—Así que... —empieza Jimin—. ¿Me estás diciendo que quieres practicar boxeo para distraerte del hecho de que te gusta la nueva amiga de mi hermanita, y además te sientes celoso de su novio? ¿Sabes que es casi cuatro años menor que tú?
Más de mil quinientos años menor que yo, en realidad. Pero, ¿quién los cuenta?
—¡Eso no fue lo que dije! —me quejo al volante.
—Jungkook —me muestra una expresión de obviedad—. Te acabo de mencionar que Yoongi casi le rompe la pierna a Tae y tú sólo respondiste: "Sí, bueno, ¿pero ya viste los lindos ojos de ___?" Admítelo, te gusta.
—¿Pero los viste o no?
—Jungkook...
Sacudo la cabeza y suspiro, el rubio por otro lado mantiene su silencio.
—Tranquilo... —pronuncio en voz baja—. Sé lo que debo hacer. Ella no puede gustarme y lo entiendo, ¿sí? Es por eso que pretendo alejarme.
—Claro pero, ¿acaso podrás? La tendrás casi siempre en tu casa, y es imposible alejarte de algo que siempre se encuentra presente, ¿entiendes eso, Jungkook?
—Lo tengo controlado, Jimin —estaciono el auto afuera del centro comercial—. Además, tú te has enrollado con muchas personas.
—Tú también —me mira—, y con muchas chicas, pero lo hemos hecho sin sentimientos, ¿no? Quiere decir que no influye en nuestras misiones.
Trago saliva y asiento. Por un instante olvido que el rubio no tiene conocimiento de aquella verdad. Entonces, quiere decir que no le da demasiada importancia al hecho de que me guste ___, porque para él yo ya he estado con muchas mujeres, y no piensa que sentir atracción para mí es el peor de los problemas.
Pero lo es, joder. Nunca creí que llegaría a sentir atracción por un humano, y ahora que lo hago, se me es insoportable.
Y es que es complicado aceptar que ella está ahí, tan cerca de mí pero a la vez tan incansable, así como las estrellas. Puedo verlas, deleitarlas cada noche de mi existencia, apreciar su luz y admirarlas, sin embargo, no puedo tocarlas.
No se me permite tocar a ___.
Han pasado unos días desde que la dejé en su casa por última vez. Dentro de la Universidad trato de no caminar por los mismos pasillos en los que ella circula a diario, y siempre está con Yon, así que no me complica adivinar en dónde está. Probablemente almuerzan en el patio o escriben trabajos en la biblioteca.
Y yo... bueno, yo intento concentrarme en mi trabajo de arte.
—Opino que deberías distraerte —me dice Jimin.
—¿Con qué? —se me iluminan los ojos, creyendo que él sería capaz de ayudarme con el problemita.
Problemita cuyo lindo nombre es Lee ___.
—Acostarte con una chica podría funcionar —termina por hablar.
Pero mis hombros decaen, y salgo del auto. Definitivamente tener relaciones sexuales con una desconocida, no me ayudaría. No está en mis planes entregar mi cuerpo.
Aún no.
Y entonces me pregunto por qué es tan sencillo para la gente mostrar su desnudez ante los ojos de una persona o más. Y es contradictorio al mismo tiempo, porque aunque piense que el cuerpo humano es de las cosas más naturales que existen en este planeta, mi postura como persona que ha vivido veintiún años aquí, me hace creer que no. Mi abuela es la culpable del pensamiento que poseo hoy en día, supongo. Ella me ha hecho entender que cada acción que hagamos, tiene un significado o es especial a su manera.
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Luminisencia | JJK [+21] ©
Fanfiction𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 #𝟮 || Existían pocas cosas importantes para Jungkook; su familia, el arte, la música y las estrellas. Nunca imaginó añadir algo más a su lista imaginaria, menos que ése "algo" fuera pecosa, de lindos ojos, cuatro años menor que él y... ¡...