Capítulo 6

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Contra la pared

Lujuria, del latín luxus, "abundancia", "exuberancia", se refiere a un deseo intenso y apasionado por algo... ¿Cómo una simple palabra puede a llegar a condenarnos tanto?

¡Por fin llegaba a casa!. Después de que Noah me diera el hermoso collar de araña, fuimos al  Mac's y cumplió lo que dijo, celebró como si hubiera ganado la medalla de oro en los juegos olímpicos. Todos habían acudido, Angeline, Henry hasta Arisa que nos espero en el local mientras se escondía de sus acosadores. Se notaba él entusiasmo, todos estaban felices por Noah y por mi, todos excepto yo. No me malinterpreten, una parte de mi estaba feliz de corazón, pero no me podía quitar el presentimiento de que algo malo iba a pasar. Además, sentía que había aceptado a Noah por las razones equivocadas.


Me recosté sobre mi cama, observé el techo, rayos, el pintor había hecho un excelente trabajo, realmente parecía una galaxia, era hermoso. Aff! ¿Qué había hecho? Bueno ya el daño estaba hecho, no me quedaba de otra que seguir la corriente, capaz con el tiempo mis sentimientos florecerían y sería feliz junto a Noah o eso creía. Con ese pensamiento en mente, me quedé dormida.


Bip, Bip, Bip... —Demonios, ¿quien será tan temprano un sábado por la mañana? —Busco a tientas el teléfono, veo que tengo tres mensajes. «Buenos días a mi princesa😍» «No sabes el placer que me da por fin decir que eres mía» «hoy es un bello día, demos un paseo» uhh dios ¿en donde me metí?. Era una costumbre que Noah me diera los buenos días, pero nunca se había puesto tan meloso y diabetico, eso no es natural, le respondo con un simple Buenos días y que lo vería al mediodía en el parque junto al Mac's. Dios tenía que decirle que me diera la oportunidad de acostumbrarme, no me había hecho la idea de que ahora el sería una constante presencia.


Dos horas y media después estaba sentada en un columpio observando como nevaba, la primavera estaba lejos de llegar y yo lo disfrutaba. —Te gusta mucho la nieve— Dijo Noah que se había sentado en el columpio de al lado, no me sorprendió, su aroma a pino me había llegado incluso antes de que se sentara. —Es blanca y pura, es perfecta, no hay nada más puro que la nieve al caer. —lo observo de reojo y noto que esta perdido en sus pensamientos. Nos quedamos en un cómodo silencio unos minutos hasta que noto que se endereza y suspira, me preparo para oír su retahíla de amor. —Elly se que estas dudando. —Sus palabras me dejaron congelada, no era la conversación que yo esperaba. —Sé que toda esta situación es nueva para ti, anoche estaba tan emocionado que pude haber dado la impresión equivocada , Ell, yo no quiero presionarte, yo sé como te sientes, estas asustada, yo también lo estoy, no quiero que te me escurras entre los dedos y darme cuenta que te perdí por sofocarte, no es lo que quiero. Quiero que seas feliz y que yo sea el causante de esa felicidad. —abrí la boca para contestar pero él levantó el dedo índice y dijo— déjame terminar —cerré mis labios, Noah prosiguió — Estaba tan emocionado porque al fin estabas oficialmente conmigo que me descontrolé y en una noche dañé todo lo que construimos en un par de semanas, lo siento mucho —Estaba sorprendida y avergonzada, yo soy la que debería disculparse, todo este tiempo él a estado preocupado por mi y yo solo había pensado en mi misma. —Ell, préstame atención —me tomó de las mano y fijo su hermosa mirada en mi, había una determinación en ellos que nunca había visto— quiero que lo intentemos juntos, si algo va mal pues lo resolveremos juntos pero no te alejes de mi, sé muy bien que tus sentimientos hacia mi no son tan fuertes como los míos, pero te puedo hacer feliz. ¿Lo intentaras? —No se si fue su mirada o el deseo de tener esperanza, lo cierto es que las ganas de intentarlo se despertaron por primera vez en mi interior. Solo pude sonreír y asentir. Lentamente Noah se acercó y posó sus labios en los míos, al principio fue un beso lento y delicado pero luego, luego se volvió más profundo, más urgente, más oscuro, como si encerrara una promesa oculta. Al finalizar, Noah tenía una mirada salvaje y la respiración agitada. —V-Vamos, te invito un Helado. — dijo con voz ronca— S-Si— contesté con la misma voz— Dios no sabía que un beso de Noah me pudiera alterar tanto.


—Te quiero, no lo olvides. Vamos— sus palabras en vez de aterrarme, solo me hicieron sonreír, porque ahora sabía que Noah me comprendía. —Vamos —dije con una sonrisa.


***

Nada era peor que un lunes por la mañana y se pone peor cuando tu local surtidor de cafeína se encuentra cerrado por "fuertes tormentas". Dios, estaba de muy mal humor, además me había visto obligada a permanecer en el SIET a riesgo de encontrarme con Tyler que era lo último que quería. Uff! Me hubiera quedado en casa. Buscando tranquilizarme saco el libro que siempre llevaba conmigo para situaciones como estas, me coloco los audífonos y me enfrasco en una lectura profunda y divertida. Al cabo de un rato, siento que me están observando, al subir la mirada para buscar al observador me encuentro con un Tyler muy serio.

—Hasta que por fin te dignas a venir —dijo con un deje acusatorio. —yo pensaba que ya más nunca vendrías. —desde que lo había visto con Nataly me había negado a regresar al SIET, así que me había estado refugiando en el Mac's junto con Noah, hasta hoy.

—Pues si. —dije de forma cortante, proseguí con mi lectura.

—¿Solo me vas a ignorar? —Obviamente. Ni me inmuté. —Perfecto, entonces no me dejas opción. —vi como se acercaba enérgicamente, me tomó por el brazo, me acerco a él y luego me atrapó contra la pared. —¿QUÉ ESTÁS HACIENDO IDIOTA? TYLER SUELTAME. —intente apartarme o golpearlo pero ese chico era como un tanque, no podría moverlo sin que el lo quisiera. Intente persuadirlo —Tyler por favor sueltame me haces daño. —No. —comenzó a acercarse. Dios esto iba mal. —No te soltaré hasta que me digas ¿por qué aceptaste a Noah? —su pregunta estaba tan fuera de lugar que deje de forcejear. —¿y a ti que te importa?

—Me importa. Y Mucho. —dijo a 2 cm de mi rostro.

—Pues peor para ti.—dije destilando todo el odio que sentía por él en ese momento.

—No, Elena, peor para ti —sin decir más, Tyler me tomó por el cuello y me beso como nunca antes, fue un beso desesperado, hambriento de esos que solo están reservados para los cuartos privados. —El. No. Te. Puede. Dar. Lo. Que. Yo. Si— dijo mientras alternaba los besos con palabras. Demonios! Estaba perdiendo la cabeza, mi cuerpo me traicionaba y le respondía de forma positiva. Tyler al ver que estaba tan asertiva, colocó sus manos en mi trasero y me levantó. Dios que bien besaba, era como estar en el cielo y en la tierra, con ese pensamiento di rienda suelta a toda la lujuria y furia acumulada en las últimas semanas. Manos por aquí, mordidas por allá, habíamos perdido el control total.


¿Pero que  demonios estaba haciendo? Debía detener esto. TIENES NOVIO EVANS. —Tyler, detente, esto no está bien—trate de empujarlo— TYLER, PARA YA.

—¿Por qué? ¿Por qué ahora está él? ¿Puede él hacerte sentir todo lo que yo te hice sentir? ¿Te estremeces en sus brazos como lo hacías en los míos? —preguntó con una mirada salvaje, llena de lujuria, pasión y rabia.

—Eso no es asunto tuyo. Joder. Lo que suceda entre Noah y yo no es tu problema. Y que te quede claro, esto jamás volverá a pasar, tienes novia y yo novio y que te recuerdo es tu "mejor amigo". —lo empujé para que se apartara y esta vez lo permitió. —Déjame en paz Tyler, tuviste tu oportunidad y la desperdiciaste. —tomé mis cosas y me dirigí a la puerta pero no llegué muy lejos, me tomó por el bajo de mi sobretodo.

—Muy bien, tu lo has pedido.—se acercó a mí y me susurro al oído —Te dejaré en paz, pero tendré la satisfacción de que cada vez que estés con él me recordarás a mi, cada vez que lo beses, que te toque, solo podrás pensar en mi. Algo más, —Tyler cambio el tono de su voz a más bajo y serio de lo usual—tu querido Noah no es el santo que tu crees, será en ese momento en que me recordarás —sin más salió del salón y me dejó ahí parada temblando de ira, sus palabras me habían afectado pero fue su última frase lo que me dejó realmente temblando, no la pronunció con malicia sino con sabiduría, ¿será que Lo que había visto de Noah hasta ese entonces era solo una faceta? No, imposible, Tyler solo jugaba con mi mente para molestarme. No, Noah es una buena persona o eso creía.


Con esos pensamientos me dirigí a lo que sería el comienzo de una nueva travesía.

¿Es Usted La Señorita Evans? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora