Capitulo 10

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Antonia

¿Hicimos el amor?, la repuesta es si y fue tan maravilloso como lo era siempre que lo hacíamos. No puedo explicar la conexión que nuestros cuerpos tienen al sentirse piel a piel, el amor que emanaban nuestros cuerpos cuando estábamos juntos. Las mariposas que revolotean en mi estómago. No podía seguir atrasándolo más.

Estaba enamorada de Marco hasta el último rincón de mi ser.

Ahora estaba sobre él, montándolo como le gustaba, sus manos sobre mis caderas, ayudando con los movimientos que daban mis caderas. Aprete mis paredes cuando note como mordía su labio para reprimir sus jadeos. Estaba tan cerca que lo notaba en sus pupilas y en su erección, con cada descender los espasmos que daba dentro de mí me hacían darme cuenta de ello.

-Ahhh...- jadee cuando su boca rodeo mi pezón- Dios... así...- suplique.

-Tus gemidos me vuelven loco gomita...- susurro sobre el- Cada parte de ti me vuelve loco- se corrigió, acariciando mi cuerpo.

Agarre su cara para que su boca quede a mi altura y poder besarlo, enrede mis brazos en su nuca, sus manos estaban en el centro de mi espalda.

-Vamos nena...- me ínsito- Carajo...- gruño.

Había vuelto a apretar mi interior y para que lo sintiera mejor ralentice mis movimientos.

-Marco...ahhh...dios- susurre deteniéndome pegando mi frente contra la suya- Lo siento...- me disculpe, él no se había corrido.

-No te disculpes gomita...- ataco mi boca- Siempre puedes hacerme acabar con tu boca...- murmuro acariciando mi labio y adentrando sus pulgar en mi boca- Se que te gusta chupármela...- succionaba su dedo con una mirada inocente- Aparte dije que me correría en ella...- sonreí aun con su dedo en mi boca- Y tú no te opusiste...- quite su mano.

-Porque me gusta hacerlo y que te corras aquí...- su dedo volvió al calor de mi boca.

Me levante haciendo que salga de mí, sonreí inocentemente y fui bajando hasta quedar a la altura de su polla. Le quite el condón y lo tire al suelo, luego lo tiraríamos. Su erección seguía muy dura, quería ser mala, quería que me rogara, como él había hecho minutos antes. Con sus ojos fijos en los míos siguió mis movimientos, tomé su erección con mi mano la moví de arriba-abajo tan lentamente que sentía su frustración. Sonreí y me acerque mi cara a su pierna, sin dejar de mover mi mano deje un beso húmedo en su muslo, muy cerca de donde estaba trabajando mi mano.

-Ah, ya entiendo...- lo mire sin dejar de besarlo ni masturbarlo- Entiendo lo que estás haciendo...- flexiono sus piernas levantando su cadera cuando aprete un poco mi mano.

-Entonces pídelo...- acerque mi cara a su pene- Pídeme que quieres que haga...- me hice la idiota pasando mi lengua por toda su longitud.

-Chúpala gomita...- su voz estaba muy agitada.

-No entiendo...- fruncí las cejas dejando mi cara sobre su polla- ¿Qué chupo?- deje caer saliva en la punta de su sexo.

Su mirada estaba oscura, estaba tan excitado que me estaba haciendo excitar a mí, su abdomen se tensó cuando mi saliva fue bajando por su pene.

-Sabes que chupar nena...- sí que lo sabía y me estaba muriendo por hacerlo.

-Ruégame...-susurre sobre sus labios.

-Eso es lo que quieres no...- elevo una comisura- Bien...- tomo mi barbilla con fuerza y me hizo mirarlo- Trágate mi polla nena...por favor...- sonreí pícaramente.

Me solté de su agarre, note como el agarraba mi cabello, baje lentamente, lamí mis labios cuando la tuve enfrente, abrí mi boca y sentí como subió sus caderas una vez lo tuve en mi boca. En primer momento chupaba solo lo que mi boca me permitía, sabía que entraba toda porque ya lo había hecho, pero quería seguir torturándolo un poco, la parte que no atendía mi boca la atendía mi mano. Chupe con un poco más de fuerza, seguía frustrado, no estaba llevando el control de la situación.

Mi ángel tuvo razón✔️[Mi Ángel 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora