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CAPÍTULO DIEZ: ESTÁ HACIÉNDOSE EL TONTO, O ES REALMENTE DESPISTADO.
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NO ERA DIFÍCIL DE ADIVINAR LO QUE HABÍA HECHO YEOJIN después de ver a Lee Suho en la tienda de cómics, ¿verdad? Ojalá pudiera decir que salió corriendo; que se escondió tras el espacio inexistente que había entre el sofá y la pared, incluso, que desapareció de un momento a otro, dejando un pequeño rastro de polvo como sucedía en los dibujos animados que solía mirar con su madre cuando no era más que una niña.
Pero eso no fue lo que sucedió.
En cambio, Yeojin no hizo más que observar al muchacho mientras se olvidaba de cómo respirar ─afortunadamente, su cuerpo no lo hizo─ porque era evidente que él la había reconocido, sobre todo, porque seguía vistiendo el uniforme de Saebom High. Aunque lo que más aterraba a la chica no era eso, sino el hecho de que el pelinegro los observaba sin pronunciar palabra alguna siquiera.
─Uh ─soltó confundido Yeojun, cuando su celular le avisó que tenía un mensaje nuevo, obteniendo la atención de su hermana inmediatamente. Sacó el aparato y lo miró solo para fruncir el labio. ─Tengo que irme.
─¿Qué? ─fue lo único que pudo decir la chica, ni siquiera logró preguntar la razón porque su hermano ya se encontraba de pie:
─Nos vemos luego ─se apresuró a despedirse él, seguidamente dejó un beso en la frente de Yeojin y se marchó bajo la mirada de ésta.
Consciente de que no estaba sola, dirigió la mirada al otro lado de la habitación, buscando a Suho. Aunque él ya no se encontraba ahí, sino que ocupaba el sofá en el que, segundos atrás, estaba su hermano.
¿Cómo demonios...?
Yeojin no hizo más que fruncir el ceño al no encontrar su mirada curiosa, pues se veía bastante concentrado en un cómic que ella no lograba reconocer ─aunque tampoco se esforzó por hacerlo─, entonces, vio eso como una oportunidad para escapar.
