MoraMe transpiran partes del cuerpo que no sabía que existían.
La entrenadora de voley del equipo femenino de la escuela, la bruja González, como cariñosamente le decimos - nótese la ironía - nos está controlando en ésta tortura de trotar alrededor del campo de fútbol mientras los chicos entrenan.
Usualmente lo haríamos en el microestadio techado dónde tenemos nuestra cancha y a veces competimos, pero hoy salió con que hacía un día precioso y que el solcito nos vendría bien y no se qué de la vitamina y nos sacó a correr a todas. Como si no supieramos del flechazo que tiene por el entrenador de fútbol.
El señor William se jubiló hace meses y Cristian García lo suplantó y, siendo sincera, tiene material para ser todo un sugar daddy si ése fuera mi rango, que por fortuna no lo es. Pero al parecer más de una maestra y algunas alumnas debo decir, andan dejando las huellas de su baba por la nueva adquisición del colegio.
- Dios, ése hombre no puede estar más bueno- dice Kari alcanzandome a mi derecha.
- Escuché que está soltero, así que la pelea va a ser terrible- dijo Cami trotando al revés. Qué buena coordinación.
- Dejen de babear por el profe y díganme qué se les ocurrió para recaudar fondos.
Debatimos ideas y lo que más próximo podemos hacer es una venta de pasteles y dulces el día del partido de los chicos. Ultimamos los detalles de qué se va a encargar cada una y quedamos en juntarnos en la casa de Cami.
Cami tiene 3 hermanas más y un hermano,Marcelo, o el chelo como le decimos todos. Juana y Luna, un año más grandes que ella y gemelas, Marcelo es su mellizo, porque su papá se ve que no le dió respiro a su pobre madre y Micaela, dos años menor.
Se escucha a los chicos reír y al chelo treparse sobre Iván así que seguramente se estén divirtiendo a costa de sus hermanas. Pobre Chelo, es su karma.
- Y bien?- habla Cami- es nuestro último año Mora.
-Asi es Cami, qué pasa con eso?- le digo mirándola con miedo.
- Mirá la cancha. No me digas que no hay material del bueno ahí para entretenerse.
Los chicos entrenando eran un pecado a los ojos. Transpirados, sin remeras, riendo, por supuesto que no soy de hielo. Elegir al azar a cualquiera de ellos es hacer una buena elección.
- Podría ser, pero parece que Ivan ya no está disponible. Sabés algo de eso?- la miro con burla.
- Tonta! Sólo fueron unos besos, nada más.
- El sábado, después del partido-acota Kari
-Hizo el gol del empate, merecía un premio, y que mejor que mis espectaculares besos- dice mientras se abanica fingiendo vergüenza.
- Ése fue David el del gol- acoto
- Bueno pero Iván jugó también-
Nos reímos de su locura.
-Pero no estamos hablando de mi. Qué tal si éste finde elegimos uno cada una para festejar.
Mis ojos ya tenían destinatario, pero mi amistad con Kari no me lo permitía.
Joan supo meterse en mi cabeza y, llamenme masoquista, pero cada vez que lo veía, mi cuerpo traicionero me vibraba y sentía los pelos de mis brazos ponerse helados.
Tal vez sea la razón por la que no me interesa nadie más y vaya siendo hora de dar vuelta la página. Claramente jamás se lo dije a Kari ni le dí a entender nada.
Nuestras conversaciones con Joan son superficiales y las justas y necesarias. No sé cómo eso logró volver loco mi corazón,tal vez nuestra niñez juntos, las veces que nos defendía a Kari o a mí en la escuela,compartir con ellos tanto después de la muerte de mamá, sin duda colaboró a que hoy tenga este sentimiento que me marca. Sin mencionar lo bueno que se fué poniendo con el tiempo, pero eso es otra cosa.
- A ver si dejan de hablar ustedes tres. Vamos adentro, se acabó el precalentamiento. A estirar y a practicar para el partido del viernes.
Vamos a jugar contra la secundaria de la ciudad vecina, todo un clásico, pero no tenemos campeonato, sólo competencia. Los chicos igual vienen a apoyarnos y nosotras vamos a sus partidos, eso es costumbre.
Dejamos la charla y vamos hacia el microestadio. No puedo evitar ojear rápidamente hacia la cancha de los chicos. Ver a Joan haciendo flexiones sin duda va a ser otra imagen más en mi mente para soñar ésta noche.
Joan
Hace mucho calor y no es que me queje, porque estamos haciendo un break del entrenamiento.
Nuestro nuevo entrenador, mucho más joven que el anterior tiene mucha energía y cree que nos encanta entrenar.
Nos tiramos a descansar un rato y estirar las piernas luego de correr.
- Y bien, vienen éste viernes al partido de las chicas? Escuché que las de la otra escuela son muy buenas- dice David, tomando de su botella de agua.
- Sí. Siempre nos apoyan, así que no podemos no venir- secunda Fede, dejándose caer en el césped
- Y que son muy lindas también- dice Iván, moviendo las cejas arriba y abajo.
- Cuánto amor para dar, Ivancito- se ríe el Chelo.
- Tranquilo que Camilita siempre va a ser mi número uno en la fila- retruca el rubio. Automáticamente el chelo se trepa sobre Iván exigiéndole que se retracte de meter a su hermana en la charla. Iván ríe y todos estallamos de risa porque ver al chelo en modo guardabosques es toda una diversión.
-. Lo más importante es que el capitán se aleje hasta el domingo de la araña venenosa de Mia. No sé qué le ves a esa arpía- dice Tincho.
- Que está buena?- contesto
De repente, todos empiezan a decir sus razones para odiarla
- Te vive hablando mal de nosotros...
- Nos acercamos y pone cara de perro
- Ni siquiera le gusta el fútbol...
- O por lo menos hace el intento de verte jugar...
- Yo jamás la vi en la cancha
- Tiene cara de estar oliendo caca todo el tiempo
- Eso cuando te acercas vos, FacuTodos ríen y comienzan una discusión sin sentido mientras fingen luchar y arrojarse cosas.
Parece que todos tienen algo para acotar de la rubia despampanante con la que a veces coincidimos. No es que esté súper enamorado, sé que no me voy a casar con ella ni nada. Es la famosa tóxica que a veces está y muchas veces no.
A mí me sirve así, ya que no estoy en edad de tener nada estable, aunque a veces sus idas y venidas me revientan la cabeza.
Me pongo a hacer flexiones mientras veo a las chicas irse hacia su cancha y a mi hermana yendo con Cami y Mora.
A veces me gustaría tener una relación linda, libre de toxicidad y caminar con alguien de la mano.
Veo a Mora voltear la cabeza hacia donde estamos. Quizás esté viendo a alguno de los chicos.
Dejo mi mente en blanco y me concentro en seguir con mis ejercicios, mientras veo al chelo morderle la pierna al Sebas...pobre Chelo
😍 Saludos desde mi camita.
Buen finde ❤️
ESTÁS LEYENDO
Te Reto
Teen FictionMora y Joan no son muy amigos que se diga. Ambos coincidirán en una mentira que los llevará a replantearse muchas cosas... la escuela al fin es más emocionante de lo que creían.