~Beautiful~

~El #1~

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Amaneció y fui abriendo los ojos lentamente cuando el sol iluminó la habitación. "¿Por qué están las malditas cortinas abiertas?" Pero entonces recordé todo... La caja de condones terminó vacía pues no sólo la hice montarme mientras me memorizaba el movimiento de su cuerpo sobre el mío y el como ella disfrutaba enormemente tener el control por completo; ¿cómo negarse a eso? Se tomó literal el "hazme lo que quieras" Y lo cumplió; pero después de eso fue mi turno y la puse en 4 sobre la cama y sujetándola por las caderas le di hasta terminar rendido sobre su espalda; eso fue un capricho que me cumplí porque las caderas y nalgas de esa mujer eran el cielo en la tierra así que no dudé en protagonizar una pose en la que pudiera verla y sujetarla con ganas. 

Después de esa faena que duró hora y media nos quedamos dormidos, apenas si alcancé a soltar el condón al suelo y nos metimos entre las sábanas; se durmió en mis brazos, abrazándome y olí sus cabellos hasta no saber más de mí. Pero yo era de despertar temprano y apenas abrí los ojos la vi a mi lado; se había girado para el lado contrario; me daba la espalda y podía ver la curva de su silueta desnuda. "Joder" Era una queja por tener que levantarme porque nunca había despertado con una imagen tan perfecta en mi vida y para coronar la imagen el título del número 1 frente a la cama. "Felicidades Katsuki" Pensé sonriendo con soberbia y sólo para mí.

No quise despertarla así que sólo me deslicé por la cama para darme un baño intentando no moverme mucho; me llevé los condones y recogí la ropa del suelo; luego me metí a bañar pero estuve un rato parado bajo el chorro de agua con la vista fija en los azulejos. "¿Qué demonios hace Deku con ella?" Me dije, pero no pretendía opinar sobre eso, ya había hecho bastante al meterme al medio de la peor manera posible. Para cuando salí del baño ya había despertado, estaba de pie mirando por la ventana y envuelta en la sábana que sujetaba con el puño al centro de sus pechos; se le veía toda la espalda y el inicio de su coxis, se había acomodado el cabello de medio lado sobre su hombro como la noche anterior pero definitivamente ya no estaba peinada.

- París es hermoso, ojalá hubiera tenido más tiempo para conocerlo. – Dijo al notar que había salido del baño.

- ¿Cuándo te vas? –

- En unas horas. ¿Y tú? –

- En la noche. –

- Hmmm... - Parecía triste; así que caminé hacia ella sólo ataviado en toalla de la cintura para abajo. Besé su hombro y ella sonrió. – Ojalá se parara el tiempo. –

- Ese sería un poder muy aburrido. –

- Pero muy práctico. – Dijo girándose.

- Eso sí. – Y busqué sus labios pero se contuvo.

- No me he lavado los dientes. –

- No me importa. - Menté para apoderarme de sus labios y besarla con ganas; sentí sus manos en mis pectorales y su cuerpo se pegó al mío sin embargo...