Capítulo 1

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Chocolate, Frío y Besos

Era enero, el primer día de clases del segundo semestre, hacía demasiado frío solo para ser enero. Puede que cualquier persona en mi lugar no se emocionara por reanudar las clases, pero yo sabía que algo se aproximaba, sabía que en el aire había vientos de cambios y cosas nuevas.
Con ese pensamiento me levante animada, coloque música y solo podía pensar en lo bueno que se sentía estar en sintonia con el mundo. La música se detiene por un momento al recibir un mensaje de texto, uff es él otra vez, no se da por vencido, Noah Carter, o mejor dicho mi acosador personal, no es que yo sea una belleza que levantara mares de pretendientes pero no me gustaban que me acosaran o en su defecto que se pusieran pesados.
Noah era un chico de altura media, moreno, con un cuerpazo, tenía lindos sentimientos, pero los míos no iban por el mismo camino que el suyo, tenía 5 meses buscando cambiar mis sentimientos de amistad por él por unos más profundos pero eso no ocurría, mis amigas siempre decían que debía salir de ese estado Zombie auto impuesto, pero la verdad era que no lograba sentir nada, como dije era una chica rara...
Leo su mensaje y solo me toca suspirar «Buenos día mi Reina» algún día tendría que entender, le respondo lo mejor que puedo y continuo con mi buen humor al ritmo de Maroon 5.

-Elly, debes apresúrate o juro que esta vez te iras caminando -escucho decir a mi madre desde la sala, no lo puedo evitar solo sonrió, es la amenaza habitual de mi madre, por cierto mi nombre es Elena Evans, tengo 16 años, 17 en Mayo, y me gustaría decir que soy una belleza rubia y alta pero no es la realidad, soy solo una chica morena promedio, ni muy alta ni muy baja, con cabellos tan oscuros como la noche, cero voluptuosa pero con gran personalidad o eso me han dicho, mi mejor rasgo a mi parecer son mis ojos, unos ojazos marrones tan profundos que parecen negros, pero se encuentran ocultos detrás de unas gafas que solo me causan molestia, por otro lado amo leer así que tienen su ventaja.
-Voy en seguida- me termino de colocar los lentes, tomo mi bolsa y salgo directa a encontrarme con mi madre.
-Vaya por fin, cada día como que te tardas más. ¿Llevas todo lo que necesitas? -Charlotte Smith o como yo la llamo mi madre, era una mujer no muy alta, morena y con un corte pixi que siempre llevaba a la moda, uno de sus puntos más fuertes era su estilo al vestir, sin embargo, era su personalidad vibrante y cariñosa lo que hacía que todas las personas la adoraran, yo la amaba pero era exasperante su control extremo. Soltera desde hacía más de 20 años, un matrimonio de puro engaños y dos abortos después, Charlotte Smith no iba a permitir que nada se saliera de su control, entre esas cosas yo estaba incluida, era exasperante pero la dejaba ser para su paz mental.

25 minutos después, me encontraba en el SIET, un lugar cercano al instituto, el cual era un sitio donde se veían clases complementarias de forma privada, mi madre hacía años que conocía a la dueña y me permitía quedarme hasta que el turno de la tarde del instituto comenzará, de esa manera podía dejarme y recogerme a su voluntad, lo sé es de locos, pero ella era así y yo pretendía complacerla y honestamente ¿a quien no le gusta llegar al instituto en coche?

Puede que parezca solitario e incómodo pasar todas las mañanas en un lugar vacío y sin ninguna actividad para distraerme, sin embargo, no era mi caso desde que él comenzó a ir. Tyler Ryan, alto, fuerte, callado pero con una sonrisa cálida. Al principio cuando nos conocimos era retraído y alejado, llegué a pensar que era un snob total, pero no, solo era introvertido, con el paso del tiempo nos hicimos buenos amigos ya que pasábamos demasiado tiempo juntos y como es usual no puedes pasar tantas horas en un mismo lugar sin hablar y pues resulta que ambos teníamos formas de pensar similares, así que al pasar las semanas, nos entendíamos sin tener que hablar.

Esa mañana como era usual Tyler me esperaba en uno de los salones cercanos a la entrada, con un chocolate caliente para variar, mi obsesión por el chocolate ya no le sorprendía y siempre me esperaba con un buen chocolate caliente en las mañanas de frío.
-Buenos días Elly, ¿tienes frío? -dijo Tyler con su habitual media sonrisa que ocultaba al chico picaron que pocos lograban conocer, me tendió la taza de chocolate hirviente.
-No, este es un clima vigorizante, ya sabes que a las mujeres amamos el frío, así evitamos arrugas- le digo poniendo los ojos en blanco y tomando el vaso de chocolate -por cierto, feliz navidad y año nuevo
-Feliz navidad, ¿como te fue en tu viaje en año nuevo?
-Nada como un viaje familiar con 25 primos para desear volver a casa -ambos nos reímos y seguimos poniéndonos al día de esas vacaciones no tan largas pero revitalizantes
-¿Sabes que Noah me volvió a hablar de ti? Ya deberías decirle que su esperanza es nula -me dice evitando mi mirada
-Sabes bien que no es fácil para mi romperle el corazón a una persona tan amable -le digo quitandole el vaso con el que jugaba y en el que centraba su mirada. -me es difícil todo esto, además, ¿no deberías incitarme a aceptarlo? en ves de rebotarlo, total eres su mejor amigo -Tyler y Noah desde que se conocieron fueron mejores amigo junto con un chico llamado Henry Beens, eran un trío inseparable que a más de una habían robado el corazón.

-Por ser amigo suyo es que prefiero que le rompas el corazón y deje de atormentarnos con su monólogo interno sobre ti, honestamente ya llegó a ser patético, además hay otras cosas...- Tyler se calló de repente como si hubiera recordado que estaba hablando de más.
-¿Qué cosas?¿ De qué hablas? -me siento mucho más cerca de él para obligarlo a verme y fue entonces cuando todo sucedió, el tiempo se congeló por completo, el aire se cargó de electricidad, lo único que podía ver era sus ojos que me atraparon como un ave enjaulada que no tiene posibilidad de huir, todo el mundo despareció y todo lo que quedaba eran esos ojos color café que a la luz del sol eran miel, él respiró profundo y sin pedir permiso poso sus labios sobre los míos.

Fue justo en ese momento cuando nuestros labios se encontraron en que todo explotó me besó con urgencia y devoción que me dejó sin aliento, me sostuvo entre sus brazos como si de un sueño se tratara y en cualquier momento fuera a despertar y yo me desvanecería. Al mismo tiempo, algo dentro de mí se despertó, una llama que crecía con cada minuto que ese beso duraba, no lo supe reconocer en ese entonces, era deseo, deseo puro por ese chico.

Al separarnos, caí en cuenta en lo que había sucedido, Tyler me había besado de la formas más pura y salvaje de lo que nadie me había besado, pero él era el mejor amigo de Noah.

De mi boca brotaron las palabras antes de decidir decirlas -Dios, Noah no debe enterarse de esto, lo mataría -dije con voz ronca y entre cortada.
-Yo-yo lo siento no fue mi intención, perdí el control, estabas de-demasiado cerca y tu perfume me hizo perder la cabeza- dijo con su voz tan entrecortada y agitada como la mía. -sin embargo, no me arrepiento, tenía meses deseando besarte, me contuve por mi amigo, pero ya no aguanto más, te deseo, te deseo con locura, solo quiero repetir ese beso una y otra vez- enfocó su mirada seria en mi, más seria de lo que jamás había visto en él, leí en sus ojos lo mucho que le costaba no abalanzarse sobre mi otra vez y hacerme perder el sentido con sus besos

-Yo-yo ahm yo...- no sabia que decir, estaba contrariada por mis sentimientos, sentía culpa por Noah pero también deseaba volver a sentir ese fuego causado por los besos de Tyler.

-tu ¿Qué? Dime por favor -me miro de forma suplicante, rogandome con su mirada que dijera cualquier cosa, yo no lo hice -perfecto, mejor olvidemos esto y listo -vi en sus ojos lo herido que estaba por no haber dicho nada, se levantó de forma hosca y se dirigió a la puerta, sin pensar, lo tomé por la manga de su sudadera y le devolví el beso que me había dado.

Me besó con auténtica pasión, como si necesitara mis besos para vivir. Momentos después de separarnos, me susurro en mi frente -Ya encontraremos la forma de darle sentido a esta historia -solo sonreí y el volvió a besarme sellando con sus labios la promesa implícita de que todo estaría bien.

Bueno chicas este es el primer capitulo que publico, espero les guste y que sigan apoyandome... Besitos

¿Es Usted La Señorita Evans? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora