MITOLOGÍA PERUANA

Mukis

La palabra Muki o Muqui viene del vocablo en quechua Murik, que significa "El que asfixia" o "el asfixiado"; el término Muki también significa "húmedo" o "humedad"
En Huancavelica significa "el acto de torcer o ahorcar"

¿Pero qué es son los Mukis?
Los Mukis son duendes que viven en las minas del Perú, estos pueden ser tanto buenos como malos dependiendo de cómo los traten y de su estado de ánimo, pueden llegar a hacer bromas infantiles a los mineros al igual que ocasionar el derrumbe de una mina; existen varios tipos de Mukis al rededor de todo el país y se sabe de la existencia de enanos mineros en todas partes del mundo, siendo sus contrapartes extranjeras

Físicamente son menores a un metro de estatura, tienen la piel de un color rojizo, vestimenta de minero hecha de oro, tiene el cabello rubio y barba blanca muy larga, no posee cuello por lo que su cabeza está pegada al tronco, lleva consigo un casco que alumbra en la oscuridad con su magia o también puede colocarse encima una vela en la cabeza, se le describe con cuernos ya sea en su cabeza o en su casco que le ayudan a escarbar en la mina, tiene ojos con reflejos metálicos, lleva consigo igualmente un farol pequeño y una pica, camina como pato, sus orejas terminan en punta, lleva consigo una bolsa que contiene tanto hojas de coca como alcohol y tabaco, unas sogas de piel de caballo, tiene un miembro viril muy desarrollado para su estatura y, por último, tiene una voz gruesa que no encaja con su estatura

También se les ha visto usando trajes más autóctono como son ponchos con lana de vicuña y, en ocasiones, botas de goma junto con lámparas eléctricas; sus bromas infantiles constan de desaparecer herramientas de los mineros, robarles sus hojas de coca para que se mareen, causar algún pequeño derrumbe o llenarles la cara de hollín

Controlan las emanaciones venenosas y, a los mineros agraciados por ellos, les indican mediante juegos en qué parte de la mina hay más cantidad de oro; también pueden ablandar las vetas, endurecerlas o agotarlas inesperadamente

Según se cree a los Mukis les gusta jugar con los niños pequeños a las canicas y raptar a los bebés sin bautizar para volverlos uno de ellos; hay ocasiones en las que puedes pactar con un Muki para tener algo a cambio pero para esto debes hacer lo que el Muki te pida que hagas (ya sea darle un sacrificio, comida, tabaco o alcohol cada cierto tiempo), este será fiel al trato pero sí tú no lo eres entonces terminará matandote

Otro pacto que puede hacerse es que el Muki te dará una bolsa con oro para que la manejes en tu negocio y a cambio le des un porcentaje de tus exitos, sí no lo cumples entonces tendrás el mismo final

Tienen la habilidad de hablarte en sueños, hacerse invisibles, cambiar su cuerpo a la forma de un perro, un niño o hasta de un hombre rubio que se acerque a los mineros; para evitar que se te presente y derrumbe la mina se le hacen pagos y ofrendas con hojas de coca, alcohol, tabaco o hasta de sacrificios de animales

Según varios conocedores del tema se cree que los Mukis, en la época precolombina, ayudaban a los Incas en las labores mineras y habitaban en el Uku Pacha (inframundo Inca que se accedía mediante cuevas, minas o grietas en el suelo) siendo sirvientes de Supay (dios Inca de la muerte), con la llegada de España las cosas fueron cambiando significativamente y las leyendas empezaron a distorcionarse con el pasar de los tiempos

Se cree que la raza autóctona de los Mukis en realidad tienen la piel más oscura y ojos rojos pero que, con la llegada Española, no sólo vinieron los humanos a invadir sino también sus seres mágicos, por lo que muchas razas autóctonas de estos se perdieron pero nacieron otras gracias al mestizaje

Por último afirman que se pueden atrapar Mukis metiéndolos en una bolsa sujeta con cuerda hecha de pelo de caballo, ahí habrán dos posibles escenarios: o el Muki se convertirá a la mañana siguiente en oro llenando la bolsa con este metal, o pedirá su libertad a cambio de trabajar para su captor en la mina hasta que se aburra/moleste y termine asesinándolo