𝐑𝐨𝐭𝐨 : ᵗʳᵘᵉᵈᵃⁿⁱ

🌙 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖳𝗋𝖾𝗂𝗇𝗍𝖺 𝗒 𝗎𝗇𝗈 🌙

─────── ✿ ‧ ‧ ‧ ‧ ‧ ‧ ‧ ‧

───────────────────

🌙 .

.

.

— Y bueno... ¿Qué fue lo que pasó mientras no estaba? — Daniel pregunta, una vez que estuvo con Valentín en el jardín, estando sentados en el pasto.

— No creo que sea bueno que hablemos de eso y lo digo por tu bien. — Oliva responde de inmediato y con una mueca en el rostro.

— Por favor Valentín, que a estas alturas dudo mucho que algo más me pueda hacer daño. — Ribba declara de manera obstinada, haciendo que el otro suspiré con cansancio. — Además que ya me cansé de no saber nada y sentir que todos me están ocultando cosas. — afirma, porque desde hace tiempo sentía que había "algo" extraño con sus padres.

— Bueno... Es que nada es sencillo de explicar. — Oliva comenta nervioso.

— Y es por eso que te pido a vos qué me digas lo que sucede, porque siempre encuentras la manera de decirlas. — el platinado señala de inmediato, haciendo suspirar al otro.

— Daniel. — lo llamo. — No es por asustarte o preocuparte, pero tu familia se está yendo a la mierda. — informa.

— Creo que eso es bastante evidente. — Daniel responde con una mueca, ya que no le había dicho nada nuevo, aunque lo que iba a escuchar no sería de su total agrado.

— Se que si, pero yo me refería a que tus viejos la han pasado demasiado mal desde que ustedes... desde que ustedes se fueron. — Valentín dice, no mencionando directamente la palabra "secuestro", solo para cuidar un poco al contrario. — Porque los tipos les pidieron una cantidad exagerada de plata. — informo.

— ¿Qué tanta plata fue? — el otro consulta con un dolor en el estómago, casi arrepentido de incitar esta plática.

— Fueron más de diez millones de pesos por los dos. — el rubio contesta. — Y cada día que pasaba ellos les pedían aún más. — agrega. — Tu madre llegó a perder la cabeza en más de una ocasión y tú viejo estuvo a punto de matarse por no saber cómo manejar la situación. — susurra, haciendo que el cuerpo del menor tiemble un poco y que se quede callado por un par de minutos. — ¿Daniel? ¿Estás bien? — pregunta preocupado, aunque más que todo por la expresión sería que aquel tenía en el rostro.

— Si, solo pensaba en algo. — Ribba comentó bajito. — ¿Pero qué más pasó?

— No creo que sea buena idea seguir, te vas a hacer daño. — Valentín señala, pero el menor solo es capaz de negar.

— Dale, habla Valentín que sé perfectamente a lo que me estoy enfrentando, así que no te detengas por favor. — el castaño dijo.

Más que decidido por terminar de escuchar lo que el rubio tenía por decirle y así tratar de tener una visión completa de lo que pasó, y de lo que podía pasar de ahora en adelante.

— La situación de los primeros días fue bastante crítica. — Valentín le informó sin más. — Aún recuerdo que tú madre lloraba sin parar, mientras que tú padre intentaba mantenerla tranquila. — señaló con pesar. — Aunque por dentro él también se estuviera muriendo.

— Ambos sufrieron mucho. — el menor se lamenta por hacer pasar un mal rato a sus viejos, aunque él no hubiera tenido la culpa de ello.

— Demasiado, y aún se me pone la piel de gallina al recordar cómo me enteré de lo que había pasado. — admitió intranquilo. — Aunque antes, tuve que aguantar los maltratos de Manuel. — aclaro. — Él me fue a buscar al salón para tratar de sacarme información acerca de dónde estaban y porque no llegaban.