De: Harry_Styles@Styles.Jewelry.com
Fecha: 2008, 5 de agosto, 10:34 hrs.
A: Bambolina@formitore.it
Asunto: Contrato matrimonial, condiciones prematrimoniales... Siguiente
Ahora que nos hemos ocupado de los aspectos públicos de nuestro matrimonio, quizá debamos tratar de los privados.
Condición nº 4: Nada de entremezclarnos. Mantendremos nuestras vidas privadas separadas en todos los aspectos... económico, físico, social, etc.
H.
De: Bambolina@formitore.it
Fecha: 2008, 5 de agosto, 19:59 hrs.
A: Harry_Styles@Styles.Jewelry.com
Asunto: Contrato matrimonial, condiciones prematrimoniales... Siguiente
Hasta he tenido que buscar en el diccionario la palabra «entremezclar». De acuerdo. De acuerdo. lo he entendido. En público somos uña y carne. Y en privado mis tacones se mantienen fuera de tu armario.
____
Un segundo la boca de ____ estaba fría y mojada y al siguiente se transformó en calor líquido. Los vestigios de su miedo y preocupación endurecieron el beso y le proporcionaron una urgencia especial. Harry metió las manos en su cabello húmedo mientras ella le devolvía el beso con igual ardor.
Los minutos pasaron y el abrazo se transformó en una unión jubilosa. El alivio de Harry por encontrarla viva y relativamente ilesa hizo que se suavizara, que fuera gentil mientras se llenaba de ____. Hasta que la pasión volvió a llevar el beso a la zona de peligro.
El restallido seco del trueno le devolvió los sentidos. Se separó a regañadientes.
—No te muevas.
—Créeme, no iré a ninguna parte.
Se quitó el impermeable y lo extendió sobre las ramas que había encima de la cabeza de ella con el fin de darle cierta protección de la lluvia. Luego se acomodó a su lado bajo el dosel improvisado.
—¿Cómo estás?
—Tengo frío. Estoy asustada. Me lastimé el tobillo al caer. Pero aparte de eso, me encuentro bien.
—Veamos cómo podemos mejorar la situación —abrió la mochila y sacó el jersey y el impermeable adicional que había llevado para ella. La ayudó a levantarse y extendió la prenda en el suelo justo debajo de la que cubría las ramas—. Quítate la camisa.
Ella no lo cuestionó ni protestó. Sencillamente, hizo lo que le pidió. Sin aguardar que se lo sugiriera, también se quitó el sujetador antes de aceptar el jersey y ponérselo. A pesar de las circunstancias, Harry dispuso de tiempo suficiente para admirar la belleza de su forma y comprender que la realidad superaba con creces lo que había visto hasta ese punto.
—No pensé que alguna vez pudiera volver a sentir este calor —dijo ella suspirando con placer.
—Disfrútalo mientras dure. Nos queda una larga caminata de vuelta a la cabaña.
—Y más como tengo el tobillo —aceptó la mano que le ofreció y volvió a sentarse bajo el árbol—. No puedo creer que me encontraras.
—Me da la impresión de que eso fue lo fácil —miró por encima del hombro—. No podemos regresar por donde vinimos. La cañada se está llenando de agua.
—¿Hay otro sendero que podamos tomar?
—Esperemos que sí. Tengo una idea bastante aproximada de la dirección que debemos seguir.