Haitani, un apellido que era conocido por muchas personas en Japón. Se rumorea que su descendencia a estado llena de alfas durante su larga existencia, cada uno con diferentes cualidades dominantes, muchos personas desearían poder formar parte de tan exitosa familia, solamente por los muchos negocios que tenían a lo largo del país. Era por esa razón que los padres seguían una tradición, para mantener su legado siempre se le daba un cruel entrenamiento a los niños para formar sus características como las de un hombre dominante y que, de dicha forma, pudieran obtener en su adolescencia un reconocimiento como alfas dominantes. Los Haitani eran sumamente estrictos cuando se trataba de la elección de un buen omega para dejar una buena dinastía a sus herederos, la omega que tuviera la suerte de estar con ellos debía ser una mujer digna de poder compartir genes con los Haitani y que tuviera fama de tener en su familia algún hermano alfa o padre alfa, así aumentaría las posibilidades de tener un niño de esta casta.Por las calles de Japón comenzaría a expandirse el rumor de uno de los más atractivos Haitani que ha tenido esta familia, el futuro padre de Ran y Rin, quien tenía en espera a muchas muchachas jóvenes y hermosas haciendo fila por poder pasar esa temporada de celo con él.
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── No lo sé, simplemente ninguna llama mi atención, aunque tampoco quiero tomar suplementos. ──
Mencionaba este hombre, el chico de los rumores, quién se encontraba en su vivienda mirando algunas cartas con fotografías de sus pretendientes. Estaba sentando en una sala enorme fumando un cigarrillo en compañía de su mascota, un lindo felino negro, sus piernas estaban cruzadas y su mirada se enfocaba en las imágenes mandadas. Luego de pensarlo un momento lanzó los sobres a la mesa de cristal que estaba delante de él, de dicha forma, pudo prestar su atención a otra cosa, llevando su mano derecha a la mesilla en donde se encontraba su lamparilla pudo tomar una libreta de números.
── Supongo que podría llamar a mi padre y decirle que nadie llama mi atención me meterá en problemas, usar suplementos podría dañar mi esencia como "Haitani". Esto es tan estupido. ──
Colocando sus manos en los bordes de este libro utilizo su dedo pulgar para abrirlo y así comenzar a mirar los números que tenía apuntados, tenía que encontrar a alguien con quien pasar la noche. Habían muchos números ahí, algunos eran de sus tíos, hermanos, amigos, gente del trabajo y por último los números de algunas conquistas que tuvo en la secundaria. Había una en especial, una chica de cabellos rubios y ojos azules que hacía que su corazón palpitara fuertemente cada vez que la veía, ella no era aceptada por sus padres por el simple hecho de que sus su padre era un beta y su madre una omega, no habían buenas cosas que pudiera indicar que ella sería la engendradora de una buena dinastía.
── Mientras pueda controlarme supongo que no pasa nada si nos vemos, además... muero de ganas por saber que es lo que has estado haciendo en todo este tiempo. ──
Aquel enorme hombre de grandes proporciones sonrió al pensar en la silueta joven de la chica que él conocía. Sin dudarlo tomo el celular de su casa y comenzo a marcar al número que tenía apuntado, el timbre resonó en sus oídos y luego una dulce voz lo atendió.
── Hola, ¿con quién habló? ── preguntaba la chica desde el otro extremo del teléfono.
── Vanessa, que alegría escucharte. Soy yo, Mat Haitani. Quería preguntarte... ¿si podríamos vernos esta noche? ──
Era un hombre directo, sabía lo que buscaba y lo que quería. Además, como dato, Vanessa era una joven muchacha que anteriormente le había ofrecido sus servicios como prostituta para pasar un celo, desde ese entonces él se había enamorado de esa dulce jovencita de pequeña altura.
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Mi hermano es un omega.
FanfictionLa historia comienza con el nacimiento de dos niños, provenientes de una familia con poder, ambos chicos nacen con la esperanza de formar dos grandes alfas para poder continuar el legado familiar, sin embargo, no se esperan a que uno de los dos niño...