14.

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Peligro.

Al día siguiente no fue mejor, al menos no para el omega.

A pesar de estar acostumbrado a despertar temprano, casi no pudo levantarse y la constante sensación de estar acalorado no lo dejaba en paz.

La clase A se dirigió a donde su profesor estaba esperándolos para su próximo entrenamiento, la mayoría parecía que caería de sueño en cualquier momento y otros parecían estar listos para cualquier tipo de prueba.

El omega estaba entre ambos estados de ánimo aunque lo disimulaba con su ceño fruncido y pose de superioridad.

"Muy bien mocosos, están aquí para aumentar su fuerza teniendo como objetivo obtener sus licencias provisionales. Además, tienen que estar listos para cualquier tipo de prueba y hostilidad que se les presente" su mirada se dirigió al rubio cenizo "Bakugou, lanza esto"

Atrapo la pequeña pelota que fue lanzada hacia él y sonrió ligeramente en suficiencia antes de lanzarla.

Claro que el universo es un idiota y la vida una puta así que esa prueba para medir su progreso termino por dejarlo en ridículo y con el humor hecho mierda.

"Han obtenido experiencia y han mejorado indudablemente, pero no es suficiente"

"Maldita sea" el omega chasqueo la lengua molesto

"Bro, no te preocupes, eres el mejor aquí" el beta intento ayudar

"Si Blasty, aunque fue poco, tu progreso es increíble" el pelirrojo se acercó con el resto de sus amigos y todos dijeron ligeros cumplidos hacia el omega.

"Joder, cállense un poco idiotas" a pesar del insulto las mejillas ligeramente sonrojadas los hicieron sonreír.

El profesor se dirigió a la clase en general con una ligera sonrisa al ver al omega enfurruñado siendo consolado por sus amigos "Pero la mejora no debe ser solo mental y técnica, deben mejorar sus peculiaridades, así que trabajaremos en ello" su sonrisa causo escalofríos en todos "Esto será duro, así que no mueran"

Todos ahí supieron que acabarían muertos después del entrenamiento (no se equivocaban), así que se prepararon lo mejor que pudieron y comenzaron con su martirió.

Gritos de furia, dolor, disculpas, maldiciones y demás se escuchaban en el campo de entrenamiento mientras toda la clase daba la mejor de sí para mejorar sus peculiaridades y no quedarse atrás, mejorarían tanto como pudieran para estar más cerca de cumplir su sueño de ser héroes.

Entonces cuando la clase B llego no prestaron atención a sus miradas de sorpresa y miedo al ver su entrenamiento, ni a la presentación de las Pussycats completas, se mantuvieron concentrados entrenando y cuando tuvieron que compartir espacio se acoplaron a regañadientes. Sobre todo ciertos alfas molestos por la presencia de un beta encimoso hacia el omega rubio.

Después del entrenamiento con sus ánimos desechos y sus fuerza casi agotadas en su totalidad, grande fue su sorpresa al saber que ellos debían encargarse de cocinar su propia cena. Primero casi los mataban con un jodido entrenamiento y ahora tenían que cocinar su puta comida, genial, un maldito campamento de ensueño.

Aun así con el hambre a flor de piel todos tomaron diferentes ocupaciones para hacer que la cena funcionase y pudieran descansar pronto.

Ignorando las presencias que parecían cernirse lentamente sobre ellos.

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En su tercer día de campamento no tuvieron mejores ánimos al despertar ni al saber que el entrenamiento (tortura) proseguiría de la misma manera que el día anterior. Aun así nuevamente ambas clases comenzaron a dar todo de sí mismas.

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⏰ Última actualización: Apr 10 ⏰

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