Capitulo 5

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Días después…

Se despertó de un sobresalto, con todo su cuerpo sudado. Se seca la cara y comienza a sacudir su cabeza para quitar las horribles imágenes que su cerebro proyectaba.

Han pasado cerca de 20 años, tiempo más que suficiente para olvidar todo el dolor, pero nada, aun recordaba claramente todo lo que sucedió.

Mira a su alrededor y se da cuenta que estaba seguro, en las cuatros paredes de su pieza, y no en la calle con sus menos llenas de sangre. Todo fue una maldita pesadilla, pero su dolor intenso en su pecho le recordó que no siempre fue así.

Se pasa la mano por su pelo desordenado, y se levanta pero una frágil mano que lo sostenía se lo impedía.

Ve a su lado, y ahí la ve a ella, durmiendo profundamente y confiando en él. Suavemente quita su mano, tenía que levantarse, después de todo como siempre después de tener ese maldito viaje a su pasado no iba volver a dormir.

Sale, y da gracia que esa noche se quedó en el internado de Policía, porque así pudo bajar al gimnasio, y sacar toda su frustración. Y qué mejor que el saco de boxeo para ello. Además, aquello era mejor que tomarse una cerveza.

Melanie había despertado y de inmediato sintió el frío al otro lado de la cama al parecer, otra vez Lucas, había vuelto a tener esas pesadillas que tanto lo atormentaba pero que aun no era capaz de confiarle.

Se coloca el albornoz que tenía el olor de él, y eso que él no usaba perfume. Es su olor natural, de hombre que se quedo impregnado en su albornoz.

Al llegar al gimnasio lo ve golpeando el saco de boxeo como si la vida se le fuera en ello.

-Basta, te vas a romper los nudillos si seguís así

Lucas se detiene y la mira

-Y vos que haces levantada a esta hora.

-Te extrañe en la cama- dice acercándose a él y frota su rostro en el dorso sudoroso de él

-Sabes que no me gusta dormir mucho- dice Lucas separandose- Bueno es mejor que me vaya a bañar que ya sabes que Andurregui me quiere temprano.

Melanie lo ve alejarse conocía muy bien a su novio, y aunque insistiera que le contara que era lo que tanto dolor le producía, no le diría nada si aun no deseaba hacerlo.

                    *************

Francisco salía de la ducha para ir a ver a su hermana, quien está en su pieza sobre la bicicleta de ejercicios con los audífonos puesto.

A pesar de ser las siete de la mañana, ésta se veía tan fresca y con tanta energía.

Victoria, se da vuelta y al ver a su hermano afirmado en los filamentos de las puertas, le lanza una dulce sonrisa.

Se siente feliz por la llegada de Fran, hace mucho que no lo veía y ahora está junto a ella.

-Buenos días, hermanito- dice Tory  sacandose los audífonos, baja de la bicicleta y se seca la frente con su rosa toalla

-Hola, princesa- se acerca y le besa la frente- Como haces para estar tan radiante por las mañanas.

-¿Qué, qué hago?, esa pregunta me ofende, yo soy radiante, no necesito de nada para ser así. Que malo- le da un pequeño golpe

-Te han dicho que te ves muy linda de castaña- le dice Fran riendo

-Cállate, es una mala suerte que no haya nacido rubia. Ya sabes que yo soy una blondie de corazón. Y vos por cuanto te quedas

Dulce PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora