme morir! —suplicaba el sujeto mientras se retorcía en el suelo.

—No va morir mientras yo sea su doctor ¿De acuerdo? —comento eso mientras le inyectaba un tranquilizante en el brazo.

—Lamento haber llamado a esta hora doctor Harry, pero estuvo encerrado en un taxi mucho tiempo y cuando pudo escapar subió hasta aquí—el enfermero se disculpó.

—No te preocupes, al menos lo encontraron a tiempo...

Los dos hombres se llevaron al hombre quien poco a poco iba perdiendo el conocimiento.

Harry se había convertido en un exitoso psiquiatra, que trabajaba en un hospital, especializado en enfermedades mentales. Quería entender el cerebro humano y los trastornos que provenían de él.

Ahora tenía 32 años y era un adulto completamente independiente, todo gracias a su adorada abuela que por desgracia había muerto cuando él tenía apenas 20 años.

Harry miro a su alrededor, no conocía ese sitio, ni si quiera tenía idea de que condado era.

A pesar de que era de madrugada podía escuchar la fuerte música proveniente de ese edificio que a decir verdad era bastante viejo.

We are not Friends- Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora