Dulce Pesadilla

PRÓLOGO

Sale por la puerta de doble cristal de la facultad junto a su grupo de amigas. Se sentía realmente feliz, las clases habían acabado y pronto estaría en alguna playa del Caribe, por un mes entero, bajo el hermoso cielo azul, con un mar mucho más intenso, cócteles alrededor de la piscina, mientras unos hombres guapos le masajeaba los pies y satisfacía todo sus deseos. Ya estaba todo planificafo, y su padre, como siempre le consentiría en todo.

-No puedo creer que ya estemos de vacaciones, por fin, pensé que nunca llegaría- dijo mirando a sus amigas

-Ni que lo digas

-Supongo que harás una megafiesta por comienzo de verano. Tory

Victoria o más bien Tory como la conocían sus amigos. Cada año al comenzar el verano hacía una fiesta donde invitaba, obviamente, a las personas más populares de la ciudad, chicos que como ella, tenían buena situación económica, y el mundo a su pies.

-¡Sure!. Dios que pregunta, de verdad Mili- saca un pequeño espejo de su Prada rosa, y empieza a mirarse

-Estás hermosa- la halaga Mili

-Lo sé, como siempre- guarda su espejo- Bueno my Darling, me tengo que ir, y vayan corriendo la voz que habrá una mega party in my house.

Después de despedirse de sus amigas con dos besos a la mejilla al aire, se sube a su descapotable rosa y se va camino hacía su mansión. Donde almorzaría un poco de ensalada, después subiría su pieza, a invitar a unas amigas a tomar sol en su piscina, y luego hacer su ejercicio favorito, pasarse del límite de la tarjeta platina de su daddy.

Si su vida era perfecta, era la nenita de papá. Mientras manejaba su convertible y su hermoso cabello dorado danzaba con el viento. Ella saca su cell phone y llama a su gran amigo, Dominique para que comience a organizar la fiesta del año.

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Un largo viaje en moto había hecho, comiendo mala comida de carretera y soportando un intenso dolor de trasero, pero al fin había llegado, “Aguas Claras”, lugar que regresa después de 20 años, cuando se fue a vivir junto a su madre a Rosario viviendo en casa de su abuelo. Pero ahora estaba de regreso, aunque no por agrado, sino por trabajo. Tras ocho años como policía encubierto, finalmente le habían asignado una misión con carácter y fuerza policial. Y ¿Qué más jugoso que un político que se encuentra tras el tráfico de arma? Ya llegaba al lugar señalado, donde le daría su nueva identidad.

Estaciona su moto, y se empieza a visualizar hasta que haya su objetivo. Baja y se dirige a al pequeño almacén que quedaba en una esquina en un barrio no muy transitado. Entra y se dirige al hombre gordo tras el mostrador, no olía bien y vestía de manera grotesca…

-Soy el camaleón

Él hombre sólo asiente con la cabeza. Sabía bien que no podía dar su verdadero nombre, porque como bien dice nunca sabes quién te sigue o quien te escucha.

-Acá tenés- le pasa su nuevo D.N.I. que contenía su nuevo nombre, más un informe detallado de todo lo que tenía que hacer- Más vale que lo hagas bien, y no la cagues, llevamos años tras ese sujeto

-Confía en mí.

-Nos estamos jugando el todo por vos, camaleón…

Sin decir nada más sale, y vuelve hacía su moto, y va camino al departamento que le arrendaron, al llegar no le sorprende que quedara en el peor sitio de la ciudad y que prácticamente se estuviera cayendo.

En fin lo único que tenía que pensar era en su nueva misión. Abre el sobre que lleva en sus manos, y mira su nueva identidad, Rony Pernigotti. Frunce el ceño por lo raro del nombre, pero más lo hace cuando descubre a quien tenía que identificar esta vez…

-Me están cargando, que me jodan.

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Dos hombres vestidos elegantemente con trajes grises y a medidas, entran al despacho de Santiago Andurregui, senador nacional del país, y candidato para presidente de la corte suprema, quien se encuentra hablando por teléfono pero le hace una señal para que pasen y tomen asiento.

Él es un hombre de rostro duro, arrogante, pero que, ante todo, imponía autoridad y respeto a sus subalternos.

Al terminar de hablar por teléfono mira a uno de los hombre y solo con un movimiento de cabeza le dice que diga lo que tiene que decir…

-Señor Andurregui los planes han salido tal como usted ha querido.

-Excelente y cuando se hará la entrega

-Este miércoles a media noche, mientras se realiza el baile de noche buena, señor Andurregui

-Eso es para mí una feliz navidad- dice sonriendo- Dunoff- hablándole a su mano derecha quien siempre está detrás de él- Recuérdame que debo comprarle el auto nuevo de regalo a mi hija, ya sabes que mi niña logró terminar un años más en la facultad, todo un logro para ella- enarca una ceja seria- Más vale que no se te olvide.

-Caro que no señor- dice mientras saca su agenda electrónica y anota- Seguro  que la niña Victoria estará muy feliz con su regalo

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Como les prometí acá les dejo el Prólogo de esta historia

Espero que les haya gustado

No se pierdan el día sábado el primer capítulo y recuerden que esta historia se actualizará los días sábados

Bueno eso es todo por hoy

Besos

Nos estamos leyendo