Capítulo 26

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Narrador:

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Narrador:

Enero 2017

Tom ha buscado desesperadamente a Eloise, ha estado algunas semanas en Los Ángeles. Logró contactar a sus padres y a Laurie, pero esta última fue quien lo desanimó completamente.

-Por favor Laurie, ¡dime donde está ella! - Tom suplicaba

-Eli se fue del país, no quiere volver a saber nada de ti - Laurie dudaba si esta sería la mejor decisión que había tomado su amiga

-Voy a buscarla al fin del mundo si es preciso! - Tom estaba desesperado

-Por el momento no quiere que la encuentras, dale un tiempo... yo tengo tu número y te prometo que, si en algún momento ella quiere buscarte, yo le daré el papel - Laurie pensaba que era la única esperanza que podía darle a Tom

-Está bien, no insistiré más - Tom asintió y salió de casa de Laurie

Emma lo esperaba en el taxi y lo abrazo en cuanto se subió.

-Dale tiempo, aún es muy joven e inmadura - trataba de calmarlo

-A veces creo que mi destino es que me abandonen - le dijo Tom a su hermana

-No digas eso! Mejor vámonos ya a casa - Emma dejó un beso en la mejilla de Tom

El taxi se dirigió al hotel, ambos entraron y fueron directo a hacer las maletas. Los compromisos de Tom eran irremplazables y si Eloise decidió irse hasta del país el ya no iba a buscarla más.

Eloise por su parte se integró a las oficinas neoyorquinas para continuar con su trabajo, aunque debía decirle al jefe de su embarazo. Estaba nerviosa por ese hecho, pero sabe perfecto sus derechos. Todo salió bien y afortunadamente puede seguir trabajando estando embarazada.

Por el momento vive en casa de la abuela y planea independizarse, Laurie está planeando todo para ir a vivir con ella. Sus padres no quieren estar lejos de su pequeña, pero el trabajo de su papá les impide mudarse.

-Quizá solo nos cambiemos de barrio - le comentaba su mamá a Eloise

-Siento tanto haberles alborotado tanto la vida - ella se disculpaba

-Lo único que nos importa es que tú y el bebé estén bien! Por cierto, ¿ya fuiste a la cita médica? - preguntó su madre

-Justamente estoy en la sala de espera - contestó Eloise

-Sigue todas las indicaciones del médico y cuida a mi nieto

-Si mami, yo lo cuido - Eloise se reía

De día su vida era fácil, iba a trabajar y regresaba a casa de la abuela que la consentía mucho. Pero en las noches no paraba de pensar en Tom, en cuanto lo extraña. A veces hasta reza para poder olvidarse de él.

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