【 ᴹᵃʳᵃᵗᵒ́ᶰ ²/² 】
Hay olor a tierra húmeda en el patio de casa, lo percibo muy bien porque la verdad es que soy demasiado sensible si hablamos de olfato. Casi como ésos perros policiales que ayudan a descifrar delitos.
Entonces me pregunto, ¿qué se sentiría ser un perro? Definitivamente me gustaría ser uno de los policiales, porque no sabría qué hacer si fuera un chihuahua y lo único que sabría hacer es ladrar.
—¿En qué piensas? —pregunta mi abuela, arreglando sus flores.
En ser un perro, por supuesto. Lo de todos los días.
—En que hoy amaneciste radiante —esbozo una sonrisa, acercándome a ella.
—Pues gracias, me apliqué una crema rejuvenecedora que me hace bastante bie... —se detiene y entrecierra sus ojos, mirándome—. ¿Qué quieres?
—¡Nada! —alzo mis manos al aire.
—Vamos, dime qué quieres, Jungkook. Soy vieja, no tonta.
Finalmente suspiro.
—Hoy habrá una fiesta por el cierre de semestre y los chicos quieren que vaya con ellos.
—¿Dónde será?
—En la casa de una alumna. Mi compañera, en realidad.
—¿Le pediste permiso a tu padre?
—No —trago saliva—. Probablemente me diría que no.
—Entonces tú quieres que te cubra toda la noche, ¿verdad?
—Qué lista eres, abue.
Ella exhala y asiente, dejando su pala en el saco de tierra.
—Cuídate, ¿sí? —sonríe.
—¿Es en serio? —me agacho para abrazarla.
—Sí tu padre se llega a enterar...
—Lo sé, tranquila. Él no sabrá —la miro—. Además, iré con mis amigos. Ellos son muy... tranquilos...
•••
—Voy a follarme al primero que me mire —dice Yoongi a mi lado.
—Oh, no otra vez —boto aire.
—Entonces le diré a todos que no te miren —sonríe Tae.
—¡No te atreverías!
—Sobornaré a toda la fiesta, Agustín.
—¿Recuerdan el último problema que tuvimos en una fiesta gracias a Yoongi? —cuestiona Nam al volante.
—¡Oh, claro que lo recuerdo! —exclama Jin de mala gana—. ¡Se folló a la esposa del dueño de la casa!
—¡Eran dueños de una finca de mandarinas! —se excusa Yoongi.
—¿Te prostituiste por mandarinas? —objeta Jimin a mi otro extremo.
—No es exactamente ese término, hermanito.
—¡Dios mío, tengo un hermano prostituto! —grita Jin.
—No vuelvas a nombrar a Dios en mi camioneta o tendré que echarte —habla Nam.
Siempre es así.
Salimos, Yoongi dice alguna incoherencia que usualmente le molesta a los demás, le hacen saber que está mal y debería comportarse, luego Jin habla de Dios y Nam comenta algo que termina en una discusión entre todos, pero entonces se interpone Jimin y salva el día.
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Luminisencia | JJK [+21] ©
Fanfiction𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 #𝟮 || Existían pocas cosas importantes para Jungkook; su familia, el arte, la música y las estrellas. Nunca imaginó añadir algo más a su lista imaginaria, menos que ése "algo" fuera pecosa, de lindos ojos, cuatro años menor que él y... ¡...