Capítulo 2

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Enero

Es interesante ver como un beso puede cambiar tu vida de un momento a otro.

Durante toda la siguiente semana posterior al beso, Tyler y yo nos volvimos más cercanos, podía ver todas las mañanas que su deseo hacia mi crecía igual que el mío hacia a él, sin embargo, note muy dentro de mí que no sólo el deseo era lo que crecía, sino también sentimientos cálidos, de los que abrazas cuando el mundo se siente solo y frío. Pero no era la única que se había dado cuenta que algo había cambiado, Tyler también lo había notado, así que una mañana en la que estábamos completamente solos y después de una sesión de apasionados besos el comenta
—Elly, tengo que hablar contigo de algo—note que algo iba mal por el tono de su voz, levanté la viste y vi que él miraba a cualquier punto excepto a mí.
—¿Qué ocurre? No sueles ser tan formal al decirme las cosas —Algo no iba bien y quería descubrir que era —dime Tyler que ocurre.

Tomó aire, y por fin posó su mirada en mi —He notado que tu comportamiento hacia mi a cambiado, no quiero que te confundas, yo disfruto con nuestros besos y arranques pasionales, ciertamente me haces perder la cabeza, pero yo no quiero nada serio ni contigo ni nadie, por más que te desee es solo eso, si quieres podemos seguir así como ahora sin complicaciones —dijo de forma apresurada, como si se fuera arrepentir de algo si no decía todo rápido.

Sentí que mi pequeño cuento de hadas se rompía. Lo observé fijamente, la habitación había bajado la temperatura de forma rápida. Suspiré, sabía lo que debía hacer y decir, ya había visto varias veces a Arisa ponerse su famosa máscara de póquer y actuar como si nada le afectara, ella siempre me decía «no permitas que te vean sangrar por la herida, así solo le darás el control de tu vida»,  por fin logré comprender sus palabras que tan incomprensibles me eran hasta ese momento. Como si una fuerza interna se tratara, tomé aire, levanté la mirada y le di mi mejor sonrisa socarrona que podía poner y le dije — ¿Y quien dijo que yo quería algo serio? Solo acepte este juego porque me gusta las dosis de adrenalina que nuestros arrebatos nos dan, no te preocupes, eso es lo único que yo quiero de ti —vi en sus ojos una nueva emoción, sorpresa, si era sorpresa, Tyler no se esperaba que mi respuesta fuera igual o peor que su desplante.

No podía seguir en esa habitación, porque sabía que pronto las lágrimas harían su aparición, odiaba ese mal hábito, el llorar por impotencia, sin embargo, había algo más, la certeza de que algo se había roto, mi ilusiones, echas añicos por un jugador nato que sabía lo que hacía. Me juré a mi misma no permitir que jugarán conmigo de esa manera y menos sin siquiera saber que participaba en un juego.

Con esa resolución en mente, tomé mi bolsa y fui directa al instituto, necesitaba tranquilizarme, sabía que si Arisa y Angeline me veía descolocada sospecharian que algo me pasaba y no estaba en condiciones para dar explicaciones. Respiré profundo y entre a física.

Si soy honesta, no recuerdo bien que ocurrió a lo largo de las clases de ese día, mi mente solo era un caos de pensamientos, mi lado de mujer independiente odiaba a Tyler por lo que hizo pero mi lado masoquista deseaba seguir probando esos labios que tan bien conocía a los míos.

Mientras mi mente vagaba en mil direcciones,  una trufa entró en mi campo de visión, el objeto estaba tan fuera de lugar que solo pude subir la mirada y ahí estaba él, Noah, con su sonrisa dulce y afable. Fue tan desconcertante el momento, que solo pude sonreír a cambio.
—No deberías darle tantas vueltas a las cosas, solo hace que arrugues tu entrecejo— dijo tocándome con su dedo en la zona que nombró— y pierdas el brillo que siempre te acompaña. Para evitar eso te he traído una trufa de chocolate, así podrás sonreír al recordar que no todo en este mundo es un problema, solo sigue la corriente—luego se alejo, sin darme oportunidad de agradecer su regalo.

***
Esa noche, en el limbo entre el mundo de los despiertos y el reino de los sueños, el consejo de Noah aún daba vueltas en mi cabeza. ¿Y si solo lo dejo fluir? ¿Y si solo somos amigos con derecho al roce? ¿Será que su opinión cambiará con el tiempo? No, basta Elly, Tyler no cambiará de opinión, si quieres tener algo con él solo será de a ratos y tendrá que ser cuando tu quieras, no cuando él se antoje, Jo! Ni que fuera su muñeca inflable. No, no permitiré tener sentimientos cálidos por uno que no se lo merece. Y con esta idea en mente por fin logré conciliar el sueño.

Cuando me despierto el despertador indica que son más de las 8:30 a. m., DIOOOS! Voy Tarde, salí corriendo de la cama para meterme al baño y arreglar el desastre que la noche anterior había dejado.

30 minutos después estaba entrando en el SIET, como yegua desbocada en su primera carrera. Como usualmente pasaba Tyler se encontraba esperándome en la puerta
—se te hizo tarde Elly, ¿te encuentras bien? —en un despliegue de su caballerosidad, me ayudo con la bolsa que estaba anormalmente más pesada de lo usual.
—¿Donde están las demás? Suelen estar aquí antes que tú —dije un poco distraída ya que Tyler se había acercado lo suficiente como para robar mi aire.
—Hoy estamos completamente solos —eso fue lo último que dijo antes de que sus labios me besara con auténtica pasión, le respondí con la misma furia, descargando en ese beso todos los sentimientos abrumadores que me habían atormentando todo el día anterior. Seguimos así hasta que sentí que sus manos bajaban por mis caderas hasta mi trasero, me levantó y atrapó contra la pared, seguimos besándonos hasta que nos quedamos sin aliento.
Cuando nos logramos separar, estábamos con la respiración agitada como si hubiéramos corrido en un maratón de 15km, al mirarlo a los ojos tenía una mirada oscura salvaje, enseguida supe que yo tenía la misma mirada. No tuvimos que decir ni una palabra para saber que aunque no hubiera un compromiso de ninguna de las partes seguiríamos así, así que solo nos sonreímos y volvimos a perder el control.

¿Es Usted La Señorita Evans? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora