Valentina.
Había logrado quedarme dormida luego de varios intentos, pero abrí mis ojos exaltada cuando escuché unos gritos provenientes de la misma habitación.
—¡Ya te dije que no hare ninguna wea!. —escuché como gritaba el Javier gritar.
Cerré mis ojos y me hice la dormida para poder escuchar.
—¿Entonces te vas a arriesgar a que en cualquier momento te llegue un balazo y aparezcas muerto?. ¡Mínimo piensa en tu familia Javier por la cresta! Y no te estoy hablando como compañero de trabajo, te estoy hablando como amigo. Te he agarrado caleta de cariño en todo este tiempo cabro chico, obvio que me preocuparía si te llega a pasar algo.
La habitación quedó en completo silencio.
—¿Has estado escuchando todo este rato, verdad?. —entreabrí un ojo y lo primero que pude ver fue al Javier mirándome fijamente.
—Yo me voy. —hablo quien creo que es el manager. —necesitan hablar, nos vemos mañana. —salió y cerró la puerta de un portazo.
—¿Que alcanzaste a escuchar?. —el Javier se notaba serio, su mirada me intimidaba.
—Perdón, no quise andar de sapa. —esquive la mirada.
—¿Que escuchaste, Valentina?. —se sentó a los pies de la cama y yo recosté mi espalda en el respaldo.
—¿De verdad te quieren matar?. —pregunte con curiosidad y una pizca de miedo.
Suspiro fuerte y agacho su cabeza.
—Algo así, es medio complicado el tema. —rascó su nuca. —te voy a contar todo, confiaré en ti y espero no me decepciones ni juzgues.
—No tengo la necesidad de ventilar los problemas de los demás para obtener un poco de fama y tampoco son quien para juzgarte, puedes confiar en mi. —me regalo una sonrisa y yo se la devolví.
—Antes de meterme a la música yo andaba metido en muchas weas malas, una de ellas era la droga. —entreabrí mi boca. —nunca consumí pero si vendí. Trabajaba para alguien que tenia mucho poder en ese entonces, nunca le había fallado pero mi hermano si lo hizo.
Note como sus ojos se aguaron, me acerqué a él y posé una de mis manos en su hombro.
—El Sebita también vendía pero la diferencia es que el si consumía. Un día me llama el jefe que nos pasaba la merca para preguntarme por un paquete que se había perdido, le expliqué que yo no tenía nada que ver y cuando le pregunté a mi hermano, angustiado me contó la verdad que el se había consumido la cocaina.
Su voz se entrecorto, el recordar le estaba doliendo y mi corazón de abuelita se sintió mal al verlo tan débil.
—Si no te sientes bien no es necesario que por presión me cuentes. —le hice cariñitos en el cuello, haciéndole entender que contaba con mi apoyo.
—No es por presión, quiero contarte y desahogarme.
—Está bien. —respondí, mirándolo atentamente.
—Nosotros en esos tiempos no teníamos los medios como para pagarle lo que valía el paquete. Yo intenté llegar a un acuerdo con el para que no le hicieran nada al Seba, dije que yo iba a pagarle lo que le debía pero claramente no podía hacerlo. Era demasiado pendejo, no sabía que tan peligroso sería mentirle a un tipo como el. Paso el tiempo y aún seguía sin pagarle el paquete hasta que un día a el loco le dio la wea y nos pego al Sebita y a mi, nos amenazó con mandar a mi hermano a la cárcel y así fue, aún sigue en cana.
—¿Y porque te sigue molestando si ya metió a tu hermano a la cárcel?, al final igual cobro venganza.
Me imaginé estando en su posición y la verdad es que no podría cagar con tanto dolor, de solo pensar en tener al Alonso metido en la cárcel se me parte el corazón.
—El no es el que me está molestando. —lo miré sin entender. — es su sobrino, el loco murio hace dos años pero dejó a cargo del negocio a su sobrino y el es el que quiere que le pague lo que aún está en deuda.
—¿Después de tantos años?, debe tener cualquier tiempo para andar cobrando cosas de años atrás.
—Así es este mundo Valecita.
—¿Y porqué no le pagas ahora que si tienes los recursos?. —tenía muchas preguntas pasando por mi mente pero no quiero incomodarle y decirle todas mis dudas.
—Porqué aunque le de la plata nada sacará de la cana a mi hermano. Estoy niai' si algún día me llegase a pasar algo, no le daré en el gusto al weon.
Suspiré.
—Deberías hacerlo, quizás así ya no lo verás nunca más. Piensa en que será un cacho menos para ti. Aparte, ¿como vas a estar niai' con que te pase algo?, ¿no piensas en tu mamá?, ¿en las personas que te admiran?.
Se quedó callado por un momento y rompió en llanto.
—Sinceramente no sé que decirte en estos momentos. —me aferré a uno de sus brazos. —no se porque pensaste que podría juzgarte, todo lo contrario; admiro tu valentía y tus ganas de salir adelante por ti y por tu familia.
El no respondió nada, su mirada estaba atenta a las caricias que yo hacía sus manos.
—Es raro lo que me haces sentir. —dijo, dejándome perpleja.
—¿A que te refieres?.
—Tú cercanía me da paz, no se que tienes ni el porqué me haces sentir de esta manera, pero créeme que lo voy a averiguar.
La puerta se abrió y nos dejó ver a una Fernanda ebria, agarrándose de las paredes para no caerse.
—Buenas noches Valentina. Gracias por escucharme. —el Pailita se paró de la cama y antes de salir de la habitación me miró por una última vez.
Suspiré fuertemente.
—¿Interrumpí algo?. —la Fefi tenia todo el maquillaje corrido y venía toda despeinada.
—¿Te dieron como caja?. —reí.
—¡Ay Valentina!. —se tiró encima de la cama.
Al igual que ella, me tumbe encima de la cama y acomode bien la almohada para luego cerrar mis ojos y entrar en sueño profundo.
──── ∗ ⋅✧⋅ ∗ ────
Javier.
Decir que estoy confundido es poco. No tengo claro lo sentimientos que estoy sintiendo en estos momentos.
¿Es posible que alguien te atraiga aún cuando solo la has visto dos veces?.
Ni siquiera se si es atracción lo que siento, quizás la mina me llama mucho la atención porque que me quede con la ganas de probar sus labios o quizás yo soy el único weon que se está pasando los medios rollos.
Uno de mis puntos débiles es mi hermanito, a ninguna mina antes le había hablado sobre el excepto a mi primera polola, la que estuvo conmigo antes de la fama. El que me haya abierto de esa manera a la Vale hace ver lo interesado que estoy en ella.
Tengo que dejar de sobrepensar tanto, al final lo único que quiero ahora en mi vida es seguir surgiendo como artista y estar completamente enfocado en mi y mi familia, nada más que eso.
O eso es lo que yo creía...
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𝐴𝑚𝑜𝑟 𝐼𝑚𝑝𝑟𝑒𝑑𝑒𝑐𝑖𝑏𝑙𝑒 - 𝑃𝑎𝑖𝑙𝑖𝑡𝑎
FanfictionApareció en mi vida sin saber cuanto nos necesitabamos, cuanto nos hacíamos falta; yo debía sanar y él ser sanado. Nosotros éramos el claro ejemplo de un "Amor Impredecible".