Capítulo 11 (Parte I)

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El sol naciente...
Elena

A veces la vida nos coloca en una encrucijada, pero la decisión de que camino elegir siempre se revelera en el momento indicado....

Tres días después...

Me encontraba sentada en el muelle del lago, con una manta y observando a la nada, era tan temprano que ni el alba estaba cerca de salir. Habían pasado 3 días desde que me había huido del corredor del hotel, 3 días sin poder dormir, mi mente no paraba de repetir la escena una y otra vez, Noah semidesnudo saliendo de la habitación con Marina, sin embargo, no era tanto el hecho de verlos juntos, aunque si me afecto en gran medida porque nunca imaginé que Noah hiciera algo semejante, lo que me hizo salir corriendo de ese pasillo era darme cuenta que no podía reclamar absolutamente nada, minutos antes yo me encontraba en los brazos de Tyler a punto de hacer combustión interna, pero sobretodo que el impulso de reclamar no estaba allí. Fue ese hecho lo que me impulso a huir de ese pasillo y ahora me encontraba en la casa del lago de Henry, los recuerdos de esa noche aún eran confusos...

«Tres días antes...

Las puertas del elevador se abrieron, al tratar de salir corriendo de allí me di de bruces contra un pecho -¡lo siento yo ahm! - dije entre balbuceos incapaz de formular una disculpa coherente. -¿Elly qué sucede? -al escuchar la familiar voz de Henry, subí mi mirada y sólo pude articular una frase -Sacame de aquí -la mirada confusa de Henry no le impidió reaccionar, sacó sus llaves y se las lanzó a Arisa, que hasta ese momento no había notado su presencia -Sacala de aquí, yo me encargo del resto -se saco la cartera de uno de sus bolsillos traseros, sacó un par de cientos de dólares y se los tendió -compren algo de comida y ropa, cuando vuelvas por mi tendré todos los equipajes listos. Ve con cuidado- se acercó a ella y la miró con una intensidad que solo me hizo confirmar lo mucho que se amaban, la beso y se fue en el elevador.

Arisa, sin hacer preguntas me tomó del brazo y me condujo hacia el estacionamiento donde estaba aparcada la mini Ban de Tyler -Sube, ¡nos vamos ahora! -nos subimos en el coche y sin decir más dirigió el coche a la salida del complejo -no voy a preguntar que sucedió hasta que decidas que es el momento, pero debes recordar lo que una vez te dije "debes elegir al que te de la esperanza de seguir" -dijo, mientras miraba el camino, asentí con mi cabeza y me mantuve callada todo el camino, hasta la casa del lago de los padres de Tyler, sin saber que sentir o que pensar»

Hasta ese momento Arisa había mantenido su palabra, no había hecho ninguna pregunta, se había limitado a sentarse horas enteras a mi lado en silencio, mientras yo me perdía en mis cavilaciones, sostenía mi mano cuando algunas lágrimas traicioneras escapaban de mi control, pero nunca dijo nada, fue la roca que tanto necesitaba durante esos días.

La tarde anterior Arisa me recordó que debía volver al complejo a buscar a Henry y a los demás, así que me encontraba sola, sola con mis pensamientos. Las palabras de Arisa aún rondaban en mi mente, el alba se acercaba cada vez más y yo aún me cuestionaba por mis sentimientos confusos, dudaba de mi, de todo, algo era innegable que mis sentimientos y deseo por Tyler estaban descontrolados y que mi aparente amor por Noah no era lo que yo tan desesperadamente pensaba, mi mente y corazón eran un torbellino, no sabía como sentirme o que pensar, solo quería que los dioses me enviaran una señal para saber que hacer o a quien elegir

Mientras mi cabeza daba vueltas sentí que me observaban, al girarme lo vi, mi señal, él estaba ahí, de pie junto al lideró del bosque, inerte, observandome...

Todas las dudas se disiparon en ese momento, verlo ahí, inmóvil, fue como si todo las aguas volvieran a su cause, como si el aire que me había faltado durante tres días volviera a mis pulmones, sin detenerme a pensar corrí a hacia él.

Él sólo abrió sus brazos y me envolvió en ellos, como si su vida dependiera de ello, enterró su cara en mi cabello, sentí su respiración agitada y su corazón que se encontraba muy acelerado - ¡Estas aquí! ¡por fin te encuentro, Mi Elena! Mi amada Elena -pronunció él en un susurro-¡estas aquí! -fue lo único que logró salir de mis labios, estaba tan feliz y aliviada de poder estar entre sus brazos, toda la angustia que durante tres días me había atormentado paso a un segundo plano, solo quería mantenerme en su cálido abrazo y olvidar el resto del mundo.

Fue justo ahí, cuando levante mirada y vi sus ojos, esos ojos llenos de amor y una profunda preocupación en que lo supe, sabía que no iba poder estar sin él porque era el la promesa de un nueva mañana...

-¡Tyler! -pronuncié en un susurro, sin dejar de mirar sus ojos y bajo el sol naciente lo besé con todo el amor que sentía por él...



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