Shin soukoku fluff week 2022

Day 4

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Day 4

Sanar

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Su relación no era del conocimiento de la mayoría de las personas a las que eran cercanas.

De hecho eran pocas las personas que sabían que ellos estaban enfrascados en una relación, para desgracia de Kyōka ella era una de esas personas.

No la malentiendan, a pesar de tener un pasado tormentoso con el mafioso habían logrado limar toda aspereza entre ellos dos y hasta cierto punto se llevaban bien. Además de que de aquello ya habían pasado largos años como para seguir guardando rencores, había logrado demostrarle que podía servir para hacer más cosas que solo matar.

Por lo que suele terminar siendo confidente de todo lo que sucede con ese par de bobos con poca experiencia en lo que conllevan las relaciones sentimentales y vamos no es que ella sea una experta en la materia pero siempre termina por ayudar en demasía a Atsushi cuando termina peleando con Akutagawa como lo es en esa ocasión.

— Pero Kyōka-chan ¿Yo como iba a saber que él era alérgico a las nueces? ¡Nunca me lo dijo! — Chillo el albino.

— Lo hizo — Responde acomodando una de las mangas de su kimono — Varias veces cabe aclarar.

— ¿De verdad?

— Sip.

— ¿No va a hablarme verdad?

— Es muy probable, yo sugiero que le des unos días para que se le baje el enojo, si intentas disculparte ahora es probable que te empale con Rashomon. — Contesta.

— Si, supongo que es lo más conveniente — Responde mientras recarga la mitad de su cuerpo en la mesa, su flequillo le cubre los ojos y parte de la cara.

Kyōka no vuelve a hablar y deja que el otro vague en sí mismo, solo sigue comiendo tranquilamente tofu.

Así pues una vez que ha terminado el albino solo paga y se van rumbo a los departamentos de la agencia, hace años que Kyōka ya no vive con él pero aún así suelen pasar tiempo en su departamento una costumbre después de tanto tiempo de vivir juntos.

Los días pasan y Atsushi siempre que trata de comunicarse con el azabache nunca obtiene una respuesta, los mensajes le llegan claro pero nunca son respondidos y tampoco tiene manera de saber si este está o estuvo en línea.

Y no, no es que sea un novio posesivo pero ya habían pasado casi dos semanas y ni luces del azabache, por lo que comienza a preocuparse cada día más por este. Ir al departamento del otro no era algo que se pudiera descartar podía claro pero el problema era que siempre que iba estaba uno de sus subordinados en la entrada del edificio y de los que estaban, Gin no figuraba ahí.

Hace días que los mensajes ya no aparecen con dos palomitas y Atsushi está más que aterrado.

— Quizás solo fue a una misión Atsushi. — Le dice la pelinegra.

— Si ese hubiese sido el caso me habría avisado.

— Las misiones ahí suelen ser muy de improviso, no creas que tienen estipulado un cuándo y dónde, si se tiene que trabajar se hace. — Contesta.

— Bueno en eso tienes mucha razón pero eso no explica porque Lagartija negra custodia el edificio donde vive ¿Por qué lo hacen?

— Bueno por si no lo habías notado tu enamorado es uno de los ejecutivos de la Port Mafia y muy amigable que sea la verdad es que no ¿Tú por qué crees que lo resguardan?