· El · Tercer · Mundo ·

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En este mundo hay todo tipo de personas. Tanto buenas como malas, normales como raras, altruistas como egoístas, pero el Manipulador... no tiene opuesto... Ser Manipulador es algo único. ¿Es una bendición o una maldición?

[...]


—¡Maldito Arne idiota! ¡Por tu culpa mi plan se ha atrasado meses!

Aunque en sí Arne no haya arruinado mis planes, será un poco más difícil realizar mis planes. Tengo que ganarme la confianza de todo el mundo para realizarlos sin problemas. Espero que esa mini plática con esas tres hiciera que tuvieran un poco más de confianza en mí, así que ese será mi próximo movimiento. Y empecé a dudar un poquito si debía amenazar a la maestra, porque ella podría revelar que soy un Manipulador y enviar todos mis planes a la chota.

Pero en principio no debería hacerme nada, ya que ella podría ir a la cárcel y arruinar su reputación fácilmente de por vida. Pero por ahora dejaré eso a un lado y empezaré a socializar con los demás sin parecer raro. Era la mejor oportunidad, no teníamos clase cuando se acabó el receso, hicieron una reunión de maestros para hablar de sus cosas... ¡Es hora de socializar!

Eso sí, muchos desconfiaban bien bastante de todos. Lo impactante fue que una estudiante común y corriente haya sido asesinada así de fácil por un Manipulador, por eso la gente empezaron tenerle miedo a los Manipuladores de verdad. En cualquier momento tú podrías ser presa de un Manipulador sin siquiera darte cuenta, puede que conozcas a uno y tú sin saberlo, o puede que ya estés siendo manipulado por él...

En fin... ¡A socializar! La clave está en pasar por desapercibido. Hacer que las personas nunca se les pase por la cabeza que eres un Manipulador. Aunque lo que intentaré hacer es no parecer una persona normal, ya que quiero ganar influencia en las personas. Pero por ahora solo actuaré como una persona normal, eso será después.

La situación de ahora es perfecta para eso, se había acabo el receso y los maestros estaban teniendo una reunión. Estaba viendo de cual de todos podría ser alguien con quien podría hablar. Tenía 3 opciones: 

3.- Jesper, era el niño que se había quedado conmigo solo con la maestra y el que le susurro cosas que aún no sé. Ya había dicho antes que me intrigaba, y este podría ser el momento de conocerlo. Pero decidí que no, ya que siento que podría ser algo raro después de que él haya hecho eso y no quiero parecer sospechoso.

2.- Stellan, era el callado del salón. Podría ser alguien bueno para conversar de algo sencillo y hablar de lo que yo quiera, ya que yo soy el que habla y él solo responde, y aprovecharía eso para guiar la conversación a donde yo quiero. Sería un buen inicio ganarse la confianza de él para después empezar a manipular a todos. De hecho, ese era al primero al que le hablaría... pero... había alguien más...

1.- Mads, el niño con depresión. Por lo poco que vi en sus redes sociales, era alguien con problemas severos. Sus padres se divorciaron hace un año y se la pasa todo el día trabajando para seguir estudiando. Aparte que mucha gente le acosa en internet y le dicen de cosas, una vez le mandaron una bomba a su casa. No tiene amigos siquiera. Él quería ser YouTuber, pero su sueño fue arrebatado por toda esa gente sin vida. Hablar con él y darle algo de ánimos, la gente me podría ver como una buena persona y con alguien que de verdad quiere la unión de las personas, no podía ser agresivo habiendo dicho que ese era mi sueño.

Ya elegí mi primer objetivo: Mads y su depresión.

Su escritorio estaba en una esquina del salón, pero no me hacía falta hacer algo para estar con él y hablarle, ya que, por suerte, él se sentaba justo a lado mío.

Su escritorio estaba en una esquina del salón, pero no me hacía falta hacer algo para estar con él y hablarle, ya que, por suerte, él se sentaba justo a lado mío

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