Las manecillas del reloj que adornaba la pared en la cafetería se mueven quedando quietas en el número diez y el timbre anunciando que las clases terminaron resonó por todo el instituto. En cada espacio ocupados por jóvenes sonaron varios gritos de felicidad y luego los miles de alumnos salían corriendo amontonados de sus salones correspondientes, el pasillo se llenó de adolescentes sudorosos y apresurados recogiendo las pertenencias de los casilleros para irse inmediatamente a sus casa.
Jihoon no era de esos alumnos, él se tenía que quedar hasta tarde por dos razones: la primera era que tenía que entrenar y la segunda que tenía que recibir a un nuevo alumno que llegaría a formar parte de la institución, ya que esa es su labor siendo miembro del comité escolar.
— Me lo prometiste Jihoon — escuchó el tono triste de su novio, jura que incluso se imaginó el puchero que debía adornar los labios de Doyo en esos momentos.
— Lo siento bebé. Se me presentó entrenamiento en solitario y además me contaron que debía darle la bienvenida a un alumno nuevo. — se colocó el teléfono en el hombro para abrir su casillero y sacar su cambio de ropa de deporte.
— Está bien — Doyoung suspiró — Dejemos la salida para otro momento.
— Será lo mejor, bebé, lo siento — se volvió a disculpar.
— Nos vemos mañana, cariño.... — se despide Jihoon y le susurra algunas cosas que hacen que Doyoung sonría grandemente y se ponga todo rojito de la vergüenza.
— ¡Hoon! — chilla avergonzado Doyoung y Jihoon suelta una estridente carcajada que resonó por las paredes y muros del vacío instituto.
— Voy a entrar a la cancha así que te tengo que he colgar.
Doyoung hace un sonido de afirmación. — Nos vemos más tarde, Hoon. —cuelga la llamada.
Jihoon se aleja el móvil del oído y se queda mirando la pantalla fijamente, el fondo no es más que una foto de sus inicios como pareja; Doyoung se sentía avergonzado con besarle, pero al final desistió y con el rostro todo rojito le dió un delicado y adorable beso en una de sus mejillas haciéndole sonreír en grande y tocar el botón rojo para tirar la foto que sería la favorita de todas las que tenía con su pareja. Sonríe como todo un enamorado ante el recuerdo, si alguien le viera diría "Amigo estás perdido por ese chico" y le daría palmaditas de compensación en el hombro.
En esos momentos nadie más que él quisiera estar acostado pegado como garrapata a Doyoung en su cama viendo películas en Netflix o haciendo otra cosa, pero ese no es el caso, se encontraba cumpliendo su tarea en el puesto del comité escolar, enseñar a alumnos nuevos la escuela ¡Pero Oh, que buen momento enseñarle el instituto a los nuevos a la hora de salida!, y lo más jodido ni sus compañeros de baloncesto debían estar allí junto a él a recibir al integrante nuevo "porque Jihoon, eres el capitán y el entrenador nos dijo que nadie más que tú sería suficiente para mostrarle lo necesario" le dijo Mashiho mientras metía a su boca una de esas papitas picantes que vendían en la máquina expendedora en las afueras de la cafetería, a esr enano traicionero no lo consideraría más su amigo.
El sonido de algo calléndose y de pelotas tratando de encestarse en la red dentro de la cancha lo lleva a olvidarse de pensamientos impuros con Doyoung que le estaban carcomiendo la cabeza y calentando otra parte de su cuerpo, y ponerse en completo estado de alerta ya que se estaba prohíbida la entrada a ese lugar luego de que las clases terminaran a cualquiera que formará parte del alumnado menos a los miembros del equipo de baloncesto, ese chico o chica estaba violando las normas de privacidad del colegio y no le agradaba para nada.
Caminado cautelosamente abrió las grandes puertas de color azul sin hacer un ruido que alertara a quien se encontraba dentro de esa cancha. Se encontró con una mochila junto a un termo -con lo que supuso que contenía agua- tirados amontonados a un lado de la pared cerca de las gradas, varias pelotas de fútbol regadas por todo el lugar y del cuarto donde guardaban los utensilios como balones, lanzas, flechas..etc... necesarios para los diferentes deportes que se practicaban en el colegio salió un chico demasiado conocido para su gusto.
Se quedó fascinado con el castaño -O sí, Hyunsuk había cambiado el color de su cabello y al parecer fue esa misma mañana en el tiempo que estuvo en clases- . Choi iba vestido con unos jeans ajustados que marcaban sus piernas y su trasero, llevaba un pullover dos tallas más grandes que dejaban a su merced esas dos pálidas clavículas y para darle fin al conjunto llevaba una chaqueta amarrada en la pequeña y delgada cintura, el cabello lo llevaba desordenado por toda la cabeza e incluso un mechón caía por su frente dándole un apariencia angelical.
Se quedó paralizado mirando como el castaño encestaba el balón una y otra vez con una notable expresión de aburrimiento. Pensamientos comenzaron a llenar su cabeza y todos tenían que ver con el castaño que tenía enfrente, mil formas en que lo quería ver y poner, quería arrancarles esos ajustados jeans con sus dientes y que suplicara por más mientras que gritaba su nombre con lágrimas de placer callendo por esos hermosos ojos color miel que poseía.
— Mierda — susurró — No debes pensar esas cosas y más con alguien como él. — le riñó a su cabeza no tan bajito como pensaba, porque el sonido del balón rebotando contra el suelo se detuvo al instante y se encontró a Hyunsuk mirándole con reciente sorpresa.
—¿Desde cuándo estabas ahí? — se atrevió a preguntar el castaño.
— Y-yo...— Rayos, porque tartamudeaba — Yo — se señaló a si mismo y Hyunsuk enarcó una ceja.
— ¿Acaso vez a alguien más aquí.?
Niega — llevo aquí como unos quince minutos. — Ese no es él, se estaba comportando como un completo idiota.
— ¿Estabas viéndome ? — volvió a preguntar Hyunsuk luego de acomodar todos los balones que estaban desperdigados por todo el lugar.
Jihoon asiente y retoma una su posición inicial con una expresión neutral.
— La pregunta es ¿Qué haces tú aquí? — pregunta serio. — estás violando las normas de la institución.
— Yo no estoy violando nada. — Hyunsuk se sienta en las gradas a beber un poco de agua de su termo. — El entrenador Kim me dijo que podía esperar aquí a quien me daría la bienvenida por aquí.
— Me estaba aburriendo un poco y decidí ponerme a jugar mientras esperaba a que llegara esa persona. — Hyunsuk mira detrás de Jihoon a ver si alguien se acercaba, pero nadie lo hacía.
— Llevo tiempo aquí y nadie viene, así que adiós. Si viene alguien preguntando por mi¿ Podrías decirle que me tuve que ir a casa porque me surgió un problema? — tomó la mochila — Fue un placer hablar contigo Jihoon — se despide e iba a salir del lugar, pero la voz de Jihoon le detiene.
— Yo soy quien te mostrará el instituto, Hyunsuk. Así que manos a la obra, comencemos por enseñarte la biblioteca. — Jihoon sale de allí optando por esperar al castaño afuera.
— Diablos — murmura Hyunsuk, pasar tiempo con ese chico lo ponía nervioso.
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Ksksjsskjsskskskks....espero que les guste este capítulo narrado desde el punto de vista de jihoon
Espero que esta historia no esté iendo demasiado rápido
Oficialmente he retomado esta historia para darle su merecido final :D.
Tengo que agregar que Jihoon está enamorado de Doyoung y que el que Hyunsuk le atraiga físicamente no quiere decir que Park lo ama.
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Liar || Hoonsuk
FanfictionChoi Hyunsuk luego de vivir más de tres años en la mejor escuela de música en Inglaterra regresa a su país natal Corea del Sur, y siente una atracción hacia Park Jihoon, el novio de su hermano.