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CAPÍTULO VEINTIDÓS: POR ALGUNA RAZÓN EL DESTINO LOS UNIÓ.
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YEOJIN CREÍA QUE SU TÍA SEUNG-HWA ESTABA EXAGERANDO. Sí, últimamente se sentía más agobiada debido a los exámenes ─y a Han Seojun recordándole constantemente que debía devolverle su “sudadera favorita”─ y su tutora evidentemente se había percatado de ello. Así que, decidió llevarla de regreso a la casa teniendo como objetivo principal que Yeojin pudiera olvidar el estrés que había estado generándole el instituto en los últimos días.
Sin embargo, dicha acción sólo consiguió estresar aún más a la adolescente puesto que, desde que abandonaron el edificio al que estaba obligada a ir gran parte del año, ella pensaba únicamente en regresar debido a dos personas.
I'm Jug-yeong y Kai Nishimura.
La menor de los Seo realmente esperaba que Kai no reconociera a su amiga, aunque estaba bastante segura de que no lo haría ─teniendo en cuenta que no la había reconocido a ella esa misma mañana─, la preocupación era un sentimiento que se negaba a desaparecer.
¿Y si Kai se percataba de que ellas eran las chicas que lo habían enfrentado un par de noches atrás? Yeojin no podía ni quería pensar en lo que ocurriría si dicho escenario se desarrollaba, mucho menos en lo que podría sucederle a la chica que se había convertido en su amiga recientemente.
─Mierda ─resopló la menor de los Seo, dejándose caer sobre su cama, mientras se cubría parte del rostro con su antebrazo.
La preocupación no iba a desaparecer con facilidad, no cuando se encontraba completamente desconectada del mundo exterior, pues su celular apenas y funcionaba después de haberle llamado a Han Seojun esa mañana.
─¡Jinnie! ─la llamó su tía desde el otro lado de la puerta de su habitación, la susodicha tomó una bocanada de aire antes de contestar:
