CAPITULO 3

348 37 5
                                    

Ese mismo día Wei Wuxian y sus pequeños se fueron a vivir a casa de Lan WangJi, una hermosa casa de dos plantas, cinco habitaciones con un jardín enorme fácilmente podrían acomodarse en una habitación él y sus hijos.

- ¿Cual será nuestra habitación? – pregunto Wei Wuxian.

- Los niños tendrán una para cada uno – les mostraba las habitaciones.

- Yo creí que dormiría con ellos – a Wei Wuxian le sorprendió la respuesta.

- No tú dormirás conmigo – la respuesta la sorprendió aún más.

- ¿Y eso porque? – se escandalizo Wei Wuxian.

- Para apariencias corazón – respondió con su linda sonrisa mientras seguía mostrándole la casa.

- ¿Aquí en la casa? Creí que este era un sitio seguro – esa respuesta lo hacia sospechar.

- Si es por la señora que hace el aseo tengo mis razones para creer que es espía de mis padres – al decirlo miraba para todas partes como cuidándose de alguien.

- Pero desde que llegamos no he visto a nadie – copio el gesto de Lan WangJi.

- Convenientemente para mi hoy pidió el día libre por la boda de su hija y pues mañana al ser domingo tampoco vendrá – dejo escapar un suspiro.

- A... – al parecer sus dudas se habían despejado.

- Por cierto – la atención de Wei Wuxian se centró en él - el lunes a primera hora renuncias al trabajo para que le dediques todo tu tiempo a los niños-.

- Entiendo...pero en los cuartos no hay camas para los niños – observaba con detenimiento los cuartos antes mostrados por Lan WangJi.

- Por eso no hay problema... Iremos ya a la mueblería a que escojan ellos la decoración de su habitación – como si nada le contesto sin pesar a diferencia de su esposo que cualquier situación que tenía que ver con dinero les causaba una discusión.

- Eso no es necesario con una cama nos conformamos – lo menos que deseaba era causar molestias.

- Nada de eso ellos tendrán lo mejor, recuerda que de ahora en adelante serán mis hijos y vivirán como tal – no estaba dispuesto a ceder en ese aspecto y no tan solo por apariencias él creía que los niños merecían tener esa vida.

- Pero... – intento objetar pero Lan WangJi lo interrumpió.

- Además yo amo mucho a esos pequeños – y ahí quedó terminada la discusión.

DESEOS MORTALES (WANGXIAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora