彡┆Rindou Haitani. ꒱ ↴Mi hermano aún se encontraba entre mis brazos, mis manos estaban cubriéndose de su propia sangre manchando mi vestimenta con el líquido que salía de sus heridas. Yo no paraba de llorar, aunque también estuviera lastimado mi hermano necesitaba ayuda urgentemente, ahora mi mayor miedo sería perder a la única persona que me quedaba. Pasaban la yema de mis dedos por encima de su vestuario sin hacer presión buscando encontrar alguna herida en su superficie, pero en su torso no había nada. La sangre provenía de su cabeza y también estaba saliendo un poco por sus vías nasales y vías vocales, eso quería decir que tenía lastimado alguna parte de su cuerpo dentro de su organismo. Busqué entre sus bolsillos su teléfono celular pero él me detuvo, sus manos se entrelazaron con mis dedos y su pulgar acariciaba con dulzura.
── ¡R-Ran! ── Mencionaba esas palabras pues ahora sabía que continuaba con vida. Busqué su rostro rápidamente encontrándome con esa sonrisa que siempre lo acompañaba en momentos como ese y no pude evitar seguir llorando. Mis manos ahora se concentraron en limpiar la sangre que caía por sus vías respiratorias, estaba asustado pero Ran no demostraba dolor. Él solamente me miraba con dulzura acariciando mi mano libre, apreciando cada centímetro de mi cuerpo como si fuera la obra más hermosa que sus ojos hubieran visto.
── Me alegra sabes que estés bien. ── Susurró con una voz demasiado suave. Apenas escuché sus palabras intenté hacer que se callara, sabía que perder energías en esos momentos no ayudaría a su recuperación. Así que mi mano se reposó en sus labios haciendo una leve presión con mi dedo índice sobre la comisura para indicar o señalar que debía hacer silencio. Por su puesto, mientras hacía esto no podía evitar lagrimear mirándole con tristeza. Él tomó la mano que yo tenía en su boca y sujetándola depósito un suave beso en ella; posterior a eso, pasó mi palma por sus mejillas acariciando su rostro pálido que buscaba mi acompañamiento.
── Prometiste que nunca me dejarías, por favor... no hagas esto... ── Seguía sus acciones, sentía que ese tacto estaba siendo utilizado como una despedida de nuestro contacto. Me acerqué moviendo mis rodillas contra el suelo para poner mis dos brazos alrededor de su cuello y abrazarnos. ── Quédate conmigo, Ran, permanece a mi lado. Quiero que ambos nos casemos y vivamos una vida plena, veamos a nuestros hijos crecer y compremos una casa, vivir de las muchas ideas que tienes y ser la envidia de las otras personas que no pueden amarse como yo te amo a ti, únicamente a ti... ──
Luego de esas palabras mi mayor se separó un poco de nuestro abrazo y con su mano acarició mi mejilla para luego depositar un suave beso sobre ellos, él no tenía las intenciones de rendirse. Así que luego de esa muestra de afecto luchó con todas sus fuerzas para ponerse de pie y ayudarme a mi también a hacerlo. Miro hacia la salida pero cuidado busco dar un paso casi se cae, instantáneamente tuve que colocarme a su lado reposando su brazo sobre mi hombro para ayudarlo a continuar con nuestro recorrido.
── Debemos... encontrar a Ryu. ── Mencionaba mientras su mirada se plasmaba en esa puerta con las intenciones de continuar caminando, uno de sus brazos se colocó en su vientre y luego de eso avanzó con mi ayuda. Sus heridas me hacían saber que este se había terminando de pelear con Keigo, aunque aún no estaba seguro de lo que había transcurrido no preguntaría en ese momento, no al menos hasta que todo acabará. Seguro yo no estaba haciendo nada bien, ¿quién lo haría?, en ese instante no tenía la fortaleza para negarme a las peticiones de mi hermano y si este quería ir allá no me quedaría más que hacerme cargo de ayudarlo. Aunque rezaba a Dios que se pusiera de nuestro lado para que este no muriera y pudiera resistir, que su orgullo no acabara con su vida. ── Antes de venir... pregunté a una mujer en donde se podría encontrar, su oficinista, ella no quería hablar... pero la hice hablar. Así que se que no estamos tan lejos. Ella pasará la noche en un hotel cerca de donde estamos para venir a visitarte mañana temprano, esos son... s-sus.. ── Una tos un poco fuerte interrumpió sus palabras, su mano se manchó de sangre mientras tosía, pero para no preocuparme se limpió en su vestuario. ── ...esos son sus planes. ── Terminó su oración.
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Mi hermano es un omega.
Fiksi PenggemarLa historia comienza con el nacimiento de dos niños, provenientes de una familia con poder, ambos chicos nacen con la esperanza de formar dos grandes alfas para poder continuar el legado familiar, sin embargo, no se esperan a que uno de los dos niño...