ღ Chapitre 5 ღ

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Sana

Me dirigía al gimnasio junto a Johanna, pues habíamos decidido empezar una vida más saludable, es decir, estoy estudiando nutrición, así que debería estar en forma, no quiero ser una doble moral.

— Entonces... — comenzó a decir Johanna, no había quedado muy conforme con la conversación de la noche anterior — ¿vas a aceptar salir de nuevo con Oliver?

— Johanna... — dije en tono de reproche, era muy temprano por la mañana y no me apetecía tener discusiones con nadie — Oliver es muy agradable, si él me invita a salir de nuevo, aceptaré, pero por el momento no tengo ningún interés romántico en él, así que no empieces.

— ¡Oh, por favor! — dijo mi amiga totalmente decepcionada — sería una experiencia interesante, ya es hora de que salgas de tu zona de confort, ¡estás en la universidad! No puedes llegar a la vida adulta y ni siquiera haber dado tu primer beso — la miré con el ceño fruncido, estas chicas literalmente estaban obsesionadas con mejorar mi (inexistente) vida amorosa, pero yo estoy muy bien así, es decir, no quiero complicarme la vida, no creo que sea muy fácil rendir exámenes con el corazón hecho mierda, porque con la suerte que me cargo, era lo más probable.

— Yo no quiero salir de mi zona de confort cariño, me siento segura, por eso se llama zona de confort — respondí con una sonrisa, mientras buscaba mi celular en mi mochila.

— Oh, ¿ese no es Reggie con Aiden? — me preguntó Johanna, yo estaba muy concentrada con, literalmente, la cabeza metida en el bolso. 

— No lo sé Joha, no veo a Reggie desde... — ¡ay no! Lo había olvidado por completo — ¡Mierda! Reggie me va a asesinar, vamos — dije arrastrando a mi amiga hacia donde estaban los chicos, pero, cuando nos acercamos, escuché parte de la conversación que tenían.

—  ...se supone que me llamaría para contarme los detalles, pero no me ha llamado, ni se ha concetado hoy, ¿la has visto? — estaba diciendo Reggie. Fruncí el ceño, de manera involuntaria.

— No, Reggie, no he visto a Sana, ayer fue al café con Oliver, sí, pero mi turno terminaba a las diez y cuando salí, ellos seguían ahí, es todo lo que sé — fue lo que respondió Aiden, parecía como si Reggie me hubiera puesto un guardaespaldas o algo así, sí, éramos amigos y le había prometido llamar para contarle y mantenerlo actualizado con lo que sucede en mi vida, pero no esperaba que él lo viera como algo que yo debía hacer, así que me enojé, ya me comenzaba a molestar su actitud de hermano mayor.

— ¿Acaso me estás espiando, Reggie? — le pregunté cruzada de brazos, y Johanna, tan linda, adoptó la misma posición amenazante.

— Sana, yo... —  se sorprendeió cuando me vió, dudó un momento y miraba hacia todos lados, como esperando que alguien viniera en su auxilio, pobre, incluso Aiden fingió no verlo.

—  ¿Tú qué, Reggie? — le pregunté con evidente molestia — Oye, olvidé llamarte ayer, sí, pero no eres mi padre, para que estés sobre mí todo el tiempo, también tengo una vida, ¿cuántas veces debo decirlo? —  desde que cumplí 15, Reggie se había vuelto algo sobreprotector conmigo, al principio me gustaba, me hacía sentir protegida y cuidada, pero con el paso de los años, se había vuelto molesto, al grado de que siempre quería saber todo, era bastante tóxico, ¿saben?

—  Solo estaba preocupado, San —  dijo apretando la mandíbula. Aiden pareció notar el ambiente pues se despidió y se alejó, sin esperar a que alguien le respondiera.

— ¿Preocupado de qué? Salí con tu amigo, maldita sea, no con un jodido secuestrador —  Me molestaba más el hecho de que parecía no confiar en "su mejor amigo", se suponía que se tienen confianza, así que me empezaba a cuestionar incluso nuestra amistad.

—  Ah, me iré adelantando al gym, chicos —  Johanna me dio un apretón en el hombro, como si comprendiera la situación y a Reggie le dio su típica mirada de "yo si te puedo partir el cráneo, querido" antes de irse, yo seguía en la misma posición, esperando una explicación.

— ¿No lo entiendes, acaso? — bien, ahora sí parecía muy enfadado — Oliver no quiere salir contigo en plan de amigos, eso no existe. Es un chico y los chicos solo quieren una cosa, Sana.

—  ¿Tú también? —  no estaba entendiendo su actitud, y ésta era la primera vez que discutíamos en serio. Él me miró de arriba a abajo, como si no le encontrara el sentido a mi pregunta.

— No, yo no soy como los chicos, yo soy tu amigo —  ah, sí. ¿Escucharon eso? Fue un home run mandado derechito a la friendzone, y mi corazón rompiéndose... ¿Qué? ¡Ay, por favor! Esto es una historia cliché, lo dice el título, ¿no se lo esperaban? 

— Entonces... Me estás diciendo que, absolutamente ningún chico me busca con otro interés que no sea ligar, a excepción de ti, ¿es eso? —  el asintió con mucha seguridad, alguien páguele la terapia, por favor —  Reginald —  su cara se congeló, nunca lo había llamado por su nombre completo, nunca —   te voy a decir algo; no sé si no lo has notado, pero este es el primer chico que se me acerca, ¡jamás he tenido un novio! ¿Cómo voy a saber con qué intenciones se me acercan?

— ¡No lo necesitas! Estás muy joven, solo sería una distracción —  me interrumpió, odio que me interrumpan.

— ¡¿Tú qué sabes de lo que necesito o no?! —  le grité roja del coraje.

—  No lo entiendes, Sana... yo.

—  ¡No! Aquí el que no entiende eres tú. Ya deja de tratarme como una maldita niña, no eres mi padre, ni mi hermano, ni... —  ¿muy temprano para el fin del mundo? Nah... —  ni tampoco te estás comportando como mi amigo — había decidido que la universidad iba a ser una nueva etapa en mi vida y Reggie no estaba dejando que yo experimentara, ¡a este paso iba a morir virgen!

— ¿De qué estás hablando — incluso su voz se suavizó, llámenlo chantaje si quieren, pero Reggie puede ser muy dulce si se lo propone.

— De lo que crees que estoy hablando, Reggie... — suspiré y también cambié mi tono de voz, desde hacía ya un par de minutos, ambos habíamos comenzado a gritar — Ya soy técnicamente un adulto, no me puedes estar vigilando siempre.

— Sany... me preocupo por ti, eso es todo. ¿No lo puedes entender? No quiero que ningún chico te lastime y me sentiré una mierda si el primero en hacerlo es mi mejor amigo — su voz incluso temblaba, me estaba haciendo sentir como una malagradecida, pero eso no iba a cambiar mi decisión.

— Eso es algo que solo yo debo y puedo decidir, Reggie — me acomodé la mochila y caminé en dirección al gym — estás siendo egoísta — fue lo último que dije, antes de comezar a caminar con una furia tan grande, que incluso me doblé el tobillo por afirmar tan fuerte mis pisadas. Chillé y pataleé, porque no era posible que la vida me odiara tanto, que ni siquiera podía hacer mi drama a gusto. Como me dio tanto coraje, decidí desviarme del gimnasio y, en su lugar, ir a la cafetería, iba a desayunar unos wafles con mucha miel y un café muy cargado y, si me quedaba espacio tal vez comería un pay de queso; así es, iba a desahogar mi furia con la comida... ¿Ya les dije que estudio nutrición?





Holi boli. Gente, no me le vayan a tirar hate a Reggie, está actuando un poco infantil, pero tiene sus razones para cuidar tanto a Sana. Además que ya falta poco para el gran cambio. Jojojojo

Nota #2: Si quieren leer algo no tan cliché, pueden ver mi otra historia jsjsj, Sure fuera.

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