Cuando Tsukishima y Yamaguchi llegaron a la práctica matutina, les tocó un largo regaño por parte de Daichi, pues la noche anterior no habían dejado cerrados los vestidores. A pesar de ese mal inicio de día, ninguno de los dos se sentía mal, probablemente, ninguno había puesto atención a las palabras de su mayor, pues durante todo ese tiempo, habían mantenido sus meñiques juntos, gesto que no pasó desapercibido para Hinata, quién de inmediato se lo hizo saber a su novio.
La mañana pasó de manera usual. Incluso, a sorpresa de la nueva pareja, Hinata no había ido a verlos para hacerles preguntas sobre su plan, aunque Tsukishima tenía la sospecha de que no se salvarían del pelinaranja. Y no se equivocaba, pues minutos después de salir del salón tras escuchar la campana que marcaba el término del horario escolar, se encontraron con Hinata y Kageyama a la salida del edificio, evidentemente esperándolos.
-No pienso hablar de lo que pasó anoche con ellos. -murmuró el rubio antes de llegar con la pareja.
-Tendrás que buscar una forma de evitarlo sin mi ayuda, porque muero por decirles todas las cosas lindas que hiciste anoche. -Yamaguchi sonrió con picardía mientras Tsukishima evitaba su mirada.
Pronto llegaron con sus compañeros de equipo y, de manera poca sorpresiva, Hinata comenzó a hablar.
-¿Mis ojos me engañaban o tenían las manos entrelazadas cuando llegaron? -mantenía una mirada radiante mientras los miraba. Kageyama, por otro lado, observaba a su novio con interés y con una sonrisa tímida que hacía notar lo mucho que le interesaba cuánto dijera, Tsukishima rogaba no verse de ese modo tan ridículo cuando veía a Yamaguchi.
-Bueno, técnicamente no nos tomamos de la mano, sino fueron los meñiques. -Yamaguchi sonrió y el rubio suspiró, no quería tener una conversación con ellos dos sobre la noche anterior.
-Y bueno, ¿Ya son pareja de manera oficial? -Kageyama se unió a la conversación.
-¡Claro que lo son! -el pelinaranja miró a su novio y comenzaron una discusión sin sentido, que de hecho, no tenía ningún toque de seriedad.
Tsukishima miró a Yamaguchi en busca de apoyo emocional para sobrellevar a la ruidosa pareja, y para su gran alivio, su novio comprendió perfectamente su mirada.
-Nos vemos en la práctica. -el peliverde sonrió y sin darle tiempo a sus amigos de responder, tomó la mano del rubio y se lo llevó a uno de los jardines solitarios de la escuela para poder sentarse tranquilamente bajo un árbol aún con las manos unidas.
-No sé qué haría si tuviera que escucharlos así por más de dos minutos. -suspiró Tsukishima.
-Lo de siempre, probablemente. -rió su novio.
-Ustedes hablan de ese modo también, ¿Sabes?
La pareja se sobresaltó, dándose cuenta que justo al lado, se encontraban Asahi y Nishinoya, el primero viéndose bastante avergonzado, quizá por la intromisión a la conversación por parte del más bajo.
-Noya-San, ¿Qué hacen aquí?
-Bueno, aquí venimos a compartir tiempo de calidad juntos -el líbero se encogió de hombros- como se habrán dado cuenta, aquí no viene mucha gente, así que no le da pena compartir... -Asahi puso una mano en el hombro del más bajo- cariño.
-¿Cariño? -Yamaguchi miró a sus dos mayores sin comprender.
-Ellos salen, ¿No lo sabías? -Tsukishima miró a su novio extrañado- Hubiera pensado que Hinata te lo habría comentado.
-¿Salen? -Asahi asintió.
-Desde antes que ustedes vinieran a Karasuno.
-¿Por qué no lo sabía? -el peliverde tenía el rostro lleno de sorpresa- ¿Es un secreto?
Nishinoya soltó una carcajada.
-Para nada, a excepción de ti, todos lo saben, y pensaba que ya te habías hecho una idea, o qué Tsukishima o Hinata te lo habían dicho.
Yamaguchi alzó una ceja en dirección a su novio y éste se encogió de hombros. Antes de que el rubio pudiera responder algo, Asahi habló.
-Se ven bien tomados de las manos.
Ambos menores observaron sus manos. No habían hecho consciente el hecho de que no se habían soltado en ese tiempo. Aquello causó un rubor en ambos que hizo soltar a sus compañeros de equipo reír ligeramente.
-Les dejamos el lugar, nos veremos más tarde. -Asahi se levantó y antes de que su novio pudiera replicar algo más, besó la mejilla de éste, causando que lo siguiera sin rechistar.
La pareja de primero los miró irse, y en cuanto Yamaguchi los percibió suficientemente lejos, se acercó al hombro de Tsukishima y posó su mejilla en él.
-Me gusta tomarte de la mano.
El rubio apoyó la cabeza sobre la de su novio y miró sus manos.
-¿Suena muy cursi si digo que es algo que quería hacer desde hace mucho?
El peliverde se quedó en silencio unos segundos.
-Quizá, pero entonces ambos sonamos así, porque yo también quería hacerlo.
La pareja se quedó en silencio, simplemente disfrutando del silencio y de la compañía del otro, como si fueran los únicos allí, como si disfrutaran del tiempo en pausa.
-Toma mi mano mañana también. -murmuró Tsukishima con cierto temor a romper la paz del momento con su voz.
-Siempre.
El rubio sonrió alejándose un poco del peliverde para poder observarlo con atención, dándose cuenta, para bien o para mal, que probablemente, sí se veía igual de idiota enamorado mirando a Yamaguchi; sin embargo, importaba poco, pues se trataba de Tadashi, y nunca se cansaría de mirarlo y estar a su lado.
Yyyyyyy eso es todo. No sé si me encantó esta última parte, pero en general, me gustó muchísimo escribir esto, y verdaderamente espero que ustedes hayan disfrutado leerlo.
Lxs tqm, gracias por leer y les hago la invitación para leer un fic Kenhina llamado "Cartas a la nada", no es mío, pero es muy entretenido, y definitivamente más profundo que esto.
Una vez más, gracias por leer. Los tqm ❤️
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Tomar tu mano [Tsukkiyama]
FanfictionTsukishima asegura que no le gusta Yamaguchi, pero su comportamiento dice todo lo contrario