Ignore! Ignore! I Do Not Want To Talk↝ κοοκταε

Capítulo cinco

Taehyung.

Los golpes a la puerta de habían detenido, así que estaba casi seguro que se encontraba escribiendo otro mensaje.

Salí de la mensajería activando el modo avión para ya no recibir más mensajes.

Sí, sé que teníamos que hablar y que luego de haberle dicho... lo que le dije, él iba a querer una explicación, también sabía que no podría evitarlo toda la vida y quizá por la mañana me buscaría en la universidad para hablar de eso.

“Ese eres tú, Jungkook”

Cielos, que vergüenza.

Me sentí presionado y solté las primeras palabras que me vinieron a la mente en ese momento diciendo tonterías y a la vez, verdades. Ni siquiera sabía cómo habían salido aquellas palabras pero me sentía tranquilo, habérselo dicho congeló el torbellino de emociones y pensamientos que tenía. Ya no había inseguridades, lo hecho, hecho estaba.

Cuando dije que me sentía enfermo era porqué... ya no era normal que me sintiera así, no era igual que antes. Nunca me había sentido tan inseguro en mi vida sobre algo, además según los estereotipos y muchos religiosos, esto no estaba bien, que te atrajera tu sexo no estaba bien y eso solo me llenaba de más inseguridades. Pocas veces me importó la opinión de los demás, pero está vez parecía ser muy relevante para mí, más de lo necesario, cuando solo debía importarme mi opinión y la de alguien cercano y yo tenía todo el poyo que Jimin le puede dar a un amigo.

Me apoyé de la puerta al notar que sus golpes se había calmado y entre a la galería de mi teléfono, necesitaba distraerme para no comenzar a divagar en lo que sucedería cuando amaneciera, también esperaba a que Jungkook se rindiera y se fuese a dormir.

No era para nada fácil ignorarlo cuando le importaba y él me importaba, pero necesitaba asimilar al menos lo que acababa de pasar, y que si estaba enojado, se calmara un poco.

—Jungkook, de verdad, ve a dormir, mañana hablaremos, lo prometo, pero justo ahora no quiero —fuí suplicante.

—¿Al menos podrías repetirlo?

Me tensé, meditando unos segundos.

—M-me gustas.

Había sonado más a pregunta que afirmación y su respuesta solo me hizo tragar.

—Bien.

Pasaron un par de minutos en los que no escuché nada más, así que supuse que se había marchado y suspiré devisando la mirada hasta el teléfono que tenía en la mano.

Deslicé mi pulgar por la pantalla sonriendo de vez en cuando viendo las fotos que le había tomado a Yeontannie.

Era mi modelo.

La amaba muchísimo.

La había adoptado hacía ya unos tres meses y de inmediato sentí una conexión con esa cosita de pelos puntiagudos. A pesar de que no hablaba, sentía que con sus ojos si lo hacía. Era como una mejor amiga muda.

Justo en ese momento me hacía falta darle un abrazo y hacerle mimos para que aliviara pero Yeontan debía de estar dormida en ese momento y dormía en el estar, no se confundan, ella eligió el lugar en donde dormiría y le gustó debajo de la mesa del comedor, no quería despertarla.

Di volver en la pantalla para que me mostrara toda la galería al haberme topado con una foto de JK, y fui consiente de la cantidad de imágenes que tenía solo de él. Tenía una gran variedad de fotos de él, más que los diversos colores que existían en el mundo, de diferentes tipo, desde selfie —que él mismo se había sacado sin que me diera cuenta— hasta fotos sacadas por mí.