OMEGA AL QUE TEMER

8.

Hijos de puta.
Después del altercado, la tensión, las feromonas alteradas, los gruñidos y voces de mando lo aturdieron.
Todo el camino a casa fue silencioso, al llegar su madre se disculpo por lo que pasó y su padre curo sus moretones.

Se sentía mal.
Había actuado débil frente a la agresión, se había dejado golpear e insultar, y ni siquiera pudo protegerse o a sus amigos.
Se sentía como la misma mierda.
Había sido cegado por el cariño hacia sus abuelos, por el miedo de ser rechazado aún si ya lo sabía y todo aquello había hecho estragos sus entrañas.

Su omega interno se encogió de miedo y dolor ante la mirada de ambos alfas mayores, porque aquellas miradas alguna vez lo miraron con amor y orgullo pero esa noche lo veían como inferior, como escoria.
Tal vez por el lazo familiar que compartían se sintió así o tal vez salio a la luz lo idiota e incompetente que en realidad es.

¿Qué mierda?

Por supuesto que no, él es el jodido protagonista del mundo, el próximo héroe número uno.
Esa noche solo fue un descuido, un error por sus tontos sentimientos, pero si era necesario arrancaría su corazón para no volver a cometerlo.
Él se volvería más fuerte, claro que si, le partiría la cara a cualquier alfa idiota sin importar cualquier lazo que tuvieran.

"Por la mierda, pudrete maldito omega" susurró hacia su lobo interior

Estaba hasta la madre de los sollozos de su omega interno, le recordaban que por una pequeña fracción era débil.
En ese momento su madre entró, su mirada triste se posó en él y camino hasta sentarse a su lado.

"Lo lamento cachorro, yo se que quieres mucho a tus abuelos" la alfa alargo un suspiró mientras lo abrazaba "Yo hubiese querido que esto nunca pasara. Y no me refiero a ti o tu padre, no, ustedes son lo más valioso que tengo y no los cambiaría por nada" su abrazo se aflojo un poco "Desearía que esos viejos no se metieran y no fueran una amenaza, pero te prometo que no volverá a pasar, haré todo lo que pueda para que no se vuelvan a acercar a nosotros"

Se encontraban en la habitación del rubio, ambos recargados en el respaldo de la cama mientras se abrazaban.

"Cariño, Kats" el omega mayor entro con un vaso de agua y una pastilla en mano "Tómalo para el dolor y descansa un poco, tu madre y yo prepararemos la cena"

Después de revisar su temperatura y dejar unas cuantas de sus prendas impregnadas, ambos padres salieron de la habitación dejando a su cachorro descansar en su improvisado nido.
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Después de dos días fuera, Bakugou finalmente regreso a los dormitorios de la UA y al día siguiente tomaría sus clases normalmente.

Bajo del auto de sus padres con su pequeña mochila en el hombro y se despidió con un asentimiento.

"Ciudense viejos" comenzó a caminar a la entrada del dormitorio "Avísenme de cualquier inconveniente, esta vez con tiempo, bruja"

"Mocoso idiota, regresa aquí para que pueda golpearte un poco" a pesar de la amenaza su voz sonó divertida

"Por favor, no peleen" el castaño suspiro mirándolos a ambos "Cuídate mucho Kats, si necesitas algo llámanos, te amamos" le sonrió en grande y eso hizo sonreír a ambos rubios

"Si, lo que digas, me voy" el auto se puso en marcha y el entro en el edificio

Entró tranquilo y paso de largo, no tenía ganas de hablar con ninguno de ellos.

"¡Hey Blasty, volviste!" se tenso por completo al escuchar al pelirrojo acercarse con el resto de sus amigos, pero estos se detuvieron al sentir el aroma agrio que desprendía