—¿Reconoces el nombre de Amelia Ferrara?. -Le preguntó el director de la institución a su secretaria, sentándose en la silla junto a ella. Aquel imponente hombre tenía una mirada mortal hacia aquella mujer que lo miraba sin interés.
—¿Es la dueña de algún local de comida?. -Contestó con otra pregunta, jugando con el bolígrafo en sus dedos, haciendo rayones en su escritorio.
—No.
—Entonces no me interesa.
—¡Es una maldita cazadora!. Es de un clan de Italia, y tú, le diste el paso a su hija para que entrará aquí. Y adivina que.
—No me gusta adivinar. ¿Que?.
—¡Toda su familia son cazadores!, incluso su ama de llaves por lo cual; ¡La niña a la que dejaste entrar también es una cazadora!. -Gritó exasperado el director, poniéndose de pie, golpeando la mesa. Quitándole el bolígrafo para que no siguiera rayando su maldito escritorio.
—¿Y que?. La chica debe tener sus estudios sin importar que sea. ¿O estas discriminando otra vez?. -Aquella chica de unos veinte, se levantó, cruzándose los brazos. Le molestaba cuando su jefe se ponía a hablar mal de los cazadores. Ajá; entendía que cazaban y mataban a los licántropos y vampiros, y que su superior era un licántropo... Pero no por eso hace falta la discriminación.
—Ya empezaste. -El rector suspira, negando la cabeza, yendo hacia la puerta de aquella oficina, volteando a ver a la humana. -Manda a alguien a buscarla, si no tiene donde vivir dale una de las habitaciones de las residencias. Capaz los vampiros la degollen antes de que nos mate a todos.
—Como diga, tío. Me trae una malteada de chocolate cuando venga. -Fue lo último que dijo antes de ver a su familiar salir de la oficina.
El director de la institución caminaba por los pasillos con su porte impasible con los brazos detrás de su espalda, manteniendo la mirada intimidante hacia cualquier alumno que se atreviera a voltear a verlo.
Caminó hacia la cafetería, entrando en esta con un golpe seco en la puerta, observando a los estudiantes sentados en la mesa, prontamente pudo visualizar a dos alumnos de su, no tan desagrado. Le hizo una seña para que se acercara al vampiro que había visualizado hace poco. Junto al menor, se dirigió hacía una de las mesas del centro, indicándole al vampiro para que tomará asiento junto al otro estudiante el cual alzó la mirada para ver al contrario y luego al director, alzando una ceja.
—Diga.
—Vendrá una alumna nueva... Humana.
—¿Quiere que nos encarguemos de ella?. -Sugirió el de diferente especie, jugando un poco con el pitillo que tenía su bebida de color extraño.
—Si, Antoni. Pero no es lo que piensas. -Aclaró el encargado de la escuela, acomodando su corbata. —Es una cazadora. Necesito que se acerquen a ella para vigilarla... Que no haga un plan maligno contra nosotros.
—¿No sería mejor matarla de una vez?. -Intervino Matteo, un licántropo. Terminó lo que estaba comiendo y dejó la bandeja a un lado, limpiando sus manos con su servilleta, haciéndola bola al terminar; volteando a ver al vampiro, tiró aquel pedazo de papel en la cara de Antoni, sonriendo de lado, burlándose de este.
Antoni lo miró mal pero no hizo nada, no era de buscarse peleas con un lobo, solo le hizo una mueca para que lo dejara tranquilo.
—Sería fácil, pero si algo le pasa, tendríamos a varios clanes de cazadores tras nosotros. -Explicó un poco fastidiado el director, rodando los ojos, suspirando levemente.
—Ah, ya. -Antoni se alzó de hombros, apartando las múltiples bolitas de servilletas que Matteo le había tirado. —¿Y cuando llegará?.
—Hoy, a las 3:00. Mañana será su primer día, así que intenten acercarse lo más que puedan.
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Ella Huele A Muerte
WerewolfGiovanna Ferrara; Nacida en Italia, hija menor de Amelia y Franco Ferrara, hermana de Gianna y Giovanni. Los tres hermanos son los mejores cazadores de su clan, sus padres se encargaron de entrenarlos desde niños para que consiguieran ese puesto. Gi...