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“You make this world a little wild,and we shout through crowded streets”.

El diecinueve de octubre había llegado rápido.

Sunoo estaba que moría de nervios, no paraba de dar vueltas pensando en si había cometido algún error en el plan o algo parecido. Tenía miedo de que todo se saliera de control, que su inteligencia lo hubiese abandonado en el momento de idear ese plan, siendo guiado solo por sus deseos de conseguir tal cantidad de dinero.

Sintió una mano posarse en su hombro, haciéndole detener sus pasos. Se volteó encontrándose con la mirada seria de Riki, sus ojos marrones examinando todo su rostro tan jodidamente lento que Sunoo quiso golpearlo por hacerlo.

La mano contraria subió hasta su mentón, alzando su cabeza lo suficiente para que sus labios quedase en la altura perfecta para un beso.

De momento, Sunoo se sintió embriagado por el perfume del menor. Tan pérdido en él que no se dió cuenta lo cerca que Riki estaba de su rostro. Y lo hizo solo cuando sus labios se juntaron en un beso que comenzó siendo lento pero que terminó siendo uno apresurado por parte de Riki.

El cuerpo de Sunoo chocó contra la pared, la mano libre de Riki aferrada a su cintura. Suspiró un poquito, llevando sus manos a las prendas contrarias y apretándolas entre sus dedos.

Cuando se separaron, Riki se relamió sus labios gruesos y volvió a dedicarle esas sonrisas que ahora Sunoo sabía eran típicas en él.

— Así no pensaras en el plan y solo te quedarás pensando en mí, en nuestro beso. —susurró, dándole un besito corto en sus labios antes de alejarse.

El mayor suspiró tontamente viéndolo irse.

Sí, eso funcionó por completo.

El resto de la mañana no dejó de pensar en lo bien que se sentían los labios de Nishimura Riki sobre los suyos. Ambos pareciendo haber sido creados para estar uno encima del otro.

Algo sonrojado, Sunoo hizo viento con sus propias manos para tratar de quitar el calor de sus mejillas y poder centrarse correctamente en lo que tenía en frente.

Ya estaba en el edificio frente al banco, con unos binoculares a su costado para poder ver bien a los demás cuando el plan por fin diera por iniciado. Vió a Riki darle una mirada desde lo lejos, sus ojos desviándose un segundo hacia el reloj en la pared de la habitación. Y finalmente asintió con su cabeza, siendo esa la señal para que los cuatro chicos ingresaran al banco.

A las cuatro y cuarenta era el cambio de guardia, tanto de los que estaban en frente del edificio como los de cámaras, el tiempo suficiente para que Sim Jake pudiera meterse en el cuarto de seguridad haciéndose pasar por un nuevo empleado. Las cámaras dejaron de funcionar a las cuatro y cuarenta y cinco, en el momento en que Riki, Park Sunghoon, Wong Yukhei y Liu Yangyang ingresaron al edificio.

Sunoo solo podía esperar ansioso esos quince minutos que les dió a los chicos para que completaran el plan, saliendo del lugar antes de ser descubiertos.

Los cuatro chicos lograron meterse en la habitación donde millones de wones estaban asegurados, gracias a que Jake logró desbloquear la seguridad desde su lugar. Rieron contentos por su logro, poniéndose al instante a guardar toda la cantidad de dinero que les fuera posible dentro de los bolsos que llevaban con ellos.

Aunque estuvieron nerviosos a la hora de salir, por miedo a ser atrapados, al final sí lograron hacerlo. Dejando todo como si nada hubiera pasado.

Sunoo soltó un suspiro, soltando una pequeña risita al verlos salir.

bonnie & clyde ♡ sunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora