Era un hombre peculiar. De entre los muchos placeres que la vida podría ofrecer, más allá de la pasión, la riqueza y el poder a él únicamente le interesaba el sabor perfecto en una buena comida.
Era también, para este punto, un chef experimentado, sin embargo había algo que la gente desconocía sobre sus técnicas culinarias. Y es que tan extraña como quien la preparaba, la carne que acostumbraba utilizar no era ni de pollo, cerdo o res.
Izuku Midoriya disfrutaba de su propia rareza como si fuese un truco de magia; el secreto estaba frente a sus narices, más sin embargo nadie era capaz de verlo.
Paseaba libremente por la cocina ante los ojos desatentos de sus compañeros de clase. Al igual que otros días, hoy era su turno de preparar el almuerzo.
Cuidadosamente lavada, desprendida de cualquier piel e increíblemente suavizada, esa era la clase de carne que deseaba usar esta ocasión. Iba a preparar algo fabuloso.
Pero primero...
—Adiós, chicos.
—¿Midoriya, no deseas que alguien te acompañe? Últimamente las desapariciones se han agravado— comentó cierto bicolor. A sus lados estaban una castaña y una peli-verde.
—No es necesario, Todoroki. Estaré bien.
—¿Cómo puedes estar seguro?— preguntó la oji-marrón, sonando ligeramente más preocupada de lo que debería.
Una pequeña sonrisa tomó forma en los labios de Midoriya. Nadie notó algo extraño en esto, ni siquiera Tsuyu que siempre estaba tan atenta a los sentimientos de sus compañeros.
—¿Confían en mi?— los tres presentes asintieron —Bien, entonces comprenderán que soy capaz de ir y venir del supermercado y de casa sin inconvenientes. Lo he hecho antes e incluso me asignarán una escolta.
—Si, pero...
—Ya me voy— interrumpió a Ochako. La miró por un momento, dispuesto a inspirarle tranquilidad —Cuando vuelva les prepararé una deliciosa comida, lo prometo.
Salió por la puerta dejándolos con la palabra en la boca, con la hoja de permiso en mano. Al llegar a la entrada de la escuela estaba Aizawa esperándolo para escoltarlo.
—¿Y President Mic?— preguntó confundido, ni siquiera saludó. Normalmente era el rubio quien lo acompañaba. También era el único que le dejaría andar sin supervisión un rato.
—No ha podido venir, ha estado ocupado con... algo— respondió el peli-negro, no dispuesto a dar detalles sobre lo que su amigo hacía.
—Uh, bueno— aceptó ligeramente molesto. Se dirigió al auto que ya los esperaba para partir, intentando tranquilizarse bajo la idea de que ya se ocurriría algo para tratar la situación.
—¿A dónde iremos primero?— le cuestionó el profesor.
Izuku lo pensó por un momento, luego se dispuso a hablar:
—Necesito comprar algunas cosas, así que vamos a por eso.
El chófer, que había estado escuchando simplemente asintió como respuesta. Los llevó al supermercado más cercano, se estacionó en un lugar donde fuera fácil encontrarlo de vuelta.
...
Un rato transcurrió desde la pequeña cantidad de compras que habían hecho hasta que finalmente llegaron a su segundo destino, el que si importaba.
Se detuvieron frente al sitio, el conductor pidió permiso para pasar por un café mientras esperaba a su regreso. Recibió una respuesta afirmativa.
Estaban cada vez más cerca de la puerta de entrada a la que solía ser el hogar de Midoriya y su madre, las manos del primer mencionado sudaban un poco.
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Cena (BNHA ; Caníbal AU)
Fiksi PenggemarDesayuno, comida, cena. "Canaliza todas las malas emociones en el sabor los alimentos del día" aconsejó su madre. "Canaliza todo el odio en el sabor de quienes te hicieron daño" comprendió él. (ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(ᵔᴥᵔ)(...