Capítulo cuatro

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Jungkook.

Eran pasada las doce de la media noche, aún no me iba a dormir. Me encontraba ocupado ofreciéndole el hombro al chico con el que compartía departamento, para que llorara como ya había hecho en otras ocasiones.

Trataba de ayudarlo a no sentirse tan solo y que recordara que yo estaba allí. Lo abrazaba; podía sentir como se aferraba a mis hombros tratando de retenerme y sus cálidas lágrimas mojando mi camiseta. Sentí como mi corazón se arrugaba y latía tristemente como si hubiera o estuviera perdiendo algo.

Con cada sollozó que daba, algo dentro de mí desmoronaba. Estaba siendo un inútil, no lograba que su llanto cesara, esa ni ninguna de las veces anteriores había logrado que dejara de llorar. Él paraba de llorar solo, cuando se quedaba dormido.

¿Qué sucede?

La pregunta comenzaba a ser una constante que me hacía la mayoría de las noches.

Él... Taehyung fue a pasear como todas las noches con Yeontan, cuando llegó ví sus ojos hinchados y rojos, al igual que su nariz, labios y mejillas, había estado llorando otra vez. Le sonreí tratando de calmarlo y hacerlo sentir más tranquilo, pero fue todo lo contrario; sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente. Se había quedado viéndome desde la antesala mientras sus hombros se sacudía consecuencia de los sollozos y como si tratara de articular alguna palabra, pero no salían más que quejidos.

Verlo así, me hacía sentir vulnerable así que no dudé en acercarme y abrazarlo hasta guiarlo al sillón sentándolo a mi lado.

Así habíamos llegado hasta allí...

Pasé de sentirme preocupado a estar intranquilo cada vez que lo veía llorar, se deshidrataría de tanto hacerlo.

—Seguiré esperando a que quieras hablar...

Debí callarme o no haber dicho aquello, porque solo lloró con más fuerzas. Era un llanto amargo que lograba contagiarme.

Tragué saliva sintiéndome culpable.

—N-no dejes de abrazarme —pidió con su voz distorsionada por el llanto.

Solo pude asentir con la cabeza y un sonido de garganta mientras lo abrazaba con más fuerza escondiéndolo en mi pecho tratando de cubrirlo con mis brazos lo más que podía. Estaba helado.

No lo quería admitir pero... Comenzaba a resignarme, comenzaba a quedarme sin energías o estabilidad para ayudarlo.

Claro que yo no sabía que YO era el problema.

Era agotador vivir con ese circulo que Taehyung habían creado.

Se despertaba, hacía el desayuno, se iba a vestir para ir a la facultad y antes de irse me decía un "buen día" y ya, siendo las únicas palabras que alcazaba a cruzar conmigo.

Me iba a la universidad y luego al trabajo. Cuando llegaba él estaba "casualmente" por salir con Yeontan. Cuando volvía veía programas en la tv y unos minutos después...

Él empezaba a llorar.

O parecer bastante ido.

Esa había sido su rutina el último mes.

Pero ese día era diferente. Parecía más deprimido y frustrado que todas las noches anteriores. Ese día parecía había alcanzado su límite y que él también se había cansado, pero aún así luchaba por mantenerse al margen.

Disimulé un suspiro deslizando mi mano hasta que toqué una de las suyas.

Besé sus nudillos y sentí como de inmediato se tensó y dejó de respirar, igual solo fue por cuestión de segundos, no se alejó o me apartó así que supuse que no le importaba. Me permití entrelazar nuestros dedos apretándolos levemente mientras le daba caricias con mi pulgar y le plantaba un beso en sus hebras de cabello azul. Con mi brazo libre, lo rodeé por los hombros manteniéndolo escondido en mi pecho.

Ignore! Ignore! I Do Not Want To Talk↝ κοοκταεDonde viven las historias. Descúbrelo ahora