Capitulo 53

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Evangeline

—¿Qué diablos?— suelto al escuchar a Caroline.

—Lo que quieres decir es que el hermano psicópata de la mamá biológica de las gemelas quiere matarlas para obtener ¿poder?— procesa Elijah.

—Si.

—Que monstruo haría algo así— digo mirando a lo lejos a las gemelas.

—Entonces encontramos información de que Kai está colaborando con un grupo de vampiros de New Orleans, y también que él tiene una pequeña gran obsesión contigo Evangeline— dice Stefan.

¿Kai? Ese nombre me suena.

Me quedo en silencio y todos me miran tratando de descifrar mi expresión.

—¿Qué sucede?— la voz de Klaus me trae de vuelta a la realidad.

—Posiblemente yo lo conozca— digo.

—¿En que sentido?— Rebekah me mira y yo bajo la cabeza.

—Me acosté con el, una vez, dos veces, esta bien 3 meses— digo.

—¡¿Que tu que?!— Stefan, Klaus y Paul gritan al unísono. Las gemelas voltean un segundo a vernos y después siguen jugando.

—¡Te acostaste con Kai!— grita Caroline.

—Fue un desliz— digo. —Pero rompimos en cuanto supe que era un maniático

—Bueno, ya dejemos ese tema, hoy en la noche hay un evento donde el estará y con esta información necesito que uses tus encantos para poder saber que planea— Caroline hace un puchero.

—Para que decir que no, tengo un vestido nuevo y no encontraba cómo usarlo— digo sonriendo.

Camille entra a la casa sin tocar y se acerca a Klaus inmediatamente.

—¿Quién eres? Y ¿Por qué entras sin tocar a mi casa perra?— a Caroline se le marcan las venas en los ojos.

—Niñas vallan a su habitación— dice Stefan y ellas se van.

—Perra te hicieron una pregunta responde— suelto, ella me mira de arriba a abajo como si fuera una maldita zorra.

—No tengo porque darles explicaciones a ustedes, solo vine a hablar con Nik— dice y se atreve a darnos la espalda.

—Yo la mató— dice Caroline pero Stefan la detiene. —Tranquila, no la puedes matar— dice Stefan.

Ella no, pero yo si.

—Dios, bendícela— susurra Klaus.

Intento tomarla del pelo pero Klaus la aparta —Basta— dice poniéndose en medio de ella y yo.

—Quítate— gruño —A menos que quieras traumar a unas encantadoras niñas con 6 litros de sangre por toda su sala, no me voy a quitar— mira mi cara con una sonrisa en sus labios.

Me aparto de el, con una sonrisa en mi cara <<conmigo no se juega mi amor, pagaras muy caro por esto >>. —Bien, ¿Dónde puedo arreglarme Stef?— pregunto sentándome en el sofá.

𝕾𝖎𝖊𝖒𝖕𝖗𝖊 𝖊𝖘𝖙𝖆𝖗𝖊́ 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖙𝖎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora