~Beautiful~

~I never wanted to need someone~

(Nunca quise necesitar a alguien)

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- ¿Qué mierda? –

- Si no puedes contratar un abogado...

- ¡Conozco mis derechos! Ya cállese. – En la habitación del hospital sólo estaba el policía a mi lado y yo en la cama, el espacio era amplio pero no había nada ni nadie más; me sentía reventado a morir pero al menos estaba vivo, lo bueno de todo es que el imbécil sí estaba muerto. – Oe. – Me miró de reojo por una fracción de segundo y volvió a mirar al frente; parecía nervioso, un novato quizás.  

- No puedo hablar contigo hasta que llegue un abogado. –

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? –

- Desde el incidente, 9 días. –

- ¡No me jodas! – Eso sí era malo, no sólo porque en la maldita agencia tenían que estar como pollos sin cabeza sino porque le había prometido a ella que estaría ahí y no lo hice. No sabía nada salvo que había matado al bastardo a sangre fría cuando ya no era necesario y que por eso estaban apresándome; era parte de las nuevas malditas leyes para controlar a los héroes para que no hiciéramos lo que se nos viniera en gana; uno de los grandes aportes gracias al hijito mayor de Endeavor y sus berrinches televisados. En fin, estaba jodido hasta el maldito fondo. "¿Y ahora cómo mierda salgo de esta cagada?" No había pensado en eso hasta ese instante así que me quedé callado mirando al techo; me dolía todo, sobre todo el pecho y el brazo me hormigueaba, se sentía horrible pero al menos lo sentía; lo último que recordaba era no sentirlo y que colgaba como un trozo de carne inerte.  - ¡Agh! - 

- Llamaré a la enfermera. - Entonces el policía fue a la puerta y se asomó, algo habló afuera pero  no escuché; el dolor estaba comenzando ser una mierda así que no presté más atención. La mujer llegó y revisó la intravenosa y el suero que colgaba de una mierda a lado de mi cama, luego de otro mueble trajo una jeringa. 

- ¿Qué es esa mierda? - 

- Subiré tu dosis de analgésicos porque estás despierto; te sentirás mas tranquilo en unos instantes. - Dijo colocando la jeringa en el tuvo en mi brazo e inyectando el líquido y dicho y hecho; pasados unos segundos comencé a sentirme mejor; benditas drogas, sentía todo reventado. - ¿Mejor? - 

- Joder si. - Dije apoyando la cabeza en la almohada. 

- Bien, llamaré al médico para que te cuente de tu condición. - "¿Cómo que condición?" Esa palabra no me gustó pero ella no dijo nada más; se fue meneando una cola rosa debajo de su uniforme blanco y tanto el policía como yo la miramos porque era algo... inusual, parecía contenta, era perturbador de cojones.  

Pero no iba a estar tranquilo pronto entraron Jeans y la vieja bruja, sólo ellos podían hacerlo pero había alguien a quien quería ver; pero con todo lo que había pasado no tenía cara para pedirle que viniera; yo quedé de estar con ella, no que ella estuviera conmigo; que estupidez.