Sweet Fantasy [SasukexHinata]

Capitulo 3. Reuniones.

Las explosiones retumbaron con fuerza, la tierra bajo ellos tembló y las hojas en los árboles caían con cada explosión, ninjas de Konoha estaban escondidos tras rocas, árboles o cualquier cosa que encontraban apta para ocultarse, mientras tanto quien era el capitán del escuadrón se encontraba escondido entre las ramas de uno de los árboles, tenía una kunai normal en sus mano izquierda y otra kunai que había sido un obsequio de su padre en su mano derecha. Sus azules ojos miraban el terreno del enemigo, buscando una apertura que atacar, guardo su kunai de simple complexión y sujeto con más fuerza la kunai que se le habia obsequiado. Sasuke y Hinata se habían retirado de la batalla después de sufrir lecciones y de perder sus escuadrones, en sí no sabía cuándo volverían, pero en cuanto recibió noticias de lo que estaba pasando entendió que no podía quedarse a esperar.

No se había hecho cargo del escuadrón de largo y corto ataque, por ser el más fuerte, vamos ni los méritos tenía para estar a cargo de una división, pero habían perdido a su capitán y el escuadrón había mirado correcto por alguna razón que el tomara las riendas del escuadrón, en lo personal le desagradaba la idea. Era mucho peso y demasiadas expectativas, sin embargo tomo su trabajo con la seriedad que requería. Solo quedaban cuatro capitanes con el en el ejército de Konohagakure. Shisui Uchiha, Maito Gai y Neji Hyuga, el primero se encontraba en la selva montañosa de Shimo, era una zona bastante nevada, rocosa y peligrosa, según había oído, Shisui había logrado que la división que el Raikage tenia en esa zona no avanazara más de ahí. Gai-sensei se encontraba en la frontera entre el país del hielo y el país de las Aguas Termales. Y Neji por otra parte se encontraba en el otro extremo, en la villa Dorai, había logrado tomar la villa y hacer que el ejército del Raikage de esa zona retrocediera.

La guerra llevaba exactamente siete años activa, al principio la guerra había sido favorable para ellos, habían logrado entrar al país del rayo, solo habían logrado establecerse en la frontera del país, pero algo era algo, pero en esos siete años no pudieron avanzar más, los ninjas de Kumogakure defendieron su frontera con todo lo que tenían y las filas de Konoha comenzaron a disminuir. Naruto llevaba en la guerra desde los quince años, su padre no había querido dejarlo ir, pero el se esforzó para mostrarle que estaba mas que preparado para la guerra y que haría todo por su nación. De aquella forma entró al ejército y no fue el único, Sasuke había entrado a las filas casi al mismo tiempo que el. Sasuke había sido asignado a la división de Anko Mitarashi y el habia sido puesto en el escuadrón comandada por Asuma Sarutobi. Había logrado muchas victorias, pero una vez Asuma murió en batalla, su escuadrón decayó, el tomó el mando y no fue algo que el realmente haya querido hacer. Evidentemente lo habían elegido para suplantar Asuma nada más porque era el hijo del Yondaime. Sea cual sea sus razones el ahora estaba acargo del escuadrón, habían logrado mínimamente hacerse paso al país del Hielo, pero eso había cambiado hace unas semanas, cuando la escuadrón de Hinata y Sasuke cayo y con la retirada de Obito y Kakashi.

Los ninjas de Kumogakure se hicieron con el puente Furōzun, la frontera entre el pais del rayo y el país del hielo. No sólo lograron hacerlos retroceder hasta al país del Hielo, si no que también derribaron el puente Raito, quitandoles el paso que tenían hacia el país del rayo y para colmo tomaron el pueblo Heiya en donde tenían muchos recursos, no solo comida, pero armas. Naruto estaba cansado, solo quería que la guerra terminara.

Su escuadrón se encontraba en medio, si su escuadrón caía, los ninjas del rayo tomarían la aldea de Shimogakure, lo único que le aliviaba de todo esto era saber que el escuadrón de Gai-sensei, que se encontraba cerca de la frontera entre el pais del hielo y el país de las Aguas Termales se dirigia a donde estaba el para darle protección a la aldea de Shimogakure.

Aun así el clima era peor a cuando estaban en la frontera del país del rayo. No por nada le llamaban el país del hielo, mierda, sentía sus dedos entumecidos, tanto los de sus manos y pies, sus labios estaban morados del frío, faltas no le hacían para querer hecharse a una cama y cobijarse, pero el deber pesaba más que su necesidad de descansar.