Lucifer la veía, impresionado con el parecido, la belleza angelical resaltaba cada facción, logrando que ella fuera incluso más llamativa, no sabía bien el motivo, pero la hija del Arcángel Miguel había sido la réplica de este ángel de principios.
Recostado en la piedra lisa de la cueva, podía oír los gruñidos y lamentos provenientes del infierno; Estando todavía muy débil como para salir de las profundidades, habían acordado su encuentro en una zona media, donde era el límite entre ambos mundos.
Seguía afectado por la magia del Sello. Quién aunque solo le había desterrado, temía que sus poderes crecieran.
El Ángel Alessia ondeó su cabellera a un lado, del mismo tono cobre brillante de la chica.
—El parecido es increíble, literalmente idénticas. —Dijo, con admiración. —Si no fuera por tu cabello, pensaría que hablaba con ella.
Ella levantó una ceja, viéndole. —Trataré de no tomar esto como un insulto. ¿Que hay con el?
—Es más largo. —Respondió, haciendo una mueca de satisfacción. —Créeme Alessia, las dos son hermosas, y las dos tienen el honor de ser llamadas por el mismo nombre; Es cierto.
—Vine en cuanto la palabra llegó a mí; Gabriel me informó en una de sus visitas a Italia, tal parece Miguel ha muerto. ¡Un arcángel destruido por un nefilim! —Ella lleva las manos al aire en un exagerado gesto. —Me dije a mi misma que debía ser imposible. Aunque viéndote ahora, me doy cuenta que los rumores son ciertos....
Esta vez el rey de las tinieblas ríe con confianza. —Ella no asesinó a Miguel Arcángel, fui yo.
El asombro en sus ojos fue increíblemente palpable, como si la luz que había de pronto se apagara, tal vez duró un segundo pero fue capaz de percibirlo.
—¿Por qué?
—Intervenía con mis planes, era descuidado. —Se encogió de hombros. Una parte de él, le decía que debía tener especial cuidado con sus palabras ahora.
—No hay nada especial en esa chica, es solo un nefilim común.
—Pues esa chica ha escapado de la muerte inminente en dos ocasiones.
Ella guiñó un ojo. —La tercera es la vencida.
Lucifer examina al ángel de principios de pies a cabeza, ese tipo de mujer hermosa que no se veía sino en las épocas pasadas, había algo, casi imperceptible que las diferenciaba, una oscuridad visible para todo aquel que albergaba maldad en su corazón, así como él.
—Lo que no comprendo es la razón por la cual el sello es tu copia. Es la hija del Arcángel, no la tuya.
Alessia no rompe el silencio de inmediato, en cambio le mira pensativa, evadiendo la pregunta indirecta. —¿Me has dicho que posee la magia de todo Cevale?
Lucifer asiente apenas. Absorto en sus propias teorías. El rey del infierno es cauteloso, calculador. Y si bien una vez trató de poseer el poder de Alessia teniéndola cerca, por el momento debía recuperarse para formar una mejor estrategia.
—Tendré que prestar una visita a mi querida copia.
Aquello lo espabiló, tomando el brazo del ángel y atrayéndola a la mitad demoníaca de la cueva, la mano de ella empezó a arder como si estuviese prendida en fuego.
—No te atrevas a tocarla, Alessia. Tengo planes, una vez que me recupere, los llevaré a cabo.
Se deshizo del agarre con ferocidad, sosteniendo la mirada llameante de Lucifer. Sabía que ninguna de las palabras que dejaron sus labios tenían la intención de sonar honestas. —Lo que ordene el Rey.
Desapareciendo, con solo el celaje de sus alas, emergiendo desde las profundidades de la cueva subterránea, justo en el límite que los celestiales aún son capaces de cruzar.
Había algo claro: El ángel de principios, carecía de ellos.
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Ángel de Sangre: El Pacto Final ©
FantasySaga Marcas Celestiales - Ángeles III Orden Cronológico: Ángel Oscuro: El Sello Celestial. Ángel Blanco: El Llamador. Ángel de Sangre: El Pacto Final Verla era como verme a mi misma, el reflejo exacto haciendo que entrara en la locura. La copa cay...