Viernes 25 de Febrero.
• | Ran Haitani |•
Aproximadamente dos horas después de que mis padres se retiraran de nuestro hogar mi alarma sonó haciéndome despertar de mis sueños, desde el incidente comencé a tomar suplementos cada ocho horas para poder contenerme, nunca más volvería a lastimar a Rindou. Use mis manos de apoyo para poder impulsarme y establecer un soporte en este colchón, a medida que las extendía podía hacer que mi torso se elevara y así conseguí sentarme sobre mi cama. Bostecé un poco y luego apagué mi alarma, aproximadamente eran las siete y cincuenta, en unos diez minutos tenía que tomar mi medicina y ver que había para desayunar.
── Bieeeen, a comenzar el día con energía. ──
Después de esas palabras me levante de la cama caminando, mientras me estiraba un poco, hacia el cuarto de baño. Al llegar pude mirarme al espejo, cabellos sueltos y una pijama larga de color verde con figuritas random, puse mis dos manos sobre mis mejillas y comencé a comparar un poco el cambio de tonos que se estaba estableciendo mi cuerpo al consumir tantos supresores, pensar en que me estaba haciendo daño comenzaba a preocuparme. Para alejar esos pensamientos comencé a agitar mi cabeza de lado a lado y tomé mi cepillo de dientes para poder comenzar a lavarme mi dentadura, era importante tener un aliento fresco si quería ir a ver a Rindou, acomode mis cabellos un poco pero no los trencé.
── ¿Mamá habrá dejado algo de comer?
Me preguntaba mientras susurraba solamente para mi mirándome al espejo, para no sentirme tan solo tenía la mala costumbre de hacer conversaciones con mi propia imagen. Una vez termine de mirarme al espejo camine hasta la salida de mi habitación y me paseé tranquilamente por la casa hasta llegar al área de cocina en donde fui directamente a la nevera y busqué alguna lonchera que tuviera mi nombre o el de Rindou. Pude encontrar dos de ellas, una para mi y otra para mi hermano menor, calente la mía y la comí por aparte para poder llenar mi estómago. Sí, preferencia mil veces comer con Rindou pero no podía, la razón estaba mucho más que clara, necesitaba comer antes de colocarme las inyecciones para contener mi pre-celo y no iba a entrar a la habitación de Rin sin ingerirlas como era debido.
── Wua, esto sabe raro. Mamá, ¿qué clase de comida has estado intentando preparar para contener mis deseos sexuales? ──
Mire con desagrado la comida, no había nada con atractivo o buen sabor, solamente algunas cosas sin importancia que según mamá "alejaban los malos pensamientos de mi cabeza". Con desagrado termine de comer aquello que me habían puesto en mi tazón y nuevamente regrese a mi habitación, acomodé mi cama como era debido para pasar a tomar la inyección. El constante miedo de poder morir por esas cosas y el impulso de querer hacerlo para proteger a la persona que amaba, suspire e inyecte aquellos líquidos en una vena de mi brazo derecho dejando que aquellos hicieran efecto en mi cuerpo delgado. En un principio solamente podía sentir que mi brazo se sentía con constantes calambres, movimientos incontrolables, luego de eso pasaba a todo mi cuerpo haciendo que me sintiera extrañamente agotado, esos efectos secundarios pasaban luego de un tiempo, así que solamente tenía que relajarme y esperar pacientemente.
── Me pregunto si ya habrás despertado. ──
Mis mejillas se ruborizaron un poco por pensar en él, mierda, no me gustaba estar tan enamorado. Me levante de la cama para poder salir nuevamente de mi habitación y esta vez poner a calentar la comida de mi hermano menor, sus alimentos se veían mucho más comestibles que los mios. Lleve este plato hasta su habitación, la puerta no tenía seguro, entre tranquilamente y pude encontrarme con un pequeño Rindou que aún descansaba.
── Rin, Rin. ── Mencionaba mientras me acercaba a su cama y colocaba su comida en su mesita de noche para no incomodar. ── Despierta~ ── Continuaba molestándole dando pequeñas palmadas en su pecho, claramente sobre la sábana que cubría su cuerpo para no incomodarle. ── Traje el desayuno, venga, venga, despierta. ──
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Mi hermano es un omega.
Hayran KurguLa historia comienza con el nacimiento de dos niños, provenientes de una familia con poder, ambos chicos nacen con la esperanza de formar dos grandes alfas para poder continuar el legado familiar, sin embargo, no se esperan a que uno de los dos niño...