Day 2

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Day 2

Feliz cumpleaños Akutagawa / Sorpresa.

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Atsushi estaba más que nervioso lo cual la percepción de Kyōka, eso era un tanto exagerado, no iba a ser la primera vez que este trataba de pasar un día especial con el mafioso, sin embargo quizás podría sí ser la primera vez que no ocurrieran desgracias en los planes del agente.

— ¿Y si no sale bien Kyōka? — Lloriquea.

— Llevas más de un mes planeando todo hasta hiciste como tres planes de emergencia con ayuda de Kunikida-san veo improbable que esos también sé echen a perder, solo cálmate y deja que las cosas fluyan — Le responde con calma.

— Te recuerdo que el año pasado me dijiste eso y bueno, pasó de todo y Akutagawa no me habló por cuatro meses.

— Si bueno, lo admito salió muy mal esa vez — Acepta — Pero esta vez el factor de desgracia que es Dazai no está porque está haciendo misión con Chuuya, así que nada malo va a pasar. 

— ¿Y qué tal si, sí?

— ¡Vamos Atsushi! Deja que querer sabotearte los planes una vez al año. — Dice exasperada — Ahora vas a tomar tus cosas, irás al departamento, te vas arreglar como a Akutagawa le gusta o algo así, irás por él y cenarán en el restaurante donde el presidente te hizo favor de agendar una cita desde el año pasado y van a pasar una agradable noche, capaz que hasta te terminan perdonando por lo de hace un año, ahora dicho esto, déjame terminar mi papeleo por favor — Finaliza llevándolo hasta la puerta y botandolo de la agencia.

El albino solo puede mirar la puerta de la agencia y sonreír, se dice que debe llevar a la azabache al restaurante de tofu para pagarle tantos inconvenientes.

Sin más hace lo que me ha dicho y espera a que Akutagawa le responda el mensaje de texto, de eso ya han pasado dos horas y sigue sin haber respuesta, ni siquiera ya el visto.

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Por otro lado Akutagawa limpiaba con el dorso de su mano la sangre que estaba manchando su boca.

Una maldita misión que no debía durar más de una hora se había extendido a casi cuatro horas y no le veía en fin.

El ni siquiera debía estar ahí, era su día de descanso obligado por parte de Chuuya y que Mori había tomado como costumbre de darle si el zarco no estaba presente.

Incluso usando de mil y una maneras que había olvidado que sabía usar a Rashomon el otro usuario de habilidad parecía negarse a morir para que él pudiera irse a su departamento a descansar.

— ¡Ya muérete! — Gruñe, dándole permiso a su habilidad de usar todo el abrigo y parte de su camisa para terminar de una vez.

Y solo así puede ponerle fin a ese usuario por lo que solo sonríe para luego caer de rodillas tratando de controlar el ataque de tos que le ha producido el sobreesfuerzo. Poco después Higuchi con los demás llega para dar instrucciones y terminar el trabajo y él al fin puede irse.

— Higuchi — La llama y le lanza más llaves del auto.

— ¡Si, Akutagawa-senpai!

El viaje de regreso había sido uno bastante tranquilo, pues la rubia no había intentado sacarle la plática ni nada parecido y eso lo agradece enormemente porque no estaba como para ser sociable si es que acaso alguna vez lo fue.

Shin soukoku fluff week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora