La mañana pasó de manera usual. Yamaguchi y Tsukishima estaban bastante pensativos, aunque, para Tadashi, era estresante ver a su amigo de ese modo, pues parecía que cualquier cosa que ocupara su mente en esos momentos, lo hacía enojar muchísimo; tenía el ceño fruncido y de vez en cuando apretaba la mandíbula; no saber lo que tenía a Tsukishima de ese modo hacía que Yamaguchi no pudiera poner total atención en otra cosa, quería ayudarlo, como siempre lo hacía. No se había dado ningún momento en el que pudiera preguntarle lo que sucedía, así que tuvo que esperar a que comenzara el receso.
En cuanto el profesor salió del aula, Tadashi se sentó frente a Tsukishima, este lo miró durante unos segundos y puso su bento sobre el pupitre; el peliverde hizo lo mismo, y juntos, a la vez, intercambiaron una parte. Ambos sonrieron. Aunque pudiera parecer un gesto simple, lo hacían todo el tiempo, llevaban dos partes en un almuerzo, una de ellas especialmente para el otro, lo preparaban de manera específica.
Yamaguchi comenzó a comer, ya más tranquilo, parecía que Tsukishima no estaba especialmente molesto con él, algo estaba mal, sí, pero no parecía ser por algo que él hubiera hecho.-Yamaguchi -Tadashi alzó la vista ante las dos voces que lo llamaron y miró a Tsukishima, quien tenía el ceño fruncido y los palillos agarrados con fuerza.
-Yamaguchi -Kageyama se acercó al peliverde y posó una mano sobre su hombro. -¿Estás ocupado?
Estando a punto de responder, Kei habló más rápido.
-Sí lo está.
Tadashi dio una rápida mirada al rubio y le propició una breve sonrisa, para después mirar a Kageyama.
-¿Qué necesitas?
-Que me acompañes, necesito hablar contigo sobre algo.
El peliverde se quedó en silencio unos segundos. Quizá era importante, pero no quería dejar a Tsukishima solo.
-Pero...
-Por favor. -El azabache lo interrumpió y casi de inmediato tomó la mano de Yamaguchi- Quiero hablar contigo.
Antes de que Tadashi pudiera responder algo, Tsukishima se aclaró la garganta llamando la atención de ambos, como si estuviera consciente de que en algún punto, se podía convertir en alguien invisible para ellos allí.
-Está ocupado, ¿Qué parte no puedes entender? -el rubio miró a Kageyama con la misma frialdad de siempre, podría decirse que incluso más, si eso era posible.
Tobio lo ignoró y volvió la vista al peliverde, apretando ligeramente su mano para intentar convencerlo.
Tadashi se levantó y miró con algo de pena a Tsukishima. No quería dejarlo solo, jamás lo querría, pero era rara la vez en que Kageyama necesitaba ayuda, o más bien, que la solicitaba.-Regresaré pronto, Tsukki.
Tsukishima, por milésima vez en la mañana, apretó la mandíbula y asintió apartando la mirada de ambos.
-Claro, lo pide el gran rey.
Fue Yamaguchi quien hizo a Kageyama salir del aula, por el sobrenombre del rubio, pudo haber sido capaz de quedarse frente a él mirándolo mal. En cuanto salieron, Tobio recobró el sentido y comenzó a llevar al peliverde por la escuela hasta el jardín en el que solía pasar el tiempo con su novio, nadie sabía desde cuando ese era el lugar de Hinata y Kageyama, simplemente se había quedado así y sabían que podían encontrarlos ahí.
Fue entonces, al ver el par de árboles a los que se dirigían, que Yamaguchi comprendió, Tobio no quería hablar con él, era Hinata, solo que había mandado al azabache en su búsqueda como parte del plan que tenía, justo como lo había sido ese atípico abrazo antes de la práctica matutina.

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Tomar tu mano [Tsukkiyama]
FanfictionTsukishima asegura que no le gusta Yamaguchi, pero su comportamiento dice todo lo contrario