4

550 52 1
                                    

Empezó a temblar, ella encerio estaba temblando.

Todos, absolutamente todos estaban en completo silencio. ¿Ahora que?.

¿Debían contárselo?, pregunta totalmente estúpida.

Claro que debían, es uno de los hermanos de la niña.

Totalmente debía saberlo, y más aún por que tarde o temprano se enteraría, y no querían que de la peor manera.

-¿Que?- shinichiro se puso de pie y se postró delante de él. Si se ponía agresivo el tratria de calmarlo.

-¿Mikey?- dijo de manera anodada, el la miró. Pero segundos después miró a shinichiro.

-¿tendrás un hijo?, te dije que usaras protección-le reprocho como si el fuera el mayor. Poco sabía de lo que se avecinaba.

-mikey, emma está embarazada.- la sonrisa que hace unos minutos se había formado desapareció para darle lugar a su típica mirada de psicópata.

-¿Que?- otra vez esa pregunta, pero ahora con ira como cola que pisar.

Ya no entendía bien las cosas.

Después de que el se tranquilizara, se dieron el trabajo de explicarle la situación. Quitando de lado quien es el padre y si ya lo sabía.

Nadie dijo nada, esa sala ya se había hartado de tanto drama y silencio.

El rubio salió de la casa, ¿que había pasado?.

¿Por qué las cosas se le complicaban tanto?, ¿no podía a cazo tener un poco de tranquilidad?.

A las 3 de la madrugada mikey llego, se golpeaba con cualquier cosa que estuviera en su camino.

El ruido parecía solo llegar hacia ella, pues solo ella bajo para verificar que se encontrara en buenas condiciones.

Lo encontró recargado en la pared, apestaba a alcohol.

¿Mikey había tomado del enojo?, no conforme con sentirse la vergüenza de la familia, ahora se sentía culpable por orillar a su hermano a hacer tal cosa.

No podía irle peor. Al dar la vuelta para ir por una manta, se incrustó un pedazo grande de cristal en la plantilla del pie. Si podía irle peor.

Soltó tal grito que por fin el sonido llego a los oídos de sus hermanos. Shinichiro e izana bajaron esperando lo peor.

Pero para su suerte mikey ya estaba ayudándo la, estaba tratando de sacar algunos de los tantos pedazos.

Aun que por su estado de ebriedad solo podía lastimarla más.

Ella solo podía llorar. Claro, del dolor.

-¿estas ebrio?- claramente shinichiro no sabia distinguir algunas cosas, aveces el podía ser tan tierno.

-si, lo está. Quitalo, yo iré por el alcohol- se dirigió a un cajón donde se encontraba un pequeño bote.

Mientras el iba por el alcohol, shinichiro quitaba a mikey de él sillón para que izana se posara en su lugar.

-Continuará....

Very short-drakenXemma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora