7.

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Pendejos.
Se encontraba en medio de la bola de pendejos que tenía como compañeros.
Hace unas horas habían estado en el festival deportivo.

Eran aproximadamente las siete de la noche, sus amigos habían tenido la 'grandiosa' idea de una noche de películas para celebrar que fue el vencedor, y 'mejor' aun, invitaron al resto de la clase.
Porque el estúpido mitad mitad y el idiota emo también recibieron una medalla.

Estaba cansado y enojado, su estúpido triunfo fue arruinado por el idiota helado de fresa.

Recostado en el sofa grande de la sala de estar, frente a él varios de sus tontos compañeros escogían las películas y otros se encontraban preparando botanas.
Él no iba a ayudar, dijeron que era una estúpida celebración por su triunfo así que se comportaría como tal.

"Hey, eh- Bakugou" una voz hizo que volteara al otro lado "¿Podemos hablar un momento? Por favor" era una omega castaña de mejillas regordetas, el aroma a galletas con chispas emanaba de ella y le agradaba al rubio

"¿No pueden parar de joderme?" puso los ojos en blanco antes de levantarse "Que sea rápido, cara redonda. Vamos a fuera"

Ambos salieron frente a los dormitorios y tomaron asiento en el pasto a unos metros de la entrada.

"¿Qué mierda quieres decirme?" el tono brusco del rubio hizo a la castaña ponerse nerviosa y sin querer su aroma se torno agrio "No voy a hacerte algo, controla tu edor"

La omega dio un ligero brinco y después de controlar su aroma soltó una pequeña risa "Me gustaría hablar del enfrentamiento que tuvimos"

Oh, el enfrentamiento.
Había sido catastrófico e inmensurable, tan exquisito.

Cara redonda uso diferentes estrategias para intentar derrotar a Bakugo pero a pesar de sus planes, Katsuki ganó.
Aún así, la manera en que lucho la omega fue totalmente digna ante los ojos del rubio, le dio una de las mejores batallas que había tenido hasta ahora y ninguno había subestimado al otro.

"¿Qué con eso?"

"Quería agradecerte" le regalo una sincera sonrisa al rubio "Tú no me subestimaste, luchaste tan fuerte y me diste la oportunidad de avanzar, y aprender de ello. Entonces, gracias Bakugou"

"No me agradezcas por esa estupidez" fijo su vista en la chica "En este estúpido mundo gobernado por alfas idiotas, betas superficiales y omegas perfectas, a mi no me queda nada más que luchar" su tono de voz tan frío "Eres una tonta omega, claro, pero no eres de aquellas que tienen privilegios. Así que tú también debes luchar por obtener un maldito lugar en este mundo"

Ambos se miraban el uno al otro y por un momento casi pudieron comprenderse.

"Mi familia no tiene una buena economía, son solo una pareja de betas. ¿Te imaginas lo qué sintieron cuando presente como omega?" la castaña rió sin gracia "Tenian- tienen miedo por mi. Puedo ser dañada, ultrajada o usada y nadie lo tomaria en cuenta" ambos omegas suspiraron "Pero hoy, cuando vieron nuestro enfrentamiento por televisión, ellos realmente piensan que puede haber un cambio. Cuando hable con ellos por llamada ¿Sabes qué dijeron? 'Mi pequeña se ha vuelto tan fuerte, nuestra pequeña está demostrando que las omegas también pueden' y después hablaron de ti Bakugou" la sonrisa de la castaña se ensancho "ellos te admiraron, 'Ochako ese omega es increíble, él realmente hará un cambio, es tan poderoso. Estamos seguros que aprenderás mucho de él, aunque su temperamento es muy malo, tal vez pueda aprender eso de ti' eso es lo que dijeron ellos"

Bakugou soltó un gruñido molesto que hizo reír a la castaña, ambos parecían estar cómodos, tal vez entendiéndose más que con cualquier otro.

"Lo que quiero agradecer no es el combate en sí, en realidad quiero agradecerte que hayas abierto esa brecha" la sonrisa sincera de la omega hizo que las comisuras de los labios del rubio se levantarán un poco "Agradecerte por dar este paso que estoy segura será muy importante para la rama omega y por dejarme ser parte de el"

OMEGA AL QUE TEMER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora