Capitulo 1: The devil of the industry

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En una oficina de Nikiforov entertainment, la empresa de entretenimiento más prestigiosa de Rusia, se encuentra un impaciente ceo, el cual intenta cumplir con sus responsabilidades, firmando, sellando y aprobando proyectos nuevos en beneficio y crecimiento de su industria, viktor era el fundador de dicha empresa, había comenzado desde abajo como una pequeña sucursal de noticias y periódicos, para luego pasar a un programa de entretenimiento y de a poco subir de escalón en escalón, a la vuelta de unos años ya estaban entrenando actores, cantantes y modelos, pues el ruso contaba con el don de reconocer el talento, él mismo había ensanchado y construido él imperio que el mismo se encargaba de dirigir por y más reconocido en la Industria del entretenimiento, viktor era conocido no sólo por ser un cazador de talentos, sino también por su carácter fuerte y compromiso con su trabajo, fiero, siempre atento y nunca había tenido un fracaso a lo largo de su carrera y estaba orgulloso de eso.
Viktor era conocido como el "demonio de la industria" un hombre respetado y admirado por sus empleados, ese es viktor Nikiforov.

--Chris, cual es mi horarios de esta tarde- el ruso frotó sus ojos mientras soltaba un suspiro, pues había estado trabajando desde muy temprano en la mañana. - tienes la tarde libre vitya, la reunión de las 3 se pospuso para la semana que viene, la conferencia de las 6 fue reemplazada por una presentación que te enviaran por correo mañana en la mañana, tienes suerte, hoy puedes relajarte- Christopher Giacometti, secretario y mejor amigo de viktor, el cual es también socio, dado que es inversionista y sus concejos nunca están demás al aceptar o rechazar proyectos innovadores, ya que gracias a él podían tener una amplia perspectiva no sólo en Rusia, sino también en países cercanos y lejanos, como Suiza, de donde Chris provenía.

- Eso es estupendo, necesito un café cargado- el ruso se levantó de la silla, no quería decirlo pero su parte baja se había dormido, no podía sentir sus nalgas así que caminó por la oficina con el fin de que su circulación regresara su trasero de oro a la sensibilidad correspondiente.

-recibido- el suizo se levantó dispuesto en busca de la cafeína para su amigo y de paso para el, era agotador contestar correos de propuestas, alianzas y proyectos que llegaban diariamente, necesitaba vacaciones.

Viktor al ver su secretario salir de la oficina, sacó su teléfono y rápidamente tecleo tres letras, pues su búsqueda estaba ya predeterminada, al aparecer lo que buscaba en sus mejillas se instalo un leve rubor, mientras que una sonrisa se dibujo en sus labios de manera inconsciente, una cara nunca antes vista por las personas cercanas a él, quien iba a saber que había algo que hiciera que el "demonio de la industria" sonriera con calidez.

-chernaya liliya... no puedo esperar para verte, seré paciente, estoy trabajando duro para tener al menos unas horas en tu presencia- pasos se escuchaban fuera de la oficina, se iban acercando, viktor guardó su teléfono y toda expresión antes habida no dejo ni rastro en el serio rostro del peliplateado.

-No había azúcar, traje tu café amargo como siempre, pero yo beberé leche esta vez... no sé como tragas esta porquería- el suizo arrugó el ceño mientras estiraba su brazo para que el ruso tomara la taza.

-si no te gusta entonces no lo bebas- limpió el borde de la taza que su amigo se llevó a la boca, le dio la vuelta y procedió a beberla. Un sonido de satisfacción escapó de sus labios al sentir como un trago le devolvía la vida, de veras adoraba la cafeína.

Luego de terminar su café, viktor aflojó el nudo de su corbata y tomó su maleta, hora de ir a casa.
- Adiós Chris, te veré mañana- viktor caminaba con pasos apresurados hacia el ascensor en donde se encontró con su agente de negocios exteriores, una pelirroja de rostro agraciado, Mila babicheva.

Tras bambalinas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora