Capitulo 11

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10 de febrero de 2021.

Marco

-Gomita, estoy completamente enamorado de ti- le confesé.

-¿Por qué? ¿Por qué ahora?- me miro triste- Porque me lo dices cuando ya estoy enamorada de alguien más...- trago.

-¿Cómo que...?- calle sin poder creer lo que había escuchado.

-Si Marco, pensé que no sentías nada por mí, que solo era una chica con la que follabas y ya. Así que decidí tratar de olvidarte y darme la oportunidad de enamorarme de alguien más- murmuro jugando con sus dedos- Y cuando logre hacerlo, olvidarme de ti, me dices esto...- levanto sus manos.

-Lo siento nena...- susurre- Siento haber tardado tanto en decírtelo...- sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-¡¡Cariño!!- la voz de un chico se escuchó.

-Me tengo que ir...- soltó un suspiro.

-Lo siento...- era lo único que podía repetir.

Ella no dijo nada, solo sorbio su nariz y se dio vuelta para empezar a caminar hacia el chico que la había llamado antes. Cuando vi que no se giró para correr a mis brazos entendí que era verdad, se había enamorado de ese chico. Ese chico que tuvo las agallas de decirle que estaba enamorado de ella.

La había perdido. Había perdido a mi gomita.

...

Ahogue un grito cuando mis ojos se abrieron y le dieron paso a la poca oscuridad que quedaba en la habitación, mire a mi lado y ahí estaba, durmiendo a mi lado, con su cuerpo desnudo, una de sus manos bajo su cabeza y la otra arriba de su brazo, los labios entreabiertos y parte del cabello sobre su cara. Comencé a tranquilizar mi respiración cuando vi que había sido solo un sueño, bueno, una pesadilla. Me destape y sin moverme mucho me senté en la cama, con los pies en el piso, desordene mi cabello con una de mis manos mientras la otra descansaba en mi muslo, no podía perderla. No otra vez.

Tenia que hacer algo, no soportaría volver a perder a alguien importante para mí. Gire mi rostro y la mire sobre mi hombro. Sabia que algo debía hacer pero tampoco tenía los huevos suficientes para decírselo. Me aterraba volver a decir que estaba enamorado en voz alta. Pero ella valía la pena totalmente, de eso estaba muy seguro. Volví mi cabeza al frente y me puse a pensar en lo que había soñado. Ver su carita de tristeza cuando le confesé que estaba enamorado de ella, había destrozado mi corazón. Una vez más llegue tarde.

-Oye...- sentí como la cama se movía- ¿Qué sucede?- Toni me abrazo por detrás dejando sus manos en mi pecho.

-Nada nena...- susurre.

Dejo un beso en mi hombro.

-¿Seguro?...- murmuro con la voz de dormida y los ojos cerrados.

-Ujum...- tome su mano y la bese.

-Vuelve a la cama...- pego su mejilla a mi espalda.

-Ven...- me di vuelta- Volvamos a la cama...- dejé un beso en su frente cuando la entremedio de mis piernas dejando su cabeza sobre mi pecho.

-¿Sabes que en la mañana te volveré a preguntar que te paso verdad?- dejo caricias en su pulgar.

-Si- reí levemente- Lo se nena, lo sé- afirme cerrando los ojos.

La paz volvió a mi cuerpo, ella era la paz que mi vida necesitaba. Antonia apareció en el momento exacto, apareció en el momento que realmente la necesitaba. Su presencia en mi vida fue la luz al final del túnel, la sacudida que me decía que no me rindiera. No la podía perder. No la quería perder.

Mi ángel tuvo razón✔️[Mi Ángel 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora